- La Unión Europea lleva años poniendo en marcha medidas para impulsar la igualdad en la representación y las oportunidades de las mujeres en las instituciones europeas.
- Repasamos el perfil de algunas de las pioneras europeas que abrieron camino luchando por la igualdad de derechos de las mujeres.
El año que acaba de terminar ya figura como uno de los más importantes de la Historia de Europa en materia de igualdad. 2019 se ha cerrado con la Comisión Europea más paritaria hasta la fecha: 11 comisarias, 15 comisarios y presidida por primera vez por una mujer, Úrsula von der Leyen.
Ambos hitos son el reflejo de años de trabajo en pro de situar a la mujer en el lugar que le corresponde. Aunque todavía queda camino por recorrer, son varias las medidas que se han impulsado desde la Unión Europea (UE) para fomentar la presencia femenina en sus instituciones.
La Europa más paritaria
El Pacto Europeo por la Igualdad de Género (2011-2020) enfatiza la importancia de aprovechar el potencial femenino en el mercado de trabajo. En 2012 la Comisión Europea propuso una legislación para lograr el 40% de representación femenina de las empresas que cotizan en bolsa. Y en 2014, el ex presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, se comprometió a lograr el 40% de presencia femenina en puestos de alta responsabilidad en esta institución antes del 1 de noviembre de este año 2019, una cifra que se ha logrado superar.
Uno de los mayores retos es conseguir la igualdad en los entornos de trabajo. Según el Instituto Europeo para la Igualdad de Género, las jóvenes europeas sufren desventajas y están en mayor riesgo de ser discriminadas en el mercado laboral que los chicos en áreas como la empleabilidad, la transición de la educación al empleo o el paro. También hay otros problemas comúnmente presentes como la desigualdad salarial, el empleo precario y la falta de conciliación.
En España, las medidas que se han aplicado en los últimos años se han visto reflejadas en una disminución de las diferencias entre hombres y mujeres en el ámbito laboral. Actualmente, nuestro país registra una puntuación de 70,1 sobre 100 en el último índice europeo de igualdad, 2,7 puntos superior a la media. Entre 2005 y 2017 la puntuación de España aumentó 7,9 puntos.
Las pioneras europeas
Lo conseguido a día de hoy se lo debemos a aquellas mujeres que dieron los primeros pasos en este difícil recorrido. Son mujeres que han despuntado en su tiempo por alzar la voz a favor de la igualdad en un mundo mayoritariamente masculino, como Olympe de Gouges, autora de la Declaración de los Derechos de la Mujeres y de la Ciudadana. Un documento publicado en 1791 como respuesta a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano que se aprobó en Francia en 1789 y en la que no se recogía la condición de la mujer.
Olympe de Gouges fue el seudónimo adoptado por Marie Gouze, nacida en una familia burguesa francesa. Siempre involucrada en la lucha por la igualdad, en 1792 escribió su obra más conocida, ‘La esclavitud de los negros’, para visibilizar la condición de este colectivo en la época colonialista. Su postura reivindicativa le llevó a pedir el derecho al voto para la mujer, el acceso a la educación y a la vida política. Entre sus pretensiones también abogó por la instauración del divorcio o el reconocimiento de los hijos nacidos fuera del matrimonio –como era su caso–. Su ideología y sus escritos fueron la causa de que fuera condenada a morir bajo la guillotina en 1793, a la edad de 45 años, y a pasar al olvido hasta bien entrado el siglo XX.
La lucha de Emmeline Pankhurst, líder del movimiento sufragista británico, se prolongó durante toda su vida. Nació en una familia con una larga tradición en la defensa de los derechos tanto de los hombres como de las mujeres, y con solo 14 años ya acudió con su madre a su primera manifestación en defensa del voto femenino. Su marido, Richard Pankhurst, también estaba alineado con la causa; y dos de sus hijas, Sylvia y Christabel, también la acompañarían en sus reivindicaciones. Pankhurst fue una incansable activista política. Fundó varias organizaciones, calificadas de radicales, desde las que defendió el sufragio feminista en Inglaterra. Una reivindicación que pudo ver cumplida en 1928, pocos meses antes de morir.
Más presente en el recuerdo está Simone de Beauvoir. Esta escritora y filósofa francesa es una de las figuras más reconocidas en la lucha por la igualdad de la mujer. Durante más de 50 años, mantuvo una relación poco convencional y abierta con Jean-Paul Sartre. En 1949 publicó su libro más polémico y reivindicativo, ‘El segundo sexo’. Un ensayo en el que de Beauvoir reflexionaba sobre la situación de las mujeres en todos los ámbitos y cómo el papel que ha venido desempeñando le ha venido dado social y culturalmente. Su frase “la mujer no nace, se hace” es una de las que mejor representa el movimiento feminista. Falleció en 1982.
En este repaso por las mujeres europeas que han abierto el camino a la igualdad en Europa no puede faltar la figura de Clara Campoamor. Esta abogada, escritora y política madrileña impulsó el sufragio femenino en España, que se logró en el año 1931 y que se pudo ejercer por primera vez en 1933. Una lucha que tuvo que lidiar incluso con la oposición de una gran mayoría de los miembros de la organización política republicana a la que pertenecía, el Partido Radical, pero que ganó en un debate frente a la también abogada Victoria Kent. Esta última no lo negaba, pero sí dudaba de que favoreciera a los partidos de izquierdas. Curiosamente, ninguna de las dos renovó su escaño en el Parlamento en las elecciones generales celebradas en 1933.
Herederas del arrojo de estas cuatro mujeres por la defensa de sus derechos en igualdad, Simone Veil se convirtió en 1979 en la primera presidenta del Parlamento Europeo. Veil no quiso dejar pasar la ocasión para reivindicar cuál había sido su papel: “Los jóvenes deben saber que hace más de 30 años hubo gente que pagó un precio muy alto por avanzar.”
El último nombre de mujer que ha pasado a formar parte significativa de la historia de Europa es el de Úrsula Von der Leyen, como la primera que preside la Comisión Europea. Su compromiso con la igualdad de género quedó patente en su discurso para solicitar su aprobación por parte del Parlamento: “Desde 1958 ha habido 183 Comisarios. Solo 35 eran mujeres. Eso es menos del 20%. Representamos la mitad de nuestra población. Queremos nuestra parte justa”. Y entre su lista de objetivos está, sin duda, conseguirlo y que hombres y mujeres estén igualmente representados en las instituciones europeas.