Hace semanas que un tema sobrevuela la industria de la automoción: los costes y el margen de beneficios. Especialmente cuando hablamos del coche eléctrico, que está provocando importantes costes a buena parte de las empresas. Tesla, sin embargo, está donde quiere en el momento justo.
Los márgenes de beneficios. No es la primera vez que hablamos de ellos y, probablemente, no sea la última. Volkswagen ha sido quien ha enfatizado su posición en los últimos días con su contundente "no somos una ONG". El mensaje ha sido claro y directo: si vender un coche eléctrico por debajo de 25.000 euros no les da un margen de beneficio de, al menos, el 6%, no les interesa.
El aviso para los consumidores que esperan una bajada en los precios a corto plazo es contundente. Europa ha visto encarecer sus automóviles (y mucho) en los últimos años y no parece que los coches eléctricos (con producción de menor volumen y, por tanto, costes fijos más altos) vayan a ser la tabla de salvación que garantice una bajada a corto plazo.
Los objetivos de las empresas de automoción suelen ponerse en un margen de beneficio de entre el 10 y el 15%. Los vehículos de grandes masas se suelen mover en márgenes más pequeños y los de menor volumen pero de precios mucho más altos pueden jugar con esta cifra hasta dispararla y compensar los mayores riesgos.
Un 28,5%. Durante muchos años, Tesla ha perdido dinero. Sin embargo, las inversiones se han mantenido y, finalmente, el tiempo ha acabado dando la razón a la firma. Haber producido desde el principio únicamente vehículos eléctricos ha permitido a la compañía evitar una costosa reconversión de sus líneas de montaje, como les pasa a los fabricantes tradicionales.
Como el coche eléctrico es más sencillo de producir y requiere menos mano de obra, Tesla puede producir mucho más rápido y a menor coste, lo que le permite ganar mucho más dinero por cada coche vendido. Además, ha conseguido sacar rendimiento a enormes prensas a la hora de ensamblar sus chasis. El resultado: su margen de beneficios es de un 28,5%.
Una posición dominante. Sembrado todo lo anterior, ahora Tesla recoge sus frutos. Aunque la compañía aseguró que nunca lo haría, los de Elon Musk están lanzando continuas ofertas para jugar con la demanda de sus vehículos eléctricos. ¿Que el Tesla Model 3 se resiente en ventas? No es problema, lo rebajamos 10.000 euros en cuestión de tres meses.
Hay quien ha contestado a estos descuentos, como Ford, y hay quien ha preferido cargar contra Tesla, como Luca de Meo, CEO de Renault. La compañía ha conseguido situar a su Tesla Model 3 por debajo de los 40.000 euros y, a ese precio, muy pocos rivales (o ninguno) puede hacerles sombra.
A esto se añade que el resto de fabricantes tiene muy poco margen para actuar. Según Reuters, el margen por coche vendido entre Tesla y otras firmas es avasallador. Volkswagen o Toyota no han dejado de ver cómo su beneficio por vehículo se ha ido achicando en los dos últimos años. Mercedes ha tenido que encarecer mucho el Mercedes EQE para rentabilizarlo y es el motivo por el que los fabricantes prefieren vender menos unidades a mayor precio.
La cara negativa. La cara positiva para el cliente es evidente clara. Si los precios bajan, dinero que se ahorra en la compra. Sin embargo, algunos analistas han estado avisando que las continuas rebajas son un arma de doble filo. En China, la guerra de precios ha llevado a que más del 20% de los automóviles del mercado hayan visto reducido su precio en 10.000 yuanes. Son poco más de 1.300 euros al cambio pero el impacto en el país asiático es tan grande que algún coche ha rebajado su precio en un 40%.
Desde Bloomberg, apuntaban a que esta carrera desenfrenada puede hacer que el comprador se acostumbre a estos precios y cueste volver a levantarlos, que algunos fabricantes se vayan a la quiebra o que, simplemente, tengan que empeorar su proceso de fabricación para poder competir en precio.
Tesla ya gana la primera batalla. Y esto mismo es lo que le ha sucedido a XPeng. En el informe de Reuters, ya se apuntaba que XPeng jugaba a pérdidas con el coche eléctrico. Incluso se decía que, con cada coche vendido, se perdían más de 11.000 dólares. La presentación de su nueva plataforma en el Salón del Automóvil de Shanghái ha ido justo por ese camino.
En ella se ha anunciado que esperan reducir el coste de la batería en un 25% pero, sobre todo, es llamativa la reducción de costes en las funciones de conducción autónoma, aspirando a un 50% de ahorro. El objetivo no es ser más eficientes con los componentes que ya utilizan, todo pasa por reducir el uso de radares, chips, sensores y cámaras basados en láser.
Pero, una vez más, no hay que olvidar que Tesla ya ha seguido ese camino hace tiempo, eliminando todo lo que no sean cámaras. De hecho, incorporar una enorme batería de estos componentes se está utilizando como reclamo premium. Volvo es un buen ejemplo de ello. No es, simplemente, cuestión de ahorrar costes en la línea de montaje. XPeng tiene que demostrar ahora que es competitiva con menos recursos. Parece que Tesla ya consigue ir minando, poco a poco, a sus rivales.
En Xataka | Tesla tiene un plan para devorar el mercado del coche eléctrico: reducir sus costes un 50%
Foto | XPeng
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