Puede que alguno recordéis aquel CES de enero de 2004 en Las Vegas. Carly Fiorina, entonces CEO de HP/Compaq, presumía allí de un iPod con el logotipo de HP en la parte trasera del dispositivo. La firma se convertía en distribuidora del reproductor portátil más popular del mundo tras un acuerdo que Steve Jobs había ideado con un solo objetivo: dejar a su competidora muy atrás en este mercado.
Fiorina acabó abandonando HP y en 2015 se presentó a las elecciones primarias en los Estados Unidos. La que fuera máxima responsable de HP suele presumir de su amistad con el difunto Steve Jobs, pero lo que no cuenta es cómo aquel acuerdo fue una estratagema maestra que hizo que HP no pudiera reaccionar en el segmento de los reproductores portátiles de música hasta que ya fue demasiado tarde.
Jobs y Wozniak trabajaron (un poco) para HP
Antes de fundar Apple con Steve Wozniak, Steve Jobs exploró oportunidades de trabajo en la industria tecnológica siendo aún muy joven. De hecho a los 12 años el inquieto Steve, que ya exploraba el mundo de la electrónica, necesitaba ciertos componentes para un proyecto personal.
Como no los encontraba, pensó que una empresa como HP los tendría, así que ni corto ni perezoso llamó al CEO de la empresa, Bill Hewlett. Por aquel entonces las guías telefónicas incluían los números de todos los ciudadanos, así que no fue difícil realizar la llamada. Hewlett le trató muy bien, recuerda Jobs. Consiguió los componentes que necesitaba pero también un trabajo para el verano en el que básicamente "apretaba tornillos".
El propio Wozniak también trabajó en HP un tiempo, y de hecho aún estaba en plantilla en esa empresa cuando comenzó a trabajar en el desarrollo de los primeros ordenadores de su recién formada empresa, los Apple-1 y Apple II. Aquella relación profesional acabaría poco después, pero hay más curiosidades: HP tuvo un campus en Cupertino, pero en 2010 se lo vendió a Apple para que esta construyese su Apple Park.
Con amigos como estos quién necesita enemigos
Lo cuenta Steven Levy en Backchannel: el acuerdo permitía a HP colocar su logo en los iPod, pero a cambio de dos condiciones. La primera, que HP tenía que preinstalar iTunes en todos sus PCs. La segunda, que HP no podría desarrollar o comercializar un reproductor musical que compitiera con el iPod hasta agosto de 2006.
Fue en el CES de ese año en el que HP anunció su versión del iPod. Eso en sí mismo fue patético. El eslogan de la empresa en aquella época era "Invent!, pero en el evento más importante del segmento tecnológico, el mayor anuncio de HP fue que iba a vender el invento de otros.
A Fiorina, una CEO atroz con la que HP perdió la mitad de su valor, aquello le parecía un verdadero caramelo. El iPod que se lanzó en 2001 fue ganando fuerza poco a poco, y a finales de 2003 estaba más que claro que el iPod era un producto icónico que marcó un antes y un después para Apple.
En HP querían contagiarse de aquella alegría, pero resultaba irónico (por no decir ridículo) que usaran como eslogan aquel 'Invent' a lo grande mientras acababan admitiendo que la invención era en realidad de otros y que ellos solo ponían un logo en la parte trasera del dispositivo. Jobs logró también convencer a Fiorina de que aquel iPod+HP basado en los iPod de cuarta generación fuera de un color ligeramente distinto que permitía diferenciar a HP.
Aquello en realidad fue contraproducente porque los usuarios no querían el iPod de HP, sino el iPod de Apple, el original. Al final aquellos iPod con el logotipo de HP no supusieron más que el 5% de las ventas totales de iPods. Fiorina se había equivocado, y lo había hecho a lo grande.
Otra jugada maestra de Steve Jobs
El lanzamiento de aquel iPod comercializado por HP fue un fracaso, y lo fue por una sencilla razón: poco después de aquel anuncio Apple comenzó a expandir sus tiendas físicas, y para cuando HP comenzó a vender esos reproductores a mediados de 2004, Jobs acabó presentando nuevos modelos (los iPod Classic Photo en octubre de 2004 -que Apple trataría de comercializar más tarde-, o los Shuffle en enero de 2005, por ejemplo) y dejó aquellos modelos que podía vender HP mordiendo el polvo.
Fiorina acabaría dándose cuenta del error y dejó de vender los iPod en julio de 2005. Para entonces el daño estaba hecho: Apple se había asegurado la preinstalación de iTunes en millones de máquinas de HP, pero había más aún en esa victoria.
De hecho con dicho movimiento Jobs había obstaculizado el éxito de Windows Media y de otras alternativas que podrían haber tenido ese mismo apoyo nativo en el mayor fabricante de PCs del mundo, y además había dejado los iPods de HP obsoletos casi al mismo tiempo de que se pusieran a la venta.
Jugada maestra, Steve.
Imagen: L'aventure Apple
Ver 88 comentarios