Los equipos de sobremesa compactos basados en Windows 8 siguen aprovechando la interfaz del sistema operativo de Microsoft con diseños que apoyan ese gusto por lo táctil, y un buen ejemplo de esto es el nuevo HP Envy Rove 20, que con su pantalla de 20 pulgadas ofrece un curioso compromiso entre un PC de sobremesa All-in-One y cierta portabilidad.
Este equipo podría ser considerado por un lado como un tablet de gran tamaño con la capacidad de convertirse en un equipo de sobremesa. Por el otro, por supuesto, están sus prestaciones como principal ordenador en nuestro hogar o lugar de trabajo, y que además da esas facilidades táctiles que parte de los usuarios empiezan a valorar de forma notable.
Un diseño limpio es el mejor comienzo
Una de las ventajas de los equipos All-in-One es su capacidad para llamar la atención con atractivas líneas de diseño. Su característica principal, lo compactos que resultan, se combina con formas que recuerdan claramente al mundo de los tablets, de los cuales toman muchas ideas.
De hecho, el HP Envy Rove 20 parece, a primera vista, un tablet gigante. Podemos interactuar con él de ese modo, desde luego, aunque su peso --5,3 kilogramos-- lo hace desaconsejable salvo en ocasiones puntuales. Ese peso y sus dimensiones no permiten pensar en él como un portátil, pero desde luego sí como un equipo que podríamos trasladar sin problemas a sitios en los que prolonguemos algo la estancia, por ejemplo en vacaciones de cierta duración.
La postura natural del Envy Rove 20 es la que ha pensado HP para él: un pie de apoyo a modo de "pata de cabra" se despliega de la parte trasera con elegancia y ofrece dos puntos de inclinación.
Ese mecanismo, aunque interesante, supone la primera limitación de este sistema, ya que no tendremos libertad al elegir el ángulo de visión con el que queremos trabajar con el equipo. Aún así, las posiciones eran correctas y adecuadas para el trabajo convencional, por lo que este pequeño hándicap no parece especialmente problemático.
El HP Envy Rove 20 no es un prodigio de la delgadez, pero no lo necesita. Con sus dimensiones de 50,6 x 6,65 x 32,1 cm se trata de un equipo acorde con el tamaño de pantalla --algo más grueso de lo que sería deseable, eso es cierto-- y que cuenta con una parte trasera curvada que, curiosamente, provoca un pequeño desequilibrio cuando lo tenemos apoyado encima de una mesa en modo tablet. La sensación es la misma que cuando una mesa cojea: de nuevo no es un problema grave --las ocasiones en las que trabajaremos en ese modo serán probablemente mínimas-- pero es un punto a destacar en ese diseño.
Especificaciones del HP Envy Rove 20
Ese diseño y sobre todo ese grosor, no obstante, se compensa con una elección de componentes decente. En primer lugar tenemos el procesador Intel Core i3-4010 (familia Haswell) a 1,7 GHz, un modelo dual-core que puede no ser el mayor exponente de potencia actual, pero que por sus prestaciones y eficiencia (su TDP es de 15W, algo notable) resulta adecuado para un desarrollo de este tipo.
La GPU integrada es Intel HD 4400, que permitirá algunas alegrías a la hora de utilizar el equipo en videojuegos, pero que no podremos aprovechar para títulos de última hornada con modos gráficos de alta calidad.
A ese procesador le acompañan 4 GB de memoria RAM DDR3, y un disco duro SATA de 1 TB a 5.400 ROM. Aunque no se incluye una unidad SSD en toda regla --esa opción debería ser casi obligatoria en equipos de estas gamas-- sí que integran una memoria Flash de 8 GB que se utiliza para acelerar el acceso a datos frecuentemente utilizados. No se utiliza como una capacidad auxiliar de almacenamiento y no es accesible para el usuario, pero resulta de ayuda para el sistema que la usa para mejorar tiempos de respuesta de forma sensible. No lo bastante, como comentamos más adelante.
La pantalla es por supuesto otro de los puntos importantes del HP Envy Rove 20: cuenta con una resolución de 1.600 x 900 píxeles, y se trata de un modelo multitáctil que nos permitirá hacer uso de diversos gestos para controlar la interfaz propuesta por el sistema operativo Windows 8 de 64 bits preinstalado en el equipo.
Una de las sorpresas del equipo es la inclusión de conectividad 802.11ac, el nuevo estándar que logra mayores velocidades de transferencia y mejor alcance que las ediciones anteriores de estándares WiFi con los que también es compatible. Esa conectividad se completa con soporte Bluetooth 4.0 y con soporte WiDi.
El sonido se proporciona a través de unos altavoces con subwoofer y con tecnología Beats Audio que sorprenden por su buen comportamiento y calidad de sonido. La webcam HP TrueVision con dos micrófonos integrados --lo que ayuda a la cancelación de ruido y supresión del eco en videoconferencias, por ejemplo-- es otro de los elementos imprescindibles.
Contamos con un módulo (incluido) adaptador de USB a Ethernet 10/100, tres puertos USB 3.0, salida de auriculares, entrada de micrófono, lector de tarjetas SD y un singular botón en el lateral izquierdo que sirve para controlar la rotación de pantalla. Con el equipo se incluyen un teclado y un ratón inalámbricos decentes que permiten ponerse a trabajar con el equipo desde el primer minuto.
Una de las notas curiosas de este equipo es que en su funcionamiento en modo tablet no necesita estar conectado a la corriente: dispone de una batería con autonomía de 4 horas que permite utilizarlo de forma autónoma, lo que puede dar mucho juego en diversos escenarios.
Trabajando (y jugando) con el HP Envy Rove 20
Los equipos Todo en Uno tienen un encanto especial. Su diseño, sus dimensiones compactas y la inclusión en los últimos tiempos de pantallas táctiles hacen que en cierto modo uno se olvide de que estos equipos deberían comportarse como útiles sustitutos de un PC de sobremesa tradicional.
Al Envy Rove 20 le ocurre exactamente eso: probar juegos como EA Monopoly, FingerTaps, Jigsaw War o Air Hockey con la tradicional experiencia táctil resulta curioso durante cierto tiempo. Por supuesto, esa opción resulta interesante, y también lo es el hecho de que la interfaz de Windows 8 invite a que toquemos la pantalla cuanto nos apetezca.
De hecho, existen apliaciones que también invitan a disfrutar de esa capacidad táctil. Curiosamente Google Earth no ofrecía soporte para gestos táctiles como el de la "pinza" para hacer zoom, pero sí lo posibilitaba Bing Maps, la propuesta de serie de Microsoft que de hecho está instalada de serie en Windows 8 y que permite comprobar esa potencia táctil tan llamativa.
El problema llega al trabajar con un equipo que está algo limitado por su procesador y, sobre todo, por su disco duro. Para los que trabajamos normalmente con equipos con unidades SSD, volver a una unidad mecánica como pilar del almacenamiento resulta muy duro: los tiempos de respuesta y las velocidades de transferencia parecen (son) de otra época.
Esas percepciones se extendieron durante todo el periodo de pruebas del equipo: las aplicaciones tardaban algo más de lo deseable en abrirse, y lo mismo ocurría al transferir ficheros o al tratar de utilizar el equipo de una forma más intensiva. El procesador es decente y la GPU es superior a la que ofrecía Intel con Ivy Bridge, pero aún así nos encontramos ante un equipo con clara orientación a un uso algo reducido en prestaciones puras. Si sois usuarios intensivos de aplicaciones algo más exigentes, quizás la opción debería ser otra.
Conclusiones
El All In One de HP forma parte de una familia que sigue creciendo con el tiempo y que sin duda tiene buenas raíces. La pregunta obvia que surge es la de si valoramos especialmente esa capacidad táctil o el formato compacto y atractivo del equipo sobre su rendimiento.
De hecho, el precio de este HP Envy Rove 20, que es de 999 euros, nos hace preguntarnos si no es más interesante contar con algún Ultrabook que se acerque a ese precio. Hoy en día las propuestas en ese sentido son múltiples (HP tiene varias más que aceptables), y salvo que valoremos especialmente ese tamaño de pantalla el formato AiO nos sigue planteando muchas dudas.
Sobre todo cuando a la opción Ultrabook le sumamos un monitor de 20 (o más) pulgadas decente al que conectar el teórico portátil. Puede que el coste se incremente sensiblemente, pero la portabilidad es absoluta (por supuesto, sin el monitor auxiliar) y el rendimiento será probablemente superior en la inmensa mayoría de los escenarios. El apartado táctil y el modo tablet de este HP Envy Rove 20 es interesante, sin duda, pero quizás sería más adecuado aplicarnos el "cada oveja con su pareja" y tener un tablet para ciertos escenarios, y un portátil (o sobremesa al uso) decente para el resto.
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Más información | HP En Xataka | HP Envy Rove 20: nuevo sobremesa con aspiraciones de tablet gigante
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