Jugar con el ordenador-mochila MSI Backpack en la espalda, primeras impresiones

Hace tiempo que el término wireless no es novedoso. Hace ya años que se habla de wearables y quizás para algunas personas empiece a serrallo manido. Pero, ¿y si hubiese aún mucho que inventar en ambos sentidos? ¿Y si además lo salpimentásemos con la tan de moda realidad virtual? Puede que sea lo que MSI intente lograr con el Backpack PC, el cual pudimos probar en Computex 2016 en Taipei.

Los ingredientes prometen al menos una experiencia diferente: unas gafas de realidad virtual, los auriculares, los mandos y lo necesario para moverlo todo a nuestra espalda. Lo único que necesitaremos es un área despejada, tiempo libre y ganas de sumergirse en lo que supone la experiencia de la VR con el añadido de olvidar la precaución a la hora de no pisar o tropezarnos con cables. ¿Merece la pena llevar el PC a la espalda?

Las apariencias engañan, para bien

Parece que nunca haya suficiente potencia para mover los videojuegos y los ordenadores cuya función es ejecutarlos tienen como requisito básico montar lo mejor en hardware, sobre todo hablando de VR. Esto implica equipos con tarjetas gráficas potentes y sistemas de ventilación que no suelen ser precisamente piezas pequeños, y éste es un primer reto del que MSI ha parecido salir airoso dado que han logrado compactar en la mochila lo necesario para ejecutar un Intel Core i7 Skylake y una Nvidia GeForce GTX 980 (y hasta aquí han querido leer).

Teniendo en cuenta las dimensiones de una torre para *gaming* y lo que ocupa la mochila se trata de un buen primer diseño.

¿Se trata de un PC tan compacto como un portátil? No, ni mucho menos, pero teniendo en cuenta las dimensiones de una torre para gaming y lo que ocupa la mochila se trata de un buen primer diseño. Hay mucha variabilidad en el tamaño de las torres y los portátiles, pero a falta de tener unas medidas confirmadas por la compañía el tamaño es más bien como el de un barebone con forma de buzón de pared, con una asa que facilita su transporte y que, no os vamos a engañar, parece aparatoso a priori.

Así, en la parte superior se ubican las conexiones en el borde superior, siendo éstas cuatro puertos USB, un HDMI y el puerto de audio. El propósito es que los cables, los que se plantean en ocasiones como los grandes enemigos de una buena experiencia, vayan lo más directamente posible de los periféricos requeridos para la experiencia VR al ordenador.

Toda la carne en el asador sin que se note el calor

Tras ver de "tú a tú" al dispositivo las dudas asaltaron nuestra mente con respecto a si éste iba a ser cómodo

¿Logra este diseño relativamente compacto contribuir a la inmersión en la realidad del juego? Reconocemos que tras ver de "tú a tú" el dispositivo las dudas asaltaron nuestra mente con respecto a si éste iba a ser cómodo, teniendo en cuenta sus superficies rectas y el hecho de que el peso pudiese suponer su principal inconveniente. Pero lo cierto es que durante nuestra experiencia nos pareció más ligero de lo pensado y resultó ser bastante cómodo.

Es decir, obviamente no es como jugar como si nada, pero son 5 kilogramos que en la práctica no suponen una penalización a la hora de jugar, como tampoco lo es la superficie de apoyo con la espalda. Otro aspecto que no percibimos durante el rato que estuvimos jugando fue el calor que estos equipos generan pese a los mecanismos se ventilación. Eso sí: hablamos de partidas cortas y de un sólo juego (bastante sencillo, el Space Pirate Trainer), por lo que tanto estas sensaciones estarán sujetas en la práctica a sesiones algo más largas y con juegos más complejos.

Como también ocurre con la autonomía. Dentro de lo poco que MSI cuenta sobre este proyecto se habla de una batería con una autonomía de entre 1-1,5 horas. No se trata de un dato demasiado alentador, si bien según cómo se planteen las sesiones (en cuanto a duración y a descansos) puede que esto no sea el principal handicap en la experiencia.

Lo aprobamos a falta del examen final

Lo que busca MSI con el Backpack PC es, como decíamos, la eliminación de los cables en el juego VR. Esto está bastante conseguido a nivel de nuestra movilidad, ya que pudimos girar en nuestro propio eje sin problemas o desplazarnos en el espacio dedicado para la demostración sin más problemas que no suponer "una amenaza" para los asistentes que pululaban en pro de nuestra seguridad y la de los dispositivos.

Tampoco molestan los cables que hemos de tener sí o sí (dado que los dispositivos para VR aún los requieren). La mochila es compatible con cualquier set de VR y allí lo probamos con las HTC Vive y el mando de juego, y ambos requieren de momento una conexión física. Pero el llevarlas a nuestra espalda (a la altura de los hombros más o menos) hace que no nos liemos con ellos y que en la práctica ni los recordemos.

Otro punto que no se aprecia en el test pero que resulta ser ventajoso es el hecho de que se pueda acceder a la configuración de manera -ahora sí- inalámbrica. Preguntamos si a la hora de ajustar parámetros de la mochila era necesario conectar algún monitor y nos dijeron que basta con nuestro smartphone para acceder a la configuración.

Así, de momento se trata de un producto en fase de desarrollo del que no conocemos el precio, pero que al parecer veremos en el mercado en la segunda mitad de este año. Las primeras sensaciones han sido buenas en cuanto a lo físico (peso, comodidad y temperatura) y con lo relativo al software, dado que el juego se ejecutaba a la perfección sin ralentizaciones, parones u otro signo de mala ejecución. ¿Tiene esto un nicho claro? En MSI esperan que lo tenga, aunque no han sido específicos con respecto al público potencial. Lo veremos en unos meses con el lanzamiento definitivo.

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