Google ha cancelado el desarrollo del nuevo Pixelbook y ha disuelto el equipo que estaba trabajando en él. Así lo afirman fuentes cercanas a la empresa que revelan que el proyecto ha sido abandonado como parte del plan para recortar gastos en Google.
La decisión puede chocar teniendo en cuenta que los Chromebook tuvieron un éxito singular durante la pandemia aunque también fueron los primeros en caer en ventas. Sin embargo esta decisión parece adecuada no ya por la caída de ventas o el ahorro que su desarrollo le supondrá a la compañía, sino por otro argumento aún más potente.
Los Pixelbook nunca han cuajado
El clima económico es sin duda una razón de peso para acotar esfuerzos. Sundar Pichai, CEO de Alphabet (matriz de Google), ya habló en julio de una desaceleración de las contrataciones y la reorganización de esfuerzos y recursos. Este movimiento desde luego también responde a esa intención de controlar el gasto e imita de hecho el que otras grandes tecnológicas han hecho en los últimos meses.
La idea de crear un Pixelbook fue estupenda. Google, que lanzó su sistema operativo Chrome OS a finales de 2010 —llevaba meses hablando de él— quiso demostrar a los fabricantes hasta dónde se podía llegar con esa propuesta.
Los Chromebooks siempre fueron portátiles modestos, pero tanto el Chromebook Pixel de 2013 como su sucesor, el Pixelbook de 2017, demostraban que esa apuesta hardware podía ir más allá.
El producto, no obstante, acabó teniendo un éxito muy limitado y la propia Google comenzó a desinflarse hace años y a dejar un poco de lado el desarrollo de su sucesor. El Pixel Slate tampoco triunfó y se abandonó un año después de salir al mercado, y el último esfuerzo de Google en este sentido fue un Pixelbook Go que no aportaba nada especialmente diferencial.
Eso deja claro que los Pixelbook nunca han acabado de cuajar. Google consiguió demostrar que nuevos formatos y rangos de producto eran posibles. Su filosofía parece acercarla un poco a Apple: controlar tanto el hardware como el software debería plantear productos más pulidos, pero lo cierto es que eso también era un arma de doble filo.
Y lo era por la misma razón que Microsoft tampoco pisa especialmente el acelerador con sus Surface. Chrome OS es un sistema operativo abierto a otros fabricantes, así que plantear que los Pixelbook podían ser mejores que cualquier otro Chromebook del mercado era peligroso y amenazaba las alianzas con sus partners.
El triunfo de los "otros Pixelbook"
Si Google realmente ha cancelado esos esfuerzos y el desarrollo de un nuevo Pixelbook desde luego nos encontraremos ante un catálogo menos rico y variado, pero lo cierto es que a estas alturas esa decisión no debería tener un impacto especialmente significativo en este mercado ni en los usuarios.
Y no lo tendrá porque afortunadamente otros fabricantes han cogido el testigo del Pixelbook. Productos como el HP Elite Dragonfly Chromebook, el Lenovo Chromebook Duet 5 o el Samsung Galaxy Chromebook 2 son una excelente muestra de hasta dónde pueden llegar estos dispositivos hoy en día.
Podemos ir a productos más modestos, sin duda, pero estos tres ejemplos son especialmente notables por sus prestaciones o su buen equilibrio entre esas prestaciones y el precio y son tan solo una pequeña parte de un catálogo que cada vez es más y más amplio gracias al apoyo de los fabricantes.
No solo eso: hasta no hace mucho solo ciertos equipos validados por Google podían llegar con Chrome OS preinstalado, pero ahora es posible instalar Chrome OS casi en cualquier equipo. Chrome OS Flex es la versión preparada para competir "a lo Windows" y facilitar así que cualquiera pueda probar esta alternativa en su PC o portátil sin demasiados problemas.
Teniendo en cuenta esa variedad de opciones, que los Pixelbook desaparezcan y no aparezcan nuevos modelos —si se confirman esos datos filtrados— es una lástima, pero desde luego no una tragedia.
Laura Breen, portavoz de Google, explicaba en The Verge que "Google no comparte planes de productos futuros ni información sobre el personal; sin embargo, estamos comprometidos con la construcción y el apoyo de una cartera de productos de Google que son innovadores y útiles para nuestros usuarios".
Además, añadía, "En lo que respecta a nuestro personal, en los momentos en que cambiamos las prioridades, trabajamos en la transición de los miembros del equipo a través de los dispositivos y servicios".
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