Norhtvolt ha entrado en bancarrota. Después de semanas de conversaciones y de intentar encontrar nuevas financiaciones para el proyecto, la compañía sueca de producción de baterías para coches eléctricos ha solicitado la quiebra en Estados Unidos, según ha confirmado la propia compañía con un comunicado.
En el comunicado, la compañía explica que está trabajando para cumplir con todas sus obligaciones, tanto con los empleados como con los proveedores y que la solicitud de quiebra les permitirá tener acceso a 145 millones de dólares en efectivo, que se suman a otros 100 millones de dólares aportados por uno de sus clientes, al cual no se menciona.
Desde Reuters, sin embargo, señalan que la compañía sólo tenía en caja 30 millones de dólares. Era lo suficiente para mantener los trabajos durante una semana. Pero los problemas de Northvolt es que tiene una deuda terrible que asciende a 5.800 millones de dólares.
El objetivo ahora es conseguir una reestructuración de la empresa antes de que termine el primer trimestre de 2025, con el objetivo de sacar adelante una compañía que emplea a unos 6.600 trabajadores.
Nadie se atreve a financiar a la gran promesa europea
Hasta hace unos pocos meses, Northvolt era la gran esperanza europea para aliviar la dependencia china de baterías para coches eléctricos que arrastra Europa. Sin embargo, en poco tiempo el panorama económico de la empresa ha cambiado por completo. Ya en septiembre anunciaron el despido de 1.600 empleados.
Desde entonces, la compañía ha estado trabajando en encontrar nuevos socios, después de que el gobierno sueco descartara rescatar a la compañía. Movimientos que, evidentemente, no han dado resultado. El pasado lunes 18 de noviembre, Reuters ya adelantaba que la producción de Northvolt se estaba reduciendo en sus plantas.
La compañía, de la que Volkswagen tiene un 21% del accionariado, contaba con una una ayuda de 902 millones de euros del Gobierno alemán (700 millones de euros en formato de ayudas directas) para construir una planta con capacidad para producir 60 GWh en celdas de baterías. La producción debía empezar en 2026 y funcionar a pleno rendimiento en 2029.
Sin embargo, Northvolt perdió 1.00 millones de euros en 2023 debido a "múltiples retos y contratiempos" que impidieron aumentar la producción, en palabras de la compañía recogidas por Europa Press. El resultado, entre otros, es que BMW canceló un contrato que ascendía a 2.000 millones de euros por los continuos retrasos sufridos. Incluso Volkswagen ha sufrido dichos retrasos.
Las esperanzas rotas de Northvolt representan bien el panorama de los coches eléctricos en Europa. La Unión Europea sólo produce, en estos momentos, el 3% de las baterías que se venden en el mercado. La intención de Europa es crecer hasta producir el 25%. El reto es mayúsculo ya que, según la Agencia Internacional de la Energía), el 83% de las baterías para automóviles que se venden en todo el mundo las fabrica China.
Desde hace muchos años, China ha tomado el control de la fabricación de este tipo de baterías, desplazando incluso a países históricos del sector, como Corea del Sur. La dependencia del país asiático, por tanto, es enorme y es una muy mala noticia para una Unión Europea que ha decidido lanzarse a los brazos del coche eléctrico pero que sus propias instituciones declaran que no fabricamos las baterías suficientes.
La falta de socios para sostener a Northvolt refleja un problema de confianza en la empresa pero también pone en duda qué perspectivas tiene el mercado del avanzar del coche eléctrico en Europa. Según los últimos datos de ACEA, el coche eléctrico ha vendido entre enero y octubre 1.172.737 unidades. Por debajo del mismo periodo de 2023, cuando se matricularon 1.232.937. Esta caída del 4,9% también se refleja en un descenso de la cuota de mercado, pasando del 14% del año pasado a un 13,2%.
En plena transformación del mercado hacia el coche eléctrico y con una normativa de emisiones que obligará a vender menos coches de combustión y más vehículos enchufables, gran parte de los fabricantes europeos y los que aquí producen se encuentran dentro de una importante crisis. Volkswagen es la cabeza más relevante, amenazando con el cierre de tres plantas, pero Ford también ha anunciado el despido de 4.000 empleados en Europa. Y la competitividad europea no deja de ponerse en duda.
Foto | Northvolt
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