Huawei MateBook X, análisis: un ultraportátil fantástico contagiado por la fiebre USB-C

Huele a MacBook, parece un MacBook, pero no es un MacBook. El Huawei MateBook X es un equipo que está desarrollado a imagen y semejanza del equipo de Apple, pero que se diferencia de él en dos cosas muy importantes.

La primera, que está basado en Windows, algo que hace que tengamos una alternativa evidente si nos gusta ese formato ultradelgado y ultraligero. La segunda, aún más importante, que esto es como un MacBook salvo por la otra cosa: que está bastante mejor hecho.

Especificaciones técnicas

Hasta no hace mucho pensar que un equipo con estas características físicas contara con unas prestaciones como estas sería impensable, pero aquí tenemos a uno de los máximos representantes de esa generación sorprendentemente completa y a la que al menos en términos de "potencia interna" no tiene nada que envidiar a otros competidores de mayor volumen.

Huawei MateBook X
Pantalla IPS 13 pulgadas, resolución 2.160 x 1.440
Tamaño 286 x 211 x 12,5 mm
Peso 1.050 gramos
Procesador Intel Core i5-7200U
Gráficos Intel HD Graphics 620
RAM 4 GB
Disco 256 GB
Sistema operativo Windows 10 Home
Conectividad Wi-Fi 802.11ac 2x2 MIMO, Bluetooth 4.1
Puertos 2 x USB-C , puerto auriculares
Precio 1.399 euros

No hay muchas pegas que ponerle al equipo en cuanto a esa hoja de características salvo en materia de conectitivdad, pero puestos a pedir sugeriríamos dos mejoras. La primera, la posibilidad de optar por un modelo con 16 GB de RAM, una cantidad de memoria cada vez más demandada entre usuarios especialmente exigentes.

La segunda, la utilización de la interfaz Thunderbolt 3 en uno de esos puertos USB-C. Ya que volvemos a estar condenados sin ranura Micro SD o puertos USB convencionales, aquí Huawei podría al menos haber reforzado su apuesta de futuro con un estándar cada vez más versátil.

Los fanless ya no son los hermanos pobres del rendimiento

En esa configuración hardware destaca en primer lugar el procesador, que es todo un Intel Core i5-7200U. Habitualmente no encontramos este tipo de micros en diseños ultracompactos, pero la eficiencia energética de los nuevos Kaby Lake ha hecho que por fin podamos contar con un rendimiento mucho más notable en este tipo de equipos.

De hecho una de las características más llamativas del equipo es la de que no hay presencia de ventiladores. La magia fanless hace que nos encontremos ante un equipo totalmente silencioso y que además mantiene las temperaturas bajo control en todo momento.

Un sistema de refrigeración especial que sus responsables califican como "de cambio de fase" es el responsable de esa gestión de la que es difícil encontrar detalles técnicos, aunque hay estudios que nos pueden ayudar a profundizar en el tema. La idea consiste en la capacidad de ese material para derretirse y solidificarse a ciertas temperaturas, lo que ayuda a disipar el calor y a refrigerar el sistema cuando es necesario.

A ese sistema le ayuda otro igualmente coherente que ya hemos visto en otros equipos: cuando el software detecta temperaturas algo más altas de lo recomendable, se "recortan" las capacidades del procesador principal, reduciendo su frecuencia de trabajo para que no haya problemas de sobrecalentamiento.

En nuestras pruebas, desde luego, el equipo ha respondido a las expectativas. Salvo durante el proceso de carga, en la que tanto la parte inferior como la parte cercana a la pantalla se calentaba, las temperaturas eran bajas en el resto de los escenarios de uso, incluso con una carga elevada de trabajo.

Todo esto no hace sino confirmar esa tendencia que hace que equipos ultradelgados nos ofrezcan cada vez más prestaciones sin tener que recurrir a una refrigeración activa que entre otras cosas genera molestos bufidos en algunos momentos. Ya hemos visto como algunos tablets convertibles denueva generación lo hacen, y este MateBook X también confirma esa capacidad que desde luego es bienvenida en este segmento.

Diseño: difícil hacer un portátil más compacto

La seña de identidad del nuevo Huawei MateBook X es precisamente su formato ultradelgado y ultraligero. Estamos ante un equipo con una pantalla de 13 pulgadas que curiosamente adopta un formato de pantalla 3:2 y que lo hace con otro apartado interesante: su prodigiosa delgadez.

Los 12,5 mm de grosor hacen que estemos ante un portátil que sorprende por su perfil pero también por su peso, que apenas supera el kilogramo (1.050 g). Esas dos dimensiones hacen que nos encontramos ante un equipo que claramente está orientado a quienes tienen como prioridad el diseño y tamaño del equipo.

En Huawei ofrecen tres colores distintos para el equipo: gris, dorado y rosa dorado. Este último ha sido el que Huawei nos ha cedido para las pruebas, y aunque no es el color que yo elegiría para este equipo si fuera a comprarlo, es evidente que la opción llama la atención a cierto nicho de usuarios.

Ese color lo recubre todo, tanto en la tapa del portátil como en el teclado y la parte inferior, que tienen un color totalmente uniforme y sin áreas que jueguen con otras tonalidades.

La pantalla tiene unos marcos muy reducidos, que de hecho van ligeramente más allá que los ya de por sí destacables Dell XPS 13 con su Infinity Display. De hecho aquí vamos un gran acierto a la hora de mantener un marco superior algo más ancho pero que es vital para poder situar en esa parte la webcam (algo pobre, eso sí, aunque nos salve en las videoconferencias) del equipo.

Ese formato de pantalla 3:2 está comenzando a popularizarse sobre todo en tablets, pero no habíamos visto demasiados portátiles puros que fueran a este tipo de diagonal. Aunque personalmente creo que la productividad y el disfrute aumentan en equipos 16:9 a la hora de poder trabajar con dos ventanas o a la hora de disfrutar de vídeos, es cierto que este tipo de ratio de pantalla puede ser muy atractivo para trabajar con aplicaciones maximizadas.

En ese diseño también destacan los puertos de conexión: en la parte izquierda tenemos el USB-C con interfaz USB 3.1 Gen 1 que dobla como puerto de carga, junto al que encontramos el puerto de auriculares. En el otro lateral tenemos el otro puerto USB-C, que lamentablemente no sirve como puerto de carga.

Tanto el teclado como el touchpad están muy bien resueltos. Nos ha gustado especialmente el teclado, con un recorrido y tacto fantásticos incluso con un perfil tan reducido y que dejaba poco margen de maniobra a los ingenieros de Huawei.

El touchpad tiene unas dimensiones más que aceptables, y aunque todo en general está algo "apretado" debido a las propias dimensiones del equipo, tanto el tamaño de las teclas como el del touchpad era notable. En nuestro caso el equipo venía con teclado americano, pero eso no ha supuesto ningún problema tras configurar el mapa del teclado en español en Windows 10.

Encima de ese teclado nos encontramos con una rejilla de ventilación a la derecha de la cual está otro de los protagonistas de este diseño: el botón de encendido, que dobla su función para convertirse además en un sensor de huella dactilar sorprendentemente eficaz.

Si quieres delgadez, prepárate para el 'donglelife'

El diseño del MateBook X de Huawei es condenable por las mismas razones que en el pasado hemos condenado diseños ultradelgados similares. Los fabricantes saben a lo que se exponen con este tipo de equipos, y los usuarios se ven limitados por una oferta de puertos de conexión realmente escasa.

Este equipo parece también inspirado en el MacBook de Apple hasta en eso, pero al menos integra dos puertos USB-C en lugar de uno solo. Es una pena que solo uno de ellos se puede utilizar como puerto de carga, pero la verdadera pena es que no se hayan integrado algún puerto adicional más o que esos puertos USB-C no integren una interfaz Thunderbolt 3 que daría aún más juego.

Aquí echamos de menos desde luego un puerto USB tradicional, pero también un lector de tarjetas SD o al menos Micro SD. Para tratar de suavizar el golpe, eso sí, en Huawei incluyen un pequeño dongle que se conecta al puerto USB-C y que incluye un puerto USB 3.0, otro USB-C, un puerto VGA (sí, VGA) y otro HDMI.

Ese accesorio permite por tanto solventar parte del problema y desde luego aumenta las opciones de conectividad, aunque ya puestos hubiéramos abogado por sustituir el puerto VGA con uno DisplayPort o Mini DisplayPort, y quizás, ya dándolo todo, un puerto RJ-45 para conexiones Ethernet. No ha habido tanta suerte, pero desde luego el gesto de Huawei es destacable.

El Huawei MateBook X es pequeñito pero matón

Era fácil prever que con esa configuración hardware el comportamiento de este "pequeñín" fuera sorprendente. Los últimos avances en las familias de procesadores Kaby Lake hacen que los micros para este tipo de equipos no tengan que ser ediciones súper-recortadas de las CPUs para equipos de sobremesa.

De hecho ese Core i5-7200U se sitúa en la misma línea que ya habíamos visto con el Samsung Galaxy Book hace unas semanas, ya que comparten ese mismo procesador. El rendimiento de ambos es muy similar, y es interesante comparar ambos con el nuevo Surface Pro de Microsoft.

Huawei MateBook X (Core i5-7200U Lenovo Yoga 900 (Core i7-6500U) Surface Pro (Core i7-7300U Samsung Galaxy Book (Core i5-7200U)
PCmark Home 3.135 2.841 2.681 3.160
PCmark Creative 4.024 3.722 3.865 3.962
3DMark Cloud Gate 5.508 5.472 5.556 4.962
3DMark Ice Storm 50.708 60.246 28.284 50.491

Estas pruebas demuestran un excelente comportamiento tanto en tareas de propósito general (PCMark) como en videojuegos. Es cierto que como de costumbre con una GPU integrada como la Intel HD Graphics 620 no podremos aspirar a una experiencia de gaming pura, pero desde luego podrá satisfacer nuestras necesidades en sesiones ocasionales y con títulos que son modestamente exigentes visualmente.

Ese buen rendimiento se confirmaba con los resultados de la prueba CrystalDiskMark, que también han sido fantásticos: la unidad SSD integrada en este equipo logró unas tasas de lectura y escritura secuencial de 1.281 y 625 MB/s respectivamente, por encima de un buen número de competidores.

Otra de nuestras habituales en el marco de las pruebas sintéticas es Geekbench 4, y en ella también se demostró el buen comportamiento de este procesador, que obtuvo 3.531 puntos en la prueba Single-Core y 7.236 puntos en la Multi-Core.

Así es trabajar y disfrutar con el Huawei MateBook X

Pocos peros se le pueden poner a la experiencia de trabajar con este ultraportátil de Huawei, que como ya anticipan las pruebas logra ofrecer un rendimiento excepcional que lo es aún más si consideramos su grosor.

Las sensaciones que transmite el MateBook X son excelentes desde el primer momento. La pantalla cuenta con una resolución 1.440p más que suficiente (nosotros la usamos con un escalado del 150%), pero es que en este componente Huawei ha acertado con el diseño de pantalla brillante (cuidado con los reflejos en exteriores, eso sí) y con su tratamiento del color.

Tenemos ante nosotros una representación fiel pero 'alegre' de las distintas tonalidades. No hay sobresaturación, pero el contraste y el brillo están muy bien predefinidos y la experiencia a la hora de trabajar y de disfrutar de contenidos multimedia es excelente.

Aquí, atención, una nota destacada en este maremágnum de convertibles que nos rodea: la pantalla no es táctil y tampoco se abate. Estamos ante un portátil puro que quiere ser solo eso, para bien, y para mal.

El que busque esa opción de interactuar con gestos táctiles (o con un stylus ahora que Microsoft está propomocionando tanto su tecnología Windows Ink) en pantalla podría sentirse decepcionado, pero si esa característica no os llama la atención, aquí tenéis a un gran candidato a serviros como compañero de fatigas.

Es preciso detenerse justo en ese citado punto del entretenimiento multimedia. Los altavoces con tecnología Dolby que el Matebook X esconde bajo esa pequeña rejilla de encima del teclado han sido una de las sorpresas más importantes de este equipo, sobre todo cuando además podemos personalizar esa experiencia con la aplicación 'Dolby Atmos Sound System'.

La calidad del sonido es muy buena (con las limitaciones que impone este diseño) pero lo que es realmente notable es el volumen al que puede llegar este portátil: no recuerdo una potencia de sonido similar en otros portátiles tanto ultradelgados como convencionales.

Como ya habíamos adelantado, el teclado es igualmente sobresaliente, y aquí es inevitable la comparación con los MacBook que aun habiendo mejorado en este apartado en su última generación, cuentan con un teclado que al menos personalmente no me convence con ese nuevo mecanismo mejorado de "mariposa". El recorrido y tacto de las teclas es casi el que uno podría esperar de un portátil mucho más grueso, y se agradece que Huawei haya optado por este tipo de configuración.

El touchpad también se comportó sin problemas y el soporte de los gestos táctiles de Windows 10 es completo. En nuestro equipo de pruebas, eso sí, la distribución de teclado era la americana, pero no costó demasiado acostumbrarse a ella, sobre todo si tenemos en cuenta que la respuesta, tamaño y disposición de esas teclas era muy correcta.

Mención especial aquí para el sensor de huella situado sobre el botón de encendido. En nuestras pruebas con otros equipos con tecnología Windows Hello las webcams con reconocimiento facial o de iris nos parecieron la mejor opción para equipos portátiles, pero lo cierto es que el sensor de huella se ha comportado de forma tan excepcional que cuesta no plantearse qué opción es mejor.

Uno pensaría que el sensor táctil es más natural en smartphones, donde el gesto de poner el dedo sobre ese sensor es casi involuntario. Algo parecido ocurre con las webcams en portátiles dado que usamos estos productos "mirándolos de frente". Sin embargo el sensor de huella en el MateBook X se comporta fantásticamente y creemos que confirma que esa ayuda de la biometría hace que las sesiones de trabajo sean aún más cómodas, sobre todo si tenemos que salir y entrar de la sesión de trabajo a menudo.

La elección de Windows 10 Home como sistema operativo preinstalado es coherente con la orientación de este equipo, y como era de esperar no nos libramos de algo de bloatware. Demos de juegos como 'Fallout Shelter'. 'Candy Crush Soda Saga', 'March of Empires: War of Lords' o 'Asphalt 8' nos esperan tras el primer inicio, pero lo hacen con alguna sorpresa más interesante como la citada aplicación de perfiles de audio o la llamada 'MateBook Manager', que permite gestionar el estado del equipo (recordando un poco al papel que estas aplicaciones desempeñan en móviles) y las descargas de nuevos controladores, por ejemplo.

Casi todo parece un acierto en el MateBook X, pero hay un apartado en el que tendremos que hacer un sacrificio para disfrutarlo, y ese es el de la autonomía de la batería. En nuestras pruebas con un uso continuado hemos comprobado que esa autonomía ronda las 6 horas, quizás 7 si somos cuidadosos.

Esa limitación está algo compensada por el hecho de que el MateBook X soporta carga rápida y además el cargador/adaptador de corriente parece más propio de un móvil de que un portátil: es sorprendentemente pequeño, uno de los más compactos que hemos visto en el mercado, sin duda.

Aquí el grosor lógicamente limita las posibilidades, pero en usos intensivos hay que tener en cuenta que esa duración de la batería se reducirá aún más. Atentos a ese parámetro si estáis pensando en adquirir un equipo como este.

Huawei MateBook X, la opinión y nota de Xataka

El equipo de Huawei destaca en muchos apartados: su tamaño lo orienta a los amantes de los portátiles puros que además buscan movilidad absoluta, y desde luego si os sentís atraídos por las pantallas táctiles tendréis que descartar esta opción.

Si esa característica no es prioritaria, estaréis ante uno de los equipos más completos del segmento en su área. Un portátil que a nuestro juicio corrige varios de los defectos del MacBook (copiando el formato, desde luego) aunque nos sigan condenando a otros como esa ausencia de puertos que no son USB-C. Aquí mal por Huawei por no haber aprendido de las críticas que los usuarios de Apple le hicieron a los últimos MacBook Pro.

El MateBook X brilla por su configuración hardware, su pantalla y su sonido, y cuenta con un teclado y un touchpad que desde luego permiten trabajar cómodamente a cualquiera durante horas. No muchas, ojo, porque la batería es precisamente uno de los factores que limitan su éxito. El otro, nos tememos, es su precio.

Los 1.399 euros que Huawei nos pide por el modelo analizado con 4 GB de RAM se nos antojan algo excesivos, pero es cierto que lo compacto suele imponer un mayor coste a quienes quieren disfrutarlo. Hay varios equipos ya que ofrecen más RAM, puertos USB-C con Thunderbolt 3 sin despreciar los USB tradicionales en formatos ultraligeros (aunque quizás no tanto).

Si os decidís, os podemos asegurar que estamos ante uno de los ultraportátiles mejor construidos de los últimos tiempos.

8,5

Diseño 9,25
Pantalla 8,5
Rendimiento 8,25
Teclado/trackpad 9,0
Software 8,25
Autonomía 7,5

A favor

  • Diseño limpio, tamaño y peso fantásticos
  • Gran pantalla, mejor sonido
  • El rendimiento es notable, y además con ruido cero

En contra

  • Solo puertos USB-C, ninguno con Thunderbolt 3
  • Nada de pantalla táctil (esto también puede ser positivo, ojo)
  • Autonomía de batería limitada por su grosor
  • No es barato

El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de Huawei. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas

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