Quién lo iba a decir. Durante los últimos años Apple no ha dado grandes pasos en falso, pero abandonar a Intel para apostarlo todo a su propio porfolio de procesadores ARM entrañaba algunos riesgos. El rendimiento de estos chips podría no haber estado a la altura que los usuarios exigimos al cerebro de un ordenador portátil de última hornada, pero ya llevamos casi un año y medio poniéndolos a prueba, y, objetivamente, a Apple le ha salido bien la jugada.
A toro pasado es fácil defender que esta empresa no habría dado este paso si no lo tuviese todo bien atado, pero los de Cupertino no son infalibles, como no lo son tampoco los ejecutivos de las compañías con las que 'pelea'. En cualquier caso, no cabe ninguna duda de que los procesadores M1 son muy competitivos, y las pistas que tenemos acerca de sus sucesores, los chips M2, prometen. Mucho.
Apple dio el primer paso en el camino que está recorriendo actualmente en 2012. La licencia que había adquirido a ARM hasta ese momento le permitía elaborar sus propios chips tomando como punto de partida los núcleos Cortex diseñados por esta última empresa, pero ese año compró una nueva licencia más ambiciosa. Una que le permitía diseñar su propia microarquitectura sobre ARMv7.
Qué sabemos y qué podemos esperar de los procesadores M2
Durante los últimos días se han filtrado algunas características de los chips que darán forma a la familia M2, y son creíbles. Lo son porque, como podemos intuir, los próximos procesadores de Apple subirán la apuesta integrando más núcleos de propósito general y más núcleos gráficos que los chips de la misma categoría que los han precedido.
Según estas filtraciones el procesador M2 'básico', el que no tendrá ningún apellido, integrará 8 núcleos de CPU (probablemente 4 de alto rendimiento y otros tantos de alta eficiencia) y 10 núcleos gráficos, por lo que, de ser así, incorporaría dos más de este último tipo que el chip M1.
Los archivos 'log' que se han filtrado también recogen que el procesador M2 Max integrará 12 núcleos de CPU y 38 núcleos gráficos, lo que sobre el papel le permitirá aventajar con claridad al M1 Max, que aglutina 10 núcleos de CPU (8 de alto rendimiento y 2 de alta eficiencia) y 24 o 32 núcleos gráficos según la versión por la que optemos.
Estas cifras son plausibles, y, además, nos invitan a prever que los procesadores M2 Pro y M2 Ultra seguirán este mismo camino, por lo que probablemente también integrarán más núcleos que sus predecesores, los chips M1 Pro y M1 Ultra. Sin embargo, por muy cómoda que sea su posición actualmente, que lo es, Apple no puede conformarse simplemente con incrementar el número de núcleos de sus procesadores.
Esto nos lleva a la que sin duda es la pregunta más interesante que podemos hacernos: ¿cuál será la envergadura de las modificaciones que los ingenieros de esta compañía introducirán en la microarquitectura de sus próximos procesadores de la familia M2? Podemos estar seguros de que su impacto en su rendimiento global, y, sobre todo, en su rendimiento por vatio, será crucial.
Incrementando únicamente el número de núcleos, y manteniendo intacta la microarquitectura, Apple conseguiría aumentar la productividad de estos procesadores en los escenarios multihilo más exigentes, pero no mejoraría su rendimiento por vatio, y tampoco su productividad en escenarios de uso monohilo.
Sin embargo, refinando algunos de los subsistemas que con toda probabilidad los ingenieros de esta marca atacarán, como los algoritmos de predicción de bifurcaciones del código, la política de administración del subsistema de memoria caché o la desactivación de aquellas partes de la lógica que no están siendo utilizadas durante un cierto lapso de ciclos de reloj, no solo conseguirán incrementar su rendimiento global; también podrán mejorar su rendimiento por vatio.
Por muy cómoda que sea su posición actualmente, a Apple no le queda más remedio que poner toda la carne en el asador. La competencia aprieta, y lo que aún no sabemos es qué margen de mejora tiene la microarquitectura de los chips M1 de Apple. Afortunadamente, parece que no tendremos que esperar mucho para averiguarlo.
Y es que, según Nikkei, los primeros ordenadores de esta marca equipados con procesadores de la familia M2 llegarán a las tiendas a principios de este verano. Por supuesto, cuando desembarquen los pondremos a prueba con la intención de saciar nuestra y vuestra curiosidad, y, sobre todo, para averiguar si realmente están a la altura de las expectativas que están generando desde hace varios meses.
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