Los más futboleros ya casi pueden sentir el clásico Barcelona-Real Madrid acercándose —tendrá lugar este sábado 28 de octubre a las 16.15 h. en el Lluis Companys—. Y, con él, los medios especializados volverán a enterrarnos en hechos, curiosidades y tribulaciones de carácter técnico para ilustrar la magnitud del lance y los desafíos técnicos que supone transmitir un evento deportivo de este calibre. Pero el desafío de crear un televisor a la altura no es menos grande.
El Samsung Q80C es capaz de plasmar tonalidades mucho más ricas gracias a la calidad de su panel. Además, se trata del primer modelo certificado por PANTONE como SkinTone Validated.
Los deportes, de hecho, tanto o más que remasterizaciones increíbles e inmaculadas, son la verdadera vara de medir las capacidades técnicas de un televisor. La ausencia de planos fijos, las caóticas cacofonías que forman el paisaje sonoro y el brutal contraste entre los distintos colores llevan al límite a los paneles y a los sistemas de reconstrucción de imágenes por inteligencia artificial. Pocos televisores están a la altura de un Barcelona-Real Madrid. Menos mal que Samsung sabe lo que realmente hace falta para ello, con modelos que deberías ‘fichar’, como el Q80C, el QN90C o el QN900C.
Una inteligencia artificial para seguir cada número desde el sofá
Pensemos para empezar en la resolución y el bitrate, los factores que junto a la estabilidad del enlace determinan la calidad base de una transmisión deportiva. Una transmisión con una resolución pobre pero un bitrate elevado puede escalarse con relativa facilidad, mientras que una imagen con buena resolución pero poco bitrate se escala adecuadamente en planos fijos y secuencias poco dinámicas. El problema que vamos a tener si vemos un partido de fútbol es que posiblemente no encontraremos ni lo uno ni lo otro. Y, además, hay una cantidad increíble de movimiento en pantalla con múltiples artefactos visuales.
Incluso con una buena conexión wifi y una transmisión 4K, los detalles más finos del campo de fútbol, como las líneas, se tornan sólidos. ¿Cómo evitarlo?
Este no es un problema menor. Incluso con una buena conexión wifi y una transmisión 4K, los detalles más finos del campo de fútbol, como las líneas, se tornan sólidos. Desaparecen también los numerales de los jugadores en cuanto se aleja un poco la cámara, y lo mismo sucede con las personas en las gradas, convertidas en fino confeti multicolor. ¿Te gustaría saber cómo evitarlo?
A falta de un mayor ancho de banda estable en la conexión doméstica y el stream, la mejor forma de combatir la pobre calidad de imagen de un partido de fútbol pasa por la inteligencia artificial. Y Samsung marca aquí las distancias con el resto gracias a su gama Neo QLED 8K, que utiliza 64 redes neuronales diferentes y un procesador específico —Procesador Neural 8K con IA— para reconocer los objetos en pantalla y ayudar en su escalado.
No se trata tan solo de tomar un fotograma a 4K y subirlo a 8K a razón de 60 veces por segundo. Hay mucho más trabajo detrás. Analizando cada imagen usando algoritmos de aprendizaje profundo, la gama Neo QLED 8K es capaz de definir mejor el borde de cada objeto, recuperar información visual para mejorar la textura —evitando así ese aspecto de pintura al pastel de muchas transmisiones— y reducir el ruido de la imagen. El resultado son números claros, rostros bien diferenciados incluso en las gradas y un terreno de juego que ya no parece de videojuego. Un Barcelona-Real Madrid de diez, vamos.
Gracias a su pantalla con tratamiento antirreflejos, con el Samsung QN90C evitarás los desagradables destellos que pueden impedir el disfrute del partido si lo ves con las persianas subidas.
Pero continuemos, ya que también está la cuestión de hasta qué punto la propia tele puede llegar a reconstruir la imagen hasta el punto de mejorarla. Samsung obra este aparente milagro con su tecnología Real Depth Enhancer Pro, que toma la secuencia original, generalmente plana y apagada, y la optimiza mediante técnicas de aprendizaje profundo.
La forma en la que se obtiene esta sensación de profundidad no es nada simple. Primero, los algoritmos de detección de objetos del procesador de inteligencia artificial del televisor determinan la posición de los elementos en pantalla, para que posteriormente el sistema de iluminación Mini LED —compuesto por cientos y cientos de puntos LED independientes— modifique al vuelo su brillo para crear un foco artificial allí donde el algoritmo determina que se está fijando el espectador.
Esta prestación, diseñada por ejemplo para que series y películas se vean mejor, cobra una inusitada relevancia en las transmisiones deportivas. Y, en particular, cuando la cámara baja al terreno de juego.
Sentir los colores cobra un nuevo sentido
La gama Neo QLED 4K es capaz de plasmar tonalidades mucho más ricas gracias a la calidad de sus paneles, hasta el punto de contar con modelos certificados por PANTONE como SkinTone Validated. Esto se traduce en hasta 110 tonos de piel adecuadamente representados para que nadie confunda a Toni Kroos con su camiseta.
Gracias a esta soberbia capacidad para mostrar la mayor cantidad de colores en pantalla, degradados y barbas de medio día se muestran con un realismo inusitado. Pero no solo eso: las humaredas iluminadas por las bengalas, tan típicas en los encuentros más ‘encendidos’, dejan de ser un flash de neón y reflejan ahora los penachos de humo y los rostros iluminados a su alrededor.
Son detalles que se aprecian aún mejor en combinación con una pantalla con tratamiento antirreflejos como la que tienen los Neo QLED. Gracias al uso de una película multicapa dispuesta en la parte exterior del panel, el televisor mitiga la incidencia de la luz sobre la pantalla para generar una interferencia óptica.
De esta forma se evitan desagradables destellos que pueden impedir el disfrute del partido si lo estamos viendo con las persianas subidas o tenemos encendidas todas las luces para que no ‘desaparezca’ la comida.
Sonido que se mueve con la acción: chutes que cruzan tu salón y cantos que retumban con claridad
Y, por supuesto, el sonido de tu tele también tiene que estar a la altura de un clásico de fútbol o de cualquier otro evento deportivo. Algo cada vez más difícil dado el énfasis que han hecho muchos fabricantes en la reducción del grosor de sus televisores. Los cánticos, el sonido del cuero contra el cuero y hasta las instrucciones de los técnicos deberían tener siempre una claridad cristalina. Y eso solo se consigue con un equipo de sonido sin concesiones.
Es el caso del integrado por los OLED y Neo QLED de Samsung, que además de brindar compatibilidad con Dolby Atmos para generar una mayor inmersión y paisajes sonoros más ricos en tus películas, introducen una interesante innovación: el sonido OTS (Object Tracking Sound), una tecnología que analiza la señal de entrada y modifica el audio que envía a los altavoces para que dé la impresión de que los sonidos se desplazan junto a lo que ves en pantalla.
De una enorme relevancia en las carreras de motos y de coches, el sonido OTS genera efectos de seguimiento incluso en televisores con solo dos altavoces usando dos salidas virtuales en posición superior. Y este alcanza su cénit en el Neo QLED QN900C, que utiliza su avanzado sistema 6.2.4 para que los gritos de los jugadores o las conversaciones entre pilotos y técnicos parezcan cruzar la pantalla.
El sonido OTS alcanza su cénit en el Samsung QN900C, con un avanzado sistema 6.2.4 con el que los gritos de los jugadores o las conversaciones entre pilotos y técnicos parecen cruzar la pantalla.
Tecnologías que, en suma, harán que te quedes pegado a la pantalla incluso si tu equipo no está a la altura del espectáculo que te dará tu tele.
Imágenes | Samsung, Unsplash (Emilio Garcia, Vienna Reyes y Dmitry Ant)
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