Reasfaltar una carretera es un proceso tedioso. Los operarios deben hacerlo de noche en carreteras que tengan mucho tráfico, pero los usuarios también ven alterada su ruta con desvíos o demoras causadas por una reducción de los carriles. China tiene un ejército de robots para asfaltar carreteras en menos tiempo, pero la solución suiza es casi más ingeniosa:
Un puente móvil que permite el tráfico normal sin desviar la circulación mientras los operarios asfaltan la carretera.
Puente móvil. Su nombre es ASTRA y lo cierto es que no tiene demasiado misterio: es un puente móvil con una rampa de acceso, otra de salida y espacio interior suficiente como para permitir que tanto los operarios como la maquinaria de asfaltado puedan realizar su labor. Tampoco es algo nuevo, ya que la primera versión del puente se finalizó en otoño de 2021.
Cuenta con una serie de columnas -pórticos- que no sólo mantienen la estructura, sino que actúan como elevadores hidráulicos para aumentar la altura del puente y permitir el trabajo en su interior. También tiene ruedas para ir moviéndolo poco a poco, ya que la actual versión tiene unos 257 metros de largo y es necesario ir avanzando a medida que se completan fases de asfaltado.
El fracaso de los 20 millones. Pero no siempre tuvo esas dimensiones y, de hecho, la versión que participó en la prueba piloto de 2022 medía unos 236 metros de largo y tenía una altura de apenas tres metros en la cubierta interior. No dio más que problemas y hay quien lo definió como un auténtico fracaso. Uno que había costado 20 millones.
¿El problema? Las revistas informaron sobre un proceso de pruebas insuficiente. No sólo es que no entrara bien la maquinaria en la zona interior para realizar el trabajo de asfaltado, sino que las pruebas se realizaron sólo con coches y un autobús. El mayor problema era la pendiente de 6,1% de las rampas. Esto hacía que los coches bajos rozaran, pero además dificultaban el paso de los camiones.
Mejoras. Todo esto no sólo generó atascos, sino retrasos en los procesos de asfaltado, pero los suizos consiguieron dar la vuelta a la situación con una nueva versión probada en abril de este 2024. La velocidad máxima en el puente sigue siendo la misma -60 kilómetros por hora-, pero las dimensiones han cambiado. Ahora, el puente mide 20 metros más gracias a una ampliación de 10 metros en cada extremo, lo que ha permitido bajar la pendiente a sólo un 1,25%.
Como ellos mismos comentaron, ahora sí han realizado las pruebas pertinentes con un amplio espectro de vehículos, incluyendo camiones, coches deportivos, tractores, motocicletas y caravanas. Como leemos en Motorpasión, la altura de la zona interior también ha aumentado, pasando de los tres metros a los cuatro, facilitando el trabajo en la zona interior, un trabajo que ahora es mucho más fluido y que podemos ver en este vídeo:
Ventajas. La principal está clara: no detener el tráfico. Aunque la velocidad en la autopista se reduzca a 60 km/h, no hay que planear desvíos o hacer que los de ese carril circulen por el contrario, que es algo que siempre añade un extra de peligrosidad. También permite el mantenimiento en puentes, donde el desvío puede ser más complicado. El ASTRA tiene sus quitamiedos y la segunda mayor ventaja es que se pueden hacer los trabajos de reasfaltado en horario diurno.
Los carriles tienen la misma anchura que los convencionales y el único inconveniente para el usuario es esa reducción de la velocidad. Algo que también señalan los responsables es que, al poder trabajar de día, labores como la colocación de la cubierta o el fresado, que son las más ruidosas, ya no se harán por la noche, mejorando el descanso de quienes vivan cerca de las zonas a reasfaltar.
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