Con permiso de las cabinas de teléfono rojas, el Big Ben, la noria, Westminster y un puñado de monumentos más, quizás la gran seña de identidad de Londres —replicada mil veces en selfies y postales— son sus autobuses, taxis negros y un metro que ha conseguido convertir su logo en casi un icono pop universal. Ni ese peso, sin embargo, los ha salvado del COVID-19. El transporte de la City está contagiado. Y con fiebre, además. The Guardian ha desvelado que Transport for London (TfL), la autoridad que gestiona el servicio, está al límite. Su situación es tan complicada que ha lanzado un SOS a las administraciones: podría enfrentarse a la quiebra en breve.
Y la pandemia tiene mucha culpa.
Más allá del severo "mazazo" que se llevó el metro y el resto del sector durante lo peor de la pandemia, cuando se aplicaban confinamientos y restricciones de aforo, la realidad es que a día de hoy sus niveles de demanda siguen sin recuperarse y se mantienen muy por debajo de los que se alcanzaban antes de la pandemia. El nivel de pasajeros del metro se sitúa allí en el 59% y el uso del bus es de aproximadamente el 75%. Para afrontar la situación, el gobierno ha tenido que salir en rescate con acuerdos de financiación; pero el último, a día de hoy, ha caducado.
Sin un nuevo balón de oxígeno por parte de las administraciones, el futuro del TfL se complicaría al no cumplir con el requisito legal de garantizar que puede equilibrar su presupuesto.
Más allá de la City
La cuestión es: ¿Se trata de un problema exclusivo de la City? Aunque es probable que parte del problema del TfL sea su tremenda estructura y el coste de mantenerla —solo el metro supera los 400 kilómetros y 270 paradas—, Londres no es la única metrópoli a la que le está costando recuperar los niveles de demanda "pre COVID-19". El problema, en realidad, no va solo de movilidad urbana, sino de la lentitud con la que están regresando los pasajeros al transporte público en un escenario que todavía está muy marcado por factores como el miedo al contagio o el teletrabajo.
No hay que irse muy lejos para comprobarlo. Llega con echar mano de las estadísticas oficiales de nuestro propio país. Los últimos datos de Aena, por ejemplo, muestran que en enero los aeropuertos de España movieron 10,4 millones de pasajeros. Son muchísimos más que los de hace un año, pero siguen siendo un 37% menos que en 2019, último año libre del "efecto COVID-19".
En cuanto al transporte urbano, los datos del INE también son claros. A lo largo del año pasado Madrid sumó 296,7 millones de viajeros en el servicio regular por bus y 442,3 por metro. Los datos mejoran de nuevo a los del ejercicio anterior, pero no acaban de alcanzar a los de 2019, cuando el instituto contabilizaba, respectivamente, 440,1 y 677,5. La diferencia aún era marcada en diciembre, el último dato publicado por el INE. En Barcelona se da una situación parecida. En la Ciudad Condal el transporte urbano regular por autobús y metro sumó durante la segunda mitad del año alrededor de 273,7 millones de usuarios, frente a los 362,6 anotados durante el mismo período de 2019.

La situación es más o menos similar en Sevilla, Valencia o Bilbao, por ejemplo, que cerraron la segunda mitad de 2021 con valores que no llegan a los que manejaban antes de la crisis sanitaria. En cuanto al ferrocarril, el tercer trimestre del año pasado —el dato más reciente divulgado por el INE— se cerró con 99,9 millones de viajeros, lejos de los 139,3 de dos años antes. Parte de esa cifra se explica por la lentitud con la que se han repuesto las rutas y frecuencias. En agosto, por ejemplo, Extremadura todavía no había recuperado el 30% de los trenes suprimidos en 2020.
Más allá de las estadísticas y al igual que ocurre le ocurre al TfL de Londres, los "pinchazos" en la demanda se dejan sentir en las cuentas de resultados. Hace un año Metro de Madrid desvelaba que en 2020 había ganado 10 millones de euros, un 84% menos que el ejercicio anterior. Para animar la demanda, de hecho, el Gobierno regional llegó a activar una campaña que, bajo el lema 'Volvamos a movernos en transporte público', intentaba que los usuarios regresen a los buses, vagones y taxis. Ya entonces, cuando se calculaba que 2020 se cerraría con un "pinchazo" del 47% con respecto a 2019, el propio Ejecutivo reconocía que no esperaba una recuperación plena hasta 2023.
‼️ Volvamos a movernos en transporte público ‼️
— Comunidad de Madrid (@ComunidadMadrid) December 21, 2020
✅ Un lugar seguro frente al COVID-19 en la Comunidad de Madrid.
👉 Confiamos en una recuperación acelerada de viajeros a partir de 2021.https://t.co/3zjr5tAlsj
En Cataluña, donde Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) se despidió de 2020 con un impacto negativo de 245 millones de euros, debido al desplome de pasajeros y el aumento de gastos por la desinfección —un severo golpe que palió echando mano de las ayudas del Estado y el ahorro interno— la normalidad también se resiste a llegar al cien por cien al servicio público. En diciembre de 2021 la demanda del bus metropolitano rondaba aún el 85% en días laborales.

En cualquier caso y al igual que ocurre en Londres, la sombra de la pandemia no ha salido gratis a las administraciones. El Consistorio de Vigo tuvo que compensar con más de dos millones de euros a la concesionaria de su autobús urbano por las pérdidas que sufrió durante lo peor de la crisis, entre marzo y junio de hace dos años. La reclamación de la compañía apuntaba a finales de 2021 a una suma bastante superior. Los ayuntamientos de otras localidades —Salamanca o Xàtiva, por citar dos casos más— además de administraciones regionales, como la Junta de Castilla y León, han tenido que afrontar también desembolsos para compensar a operadores que, en su condición de servicio público, siguieron circulando durante la crisis con aforos reducidos y menos demanda.
Para el colectivo la resaca del COVID-19 coincide además con un momento especialmente delicado, marcado por el alza en el coste de la energía. Hace solo unas semanas la Asociación de Transportes Públicos Urbanos y Metropolitanos (ATUC), envió una carta al Gobierno para advertir del doble reto que encara el sector: la herencia de la pandemia —"el sector aún está perjudicado", advierten la entidad— y la escalada de precios de la electricidad, que afecta a metros, trenes y tranvías.
El objetivo: que el COVID no deje mella en el sistema de transporte público.
Y, de paso, que podamos seguir disfrutando del metro y los buses de la City.
Imágenes | Viktor Forgacs (Unplash), Humphrey Muleba (Unplash) y Nikita Kachanovsky (Unplash)
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mushhu
irrelevante y coyuntural, el transporte comunitario será lo eficiente para un futuro que solo pedirá eficiencia, lo que está muerto es el transporte privado, solo que aún no lo sabe, saludos
Nacho
Es bien sencillo hacerlo rentable, en Madrid lo intentó el gobierno de Manuela Carmena con la EMT, se compensaba el gasto de una parte deficitaria (los autobuses públicos) con otra que generaba cientos de millones al año (los aparcamientos municipales), ha sido cambiar de gobierno y ya le están regalando los aparcamientos a los amiguetes. No tardarán en aparecer las noticias sobre lo insostenible que es el servicio de autobuses público de la EMT, tiempo al tiempo.
dsa10
El transporte público no tiene que ser rentable, parece mentira que haya que explicar esto a estas alturas.
Àlex
Muchos ya no usaremos el transporte público 4-5 días a la semana gracias al teletrabajo. La solución para las administraciones es fácil, menos trenes/vagones y buses. Me ahorro 40€ que costaba la T-usual en Barcelona.
Sporty
Se gestiona de forma eficiente?
Que a veces con lo público se dispara con pólvora de rey...
Trocotronic
Con un precio de 10 libras para el billete sencillo, es cuanto menos sorprendente esta noticia.
Usuario desactivado
Decadas de administraciones favoreciendo el transporte publico y penalizando el automovil. Creando distorsiones e impuestos contra los automovilistas. Y la gente, si puede, si le alcanza el dinero, se compra un auto o una moto. La pandemia demostro que el transporte publico colabora con la difusion de enfermedades. Realmente no parece democratico el empecinamiento de las administraciones contra el sentir popular.
mszerox
Sinceramente ya se veia venir.
Lo dire por algunas razones:
1. Esas empresas no esperaron que el teletrabajo fuese tremendamente exitoso, reduciendo el uso de estos de manera notoria.
2. Habia demasiada competencia. Eso no es bueno al final.
3. La pandemia. De hecho si daño pero retornando a la normalidad si no se recuperan es porque no tuvieron medidas de prevencion y de remate
4. La subida de precios de combustible. Esa sinceramente SI es una razon de peso. Sumado a lo anterior, ahora que subio de peso el combustible, generó ese problema que era inevitable en cierta medida.
En resumen: Las empresas no se prepararon para algunos escenarios feos que terminaron ocurriendo y alli las consencuencias. Si quiebran sera precisamente por ello.
nonabol
Si aumenta el teletrabajo, disminuyen los trayectos. Es de cajón.
Aun asi, el transporte en Madrid esta lejos de ser deficitario. Y el de Londres, aun con lo popular que es, es una P---a mierda en comparación con el metro de Madrid. Simplemente, los británicos desde siempre saben vender mejor las cosas. Asi que alguien no está administrando correctamente el transporte, o se está llevando un buen pellizco.
machonesa_
Patinetes y bicis y motos eléctricas al poder!
l0ck0
"Más allá del severo "mazazo" que se llevó el metro y el resto del sector durante lo peor de la pandemia, cuando se aplicaban confinamientos y restricciones de aforo"
entonces españa no tiene nada que temer, aqui durante toda la pandemia seguimos como putas sardinas en lata en todo el trasporte publico, se eliminaron frecuencias y el numero de pasajeros era practicamente el mismo asi que ibamos aun mas acinados que "sin pandemia" en muchas ocasiones
moloeloba
Con lo caro que es el puto metro en Londres... Y la "Campaña" de Madrid para coger el metro... Pues ni el precio de los abonos han bajado en ninguna ciudad.
Lo bueno es que si quiebra, da igual. Porque a ver qué haces con tantos túneles y trenes. El metro no puede dejar de usarse nunca. Lo que pasa es que es una bomba política para el rival.
labandadelbate
Que me expliquen como no es rentable el transporte público, cuando la infraestructura (estaciones, vias... )las financia el estado, los billetes son caros, y ya debería estar amortizado sí hubieran hecho un buen plan de gestión.
Tal vez si en lugar de poner al político a dedo emplearan a un buen gestor esto no pasaría.
Beneficios privados gastos públicos, así nos va.
warp68
En Palma tardo 45-50 minutos en llegar al trabajo con transporte público. Puedo elegir entre hacer un transbordo o ir a pie la mitad del camino. De los precios no hablo.
En coche tardo 10 minutos.
No hay más preguntas, señoría.
nadadorlp
El ciudadano europeo sabe que el uso del avión incide en el calentamiento global y la contaminación. Cuanto menos se utilice mejor para el planeta.
lbl_79
Existen muchos factores a tratar, pero más allá de los directos (costes realmente imprescindibles por mantener las líneas de trasporte público). En las grandes ciudades estamos pagando sobrecostes descomunales por factores "reducibles".
Alguien se ha planteado lo que cuestan los autobuses "verdes" que se llenan de etiquetas de "funciono con gas natural, Híbrido, etc.
Estas tecnologías se implantan en los grandes ayuntamientos cuando aun están en fase de diseño/pruebas en el mercado.
Es cierto que los ayuntamientos ayudan a validar estas tecnologías, y en cierta medida a demostrar que son implantables, pero eso es a costa del coste del trasporte que pagamos todos.
Este tipo de vehículos pueden costar el doble o triple simplemente en PVP.
Además hay que contar un precio desproporcionado en las infraestructuras de carga / llenado; dado que no están estandarizadas en el mercado y se pagan 4 veces más caras que lo que llegará en 10 años a la empresa privada.
Eso sin contar que muchas veces estas tecnologías incipientes, no llegan a estabilizar su uso y quedan bloqueadas en campas fuera de uso, pese al dineral que cuestan.
En las ciudades medias / grandes no se ha intentado nunca que el transporte público sea autosuficiente. Se buscan muchos más factores que lo hacen muy poco competitivo.
Hay que ser conscientes que dentro del transporte público existen líneas o segmentos hiper-rentables (que son la minoría), y otros tremendamente deficitarios.
Gandolfo
Demasiado cuñado suelto. No tenéis ni idea de lo que cuesta mantener y operar una red de suburbano como la de Madrid, mucho más de lo que se ingresa por cada viaje. Y no es por mala gestión o corrupción, sino porque como servicio público debe prestar servicio en zonas que son ABSOLUTAMENTE DEFICITARIAS y que jamas serán rentables. Pero es así precisamente porque es necesario que el Metro funcione para que la ciudad no colapse con atascos perpetuos ni muramos intoxicados aún más rápido. Y quien no sepa a qué me refiero, que se de un paseo por una Ciudad como Lima, de las capitales más grandes de Suramérica y que apenas cuenta con transporte subterráneo. El problema de la mayor parte de las administraciones públicas de transporte no son sus empleados ni sus sueldos, en muchos casos bastante bajos respecto a sus homólogos en la empresa privada. Los principales escollos son la sobre-legislación que se ha establecido para evitar la corrupción y que lastra tremendamente todas las contrataciones públicas haciéndolas muy ineficientes, y la falta de visión a largo plazo y los bandazos provocados por los contantes cambios de sus dirigentes políticos y sus medidas electoralistas.
Si queremos tener ciudades sanas y que se puedan disfrutar y no sufrir, no nos queda más remedio que apostar por el transporte público, pero en las circunstancias actuales es imposible que esa apuesta pudiera tener éxito.
frikerman
Yo tengo un amigo que vive en Pinto y tiene su lugar de trabajo en Madrid, concretamente en la zona de Plaza de Castilla (los que conocen Madrid sabrán la zona que es), pues bien, antes se desplazaba en transporte público pero ahora lo hace en coche, el motivo del cambio? pues que le han dado una plaza de garaje en su trabajo.
En transporte público tardaba 45 minutos, ahora tarda 30.
Moraleja: Si quitas los aparcamientos no puedes aparcar, si no puedes aparcar no te llevas el coche y si no te llevas el coche menos contaminación.
siliconbrain
si no quieres que algo quiebre o sea un pozo sin fin de dinero público: Privatízalo
mejor servicio
y
menor coste
(y mejores sueldos, sí, mejores sueldos).