Puede que los portátiles de Alienware (una marca perteneciente a Dell) no destaquen por su delgadez, por originales bisagras para convertirlos en tablets o por diseños estilizados, pero nunca lo pretendieron. Estos equipos siempre han estado orientados a una cosa y solo a una: jugar en estos equipos con las mejores prestaciones posibles.
La firma ha renovado su gama de equipos portátiles y también ha presentado una nueva edición de su Alienware X51 Desktop, y en todos ellos vuelve a consolidarse esa apuesta por el PC de toda la vida como base para nuestro disfrute de los videojuegos. Pero además llegan con novedades importantes como puertos USB-C, Thunderbolt 3 o ese puerto para el ya conocido Graphics Amplifier que da acceso a gráficas dedicadas de sobremesa si necesitamos aún más leña que echar al fuego.
Una apuesta renovada por los portátiles para gamers
Los portátiles llegan con pantallas de 13,3, 15,6 y 17,3 pulgadas y con resoluciones que van desde los 1.366 x 768 y panel TN del modelo básico de 13 pulgadas a las pantallas (incluso táctiles) IPS opcionales UHD con resoluciones de 3.840 x 2.160 píxeles. A esas especificaciones se les suman procesadores Intel Core de la familia Haswell -nada de Skylake de momento, pero aún hay poco catálogo en ese sentido- gráficas que van desde las NVIDIA GTX 960M a las GTX 980M e incluso las Radeon R9 M395X, y una gran variedad de puertos.
Los diseños son lógicamente más "aparatosos" que los de los modernos ultrabooks, y estos equipos van de los 2,06 a los 3,78 kg y con grosores que van de los 27,9 a los 34,4 mm según la diagonal. En todos ellos contaremos con capacidad de overclocking dinámico que ayudará a quien no quiera lidiar con esa tarea para sacar aún más partido de esas CPUs.
Contamos, cómo no, con conectividad WiFi 802.11ac y con un conector de red GbE. Los precios parten de los 999 dólares del modelo básico del Alienware 13 a los 1.499 dólares del modelo básico del 17 pulgadas, aunque a partir de ahí las opciones pueden incrementar notablemente esos costes finales.
Y si esos portátiles no son suficiente...
Los Alienware 18 resurgen de sus cenizas y van un paso más allá con su pantalla de 18,4 pulgadas y resolución 1080p, procesadores Intel Core i7 (no estamos para minucias), gráficas NVIDIA GTX 970M o 980M, unidades de disco duro de 1 TB con opción de SSD de hasta 512 GB de acompañamiento, 16 o 32 GB de RAM, y un buen despliegue de puertos (4 USB 3.0, pero nada de USB-C, nos tememos) además de una batería de 86 Whr. Este monstruo, que pesa nada menos que 5,47 kg, tiene un precio de partida de 2.499 dólares.
Por último tenemos al Alienware X51, el PC de escritorio que tiene un tamaño realmente compensado y que por primera vez hace uso de los nuevos procesadores Intel de la familia Skylake -en concreto los Core i5-6600K o los Core i7-6700K- y de una configuración que casi podríamos considerar "modesta" para un equipo de este fabricante. Hasta 16 GB de memoria, gráficas como la GTX 960 o la Radeon R9 370 como máximo, diversos puertos frontales y traseros, conectividad 802.11ac y 802.11n en dos controladoras separadas, Bluetooth 4.0 y Gigabit Ethernet.
Lo curioso del caso es que este equipo "híbrido" de Alienware casi parece ser considerado por el fabricante como un paso intermedio entre sus portátiles y los PCs de sobremesa de la familia Area 51. Eso se nota no solo por las dimensiones de la caja (343 x 318 x 95 mm) o por el peso (5,49 kg, muy poco por encima del Alienware 18) sino sus opciones: tendremos la posibilidad de elegir una configuración con refrigeración líquida, pero también acceso al Graphics Amplifier con el que añadir más potencia gráfica a este equipo de sobremesa.
Nos preguntamos si ya puestos el usuario no iría directamente a un equipo de mayores dimensiones, pero disfrutar de esa opción de cara al futuro no parece mala idea. El precio parte de los 1.100 dólares, y como en los casos anteriores, de momento no parecen estar disponible fuera de Estados Unidos.
Vía | AnandTech
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