La recarga del coche eléctrico sigue siendo el elefante en la habitación. Aunque los defensores del coche eléctrico (y yo mismo) aseguran que, con cierta planificación, un viaje no debería alargarse demasiado, lo cierto es que la ansiedad por la autonomía sigue siendo uno de los grandes adversarios de la tecnología.
De momento, no hay que perder de vista que los vehículos que ofrecen grandes autonomías son, también, coches eléctricos con un precio alto. A esto se suman dos variables. La primera, es recomendable poner en práctica algunos consejos para limitar los retrasos y favorecer una recarga lo más rápida posible.
La segunda es que la industria hace tiempo que avisa de que las baterías de los coches eléctricos no crecerán en el corto plazo. Renault apuesta por las LFP para sus vehículos eléctricos de menor coste. Ford ha dejado claro que una gran autonomía y un precio bajo no son compatibles en los próximos años. Y Toyota apunta a más allá de 2026 para que sus coches eléctricos ofrezcan más kilómetros que hasta ahora. Y a mayor precio, por supuesto.
Todo esto da alas al proyecto que Stellantis y Ample probarán en Madrid. Ambas compañías han llegado a un acuerdo de colaboración para poner a prueba un servicio de intercambio de baterías. Así pretenden "recargar" por completo un coche eléctrico en el mismo tiempo que se rellena el depósito de combustible.
El intercambio de baterías
Tal y como han anunciado ambas empresas, Stellantis y Ample han llegado a un acuerdo para distribuir estaciones de intercambio de baterías por Madrid.
El proyecto estará disponible para un centenar de Fiat 500e adaptados específicamente para este cometido y que son utilizados en su plataforma de carsharing Free2move.
Según Stellantis, el procedimiento es posible gracias a la producción de Ample de baterías modulares, lo que permite incorporar baterías de diferentes tamaños a los automóviles eléctricos independientemente de su tamaño. Con esta especificación, aseguran, no es necesario rediseñar la plataforma para aprovecharse de las ventajas del intercambio de baterías.
La estación, de la que no se especifica cuántas unidades se desplegarán, puede instalarse en tres días, señalan desde la empresa. Con ella, el vehículo eléctrico puede estar recargado en apenas cinco minutos. El proceso sólo requiere que el conductor estacione el vehículo e inicie el proceso desde el teléfono móvil.
Lo que no se especifica en la información aportada es el número de estaciones que estarán disponibles. Tampoco si el servicio estará disponible para clientes particulares aunque, teniendo en cuenta que se trata de un proyecto piloto, se espera que sólo sea utilizada por los automóviles de carsharing.
El proyecto tiene sus ventajas e inconvenientes. Ya en la propia información aportada por Stellantis apuntan a que ambas compañías están en conversaciones "para satisfacer la demanda de flotas y clientes en otras plataformas Stellantis y zonas geográficas". Es ese, precisamente, el uso más interesante: el vehículo de flota.
Tanto los vehículos de carsharing como los adquiridos por empresas con grandes flotas de automóviles pueden ver con muy buenos ojos esta recarga en apenas cinco minutos. Especialmente aquellos que no cuentan con una recarga nocturna y tienen sus coches eléctricos siempre en la calle.
Para clientes particulares, Stellantis asegura que podría ser una buena opción con un sistema de suscripción. La compañía deja caer en la información aportada que es una alternativa para acceder al vehículo eléctrico a un precio más asequible, pues la batería no sería del cliente.
La tecnología de baterías de Ample se pondría a disposición de l@s clientes de vehículos eléctricos mediante un servicio de suscripción. Este planteamiento reduciría el coste total inicial del vehículo y permitiría al cliente beneficiarse de disponer siempre de la última tecnología en baterías, lo que aumentaría la autonomía y la vida útil del VE
Sin embargo, el sistema de intercambio de baterías puede no ser demasiado interesante para el cliente particular. En su momento, en Motorpasión probaron el sistema de intercambio de baterías que Renault intentó desplegar junto a Better Place y que fue un rotundo fracaso.
En estos momentos, NIO también quiere probar fortuna. La compañía está desplegando este sistema por China en lo que parece una prueba piloto de la que sacar conclusiones. Pese a ello, en Europa ya tiene 30 estaciones de este tipo. Eso sí, a principios de este mismo año aseguraban que tendrían desplegadas un total de 130 instalaciones donde intercambiar baterías.
Hay que tener en cuenta que los fabricantes están apostando por integrar a batería en el chasis para ganar la mayor autonomía posible y, al mismo tiempo, dar rigidez al vehículo. Es una jugada que no se pueden permitir con el intercambio de baterías, por lo que el coche puede ser mucho menos atractivo para quien busca comprar un coche y tenerlo en propiedad durante la mayor cantidad de años posible.
Foto | Stellantis
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