Los últimos días ya se sospechaba que Apple renovaría su gama de ordenadores portátiles, y lo ha hecho con una serie de mejoras de los MacBook Air que, ojo, no afectan a una de las características más demandadas y esperadas: la posibilidad de ofrecer modelos con pantalla Retina.
Nos tendremos que conformar con cambios que aunque importantes no resuelven esa pequeña crítica que se le sigue haciendo a estas soluciones. Apple se ha centrado en hacerlos más competitivos en precio y prestaciones, ya que ha reducido algo el coste de estos portátiles, y además ha mejorado sus configuraciones con procesadores más potentes.
La línea de portátiles se actualiza con procesadores Haswell algo más potentes: los modelos de gama básica llegan con un Intel Core-i5 a 1,4 GHz en lugar de la versión anterior a 1,3 GHz, una mejora sensible que también se nota en el modo Turbo Boost que llega a los 2,7 GHz en lugar de los 2,6 GHz que ostentaban los anteriores modelos.
Además, los nuevos portátiles reducen su precio de forma significativa, y el MacBook Air de 11 pulgadas se puede conseguir por 929 euros en su configuración básica, mientras que la versión de 13 pulgadas parte de los 1029 euros si optamos por la configuración con la unidad SSD de 128 GB.
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