Las variables que actúan en un accidente de tráfico han cambiado con la llegada del coche eléctrico. Debido a los elementos propios de este tipo de vehículos, han surgido ciertas particularidades cuando un siniestro vial tiene lugar. Y, en consecuencia, los protocolos de los servicios de emergencias tienen que adaptarse al nuevo escenario.
Ya hemos visto en este artículo la lucha contra el tiempo que mantienen los cuerpos de bomberos a la hora de dar asistencia a vehículos siniestrados. También hemos conocido la estrecha colaboración que Renault mantiene con estos servicios de emergencia, con conocimientos y recursos técnicos que les ayuden en sus actuaciones. En las siguientes líneas vamos a ver en qué se ha traducido esa colaboración en el contexto tecnológico del coche eléctrico.
Los factores del accidente de tráfico cambian con la llegada del coche eléctrico
El acuerdo entre Renault y los bomberos, que data del 2010, ha funcionado en ambos sentidos. Por un lado, Renault colabora en la capacitación de agentes con conocimientos y vehículos donados. Por el otro, asesores del cuerpo de bomberos participan en la fase de diseño de los vehículos para el desarrollo de innovaciones que faciliten la labor de los servicios de emergencia en caso de accidente. El sistema QRescue, que ya vimos en este artículo, es un gran ejemplo.
Con el incremento de vehículos electrificados en nuestras carreteras, y por consiguiente de la posibilidad de que se vean involucrados en accidentes de tráfico, ha surgido un nuevo escenario que no ha pasado desapercibido para Renault y sus colaboradores. Los componentes y elementos propios de este tipo de vehículos (motor eléctrico, batería de litio, sistema de alta tensión…) son nuevas variables en la resolución de una actuación de emergencia.
Algunas de las nuevas casuísticas que surgen en el accidente de un coche electrificado son:
- Derivación de corriente de la batería a la carrocería del vehículo.
- Incendios prolongados de la batería de propulsión.
- Explosión con proyección de fragmentos.
- Filtraciones de gases y líquidos tóxicos.
Aunque estos riesgos existen en el caso de un impacto fuerte, lo cierto es que el coche eléctrico es más seguro que un coche de combustión. Así lo reconocen las propias aseguradoras de autos, ya que gracias a las protecciones de las baterías y al menor número de sustancias inflamables, los incendios y explosiones son menos probables. La clave para una intervención segura se encuentra en la capacitación de los servicios de emergencias (no solo los bomberos) en los nuevos protocolos de actuación.
Fireman Access: apagar un coche eléctrico en tiempo récord
En un coche eléctrico, la batería de tracción es uno de los componentes más protegidos de cara a un posible accidente. Suele estar situada en compartimentos estancos en una zona de bajo riesgo en la parte inferior del vehículo. Aún con todo, una fuerte colisión del vehículo puede producir un cortocircuito que derive en sobrecalentamiento y posterior incendio de la batería.
En los vehículos electrificados de Renault, las baterías están diseñadas para que no se incendien, ni durante la circulación, ni como consecuencia de un accidente. Pero aún así puede arder debido a deflagraciones externas, como incendios de edificios o actos vandálicos.
Con Fireman Access se consigue apagar una batería incendiada en un máximo de 10 minutos, lo que supone un avance importantísimo
El protocolo de actuación estándar recomendaría a los servicios de emergencia que, en caso de detectar humo o llamas incipientes (y siempre que no haya personas atrapadas), deben marcar un perímetro de seguridad y esperar a que acudan los bomberos. El mayor inconveniente de estos a la hora de sofocar un incendio en la batería, es precisamente la estanqueidad y protección de la misma. En un coche eléctrico o híbrido común, normalmente se necesitan en torno a 42.000 litros de agua y 3 horas de actuación para extinguir las llamas.
Ante este escenario, Renault y sus asesores del cuerpo de bomberos pensaron en un sistema que permitiese llevarlo a cabo con mayor celeridad. El resultado es el Fireman Access, un disco metálico termofusible que garantiza la estanqueidad en circunstancias normales, pero que con el calor de un incendio pierde consistencia y cede con la presión del chorro de agua de los bomberos. De esta forma, se consigue apagar una batería incendiada en un máximo de 10 minutos, lo que supone un avance importantísimo en la carrera contra el tiempo para salvar la vida de las víctimas.
SD Switch: socorrer un coche eléctrico sin peligro de electrocución
En un vehículo eléctrico, la electricidad almacenada en la batería es entregada al motor eléctrico a través de una red eléctrica o cableado de alta tensión. El voltaje es mucho mayor que el de una batería auxiliar común (12 V) o de la red doméstica (230V), ya que necesitamos mucha potencia para poner en marcha el vehículo y alcanzar altas velocidades. Lo habitual en un coche eléctrico común son 350 V, aunque Renault ya se mueve entre los 400 y 600 V y en un futuro cercano podría superar los 1000 V.
Aunque puedan parecernos muchos voltios, en realidad es una cifra muy equilibrada teniendo en cuenta el amperaje habitual en los vehículos eléctricos. En condiciones normales no existe riesgo alguno de electrocución, pero en caso de accidente de tráfico, la integridad de la red de alta tensión puede verse afectada, y por consiguiente producirse una derivación de corriente a la carrocería del vehículo.
Ante esto, el protocolo de seguridad dictaría actuar de forma similar al caso anterior. Es decir, que los servicios de emergencia deben esperar a la llegada de los bomberos (nuevamente, siempre que no haya víctimas en riesgo). Son los bomberos quienes cuentan con las herramientas para comprobar si existe derivación eléctrica en alguna parte del vehículo, aunque se planea que otros agentes puedan realizar también esta comprobación. Una vez que se descarta el riesgo de electrocución, se procede a intervenir el vehículo.
Renault ha desarrollado un dispositivo denominado SD Switch, que permite desconectar la batería de la red de alta tensión del vehículo e interrumpir el flujo eléctrico
Para este escenario, Renault ha desarrollado un dispositivo denominado SD Switch, que permite desconectar la batería de la red de alta tensión del vehículo e interrumpir el flujo eléctrico. Funciona como un fusible o interruptor mecánico de fácil acceso para los bomberos, que puede accionarse sin la necesidad de utilizar herramientas especiales ni tener que desplazar a los ocupantes del vehículo. Permite de esta forma que los servicios de emergencias puedan realizar sus tareas con total seguridad, y Renault incluso recomienda utilizarlo aunque no haya derivación de corriente.
Como vemos, tanto el Fireman Access como el SD Switch pueden facilitar mucho el trabajo de los bomberos en los accidentes de tráfico, y les permitirá ahorrar mucho tiempo en la asistencia de las víctimas. Estas innovaciones, junto con el QRescue y otros desarrollos de Renault, son incluidos ya de serie en todos los vehículos de su nueva gama, y el objetivo es que se conviertan en un estándar para la industria. Renault quiere que su visión de seguridad y la tecnología del programa Human First sea universal y accesible para todos los conductores.
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