¿Necesitan los ThinkPad un rediseño? Eso es lo que parecen haberse preguntado los responsables de Lenovo, que han creado una nueva familia de portátiles llamados ThinkBook que tratan de darle un lavado de cara a los ThinkPad de toda la vida aun manteniendo su orientación a profesionales y empresas.
Hemos podido analizar el ThinkBook 13s, uno de los primeros integrantes de esta nueva familia, y lo cierto es que nos encontramos ante un equipo destacable en ciertos apartados, pero que quizás pierde el encanto y grandes virtudes de los ThinkPad de siempre al buscar un diseño más moderno y estilizado.
Ficha técnica del ThinkBook 13s
Lenovo ThinkBook 13s | |
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Pantalla | 13,3 pulgadas IPS, resolución 1.920 x 1.080 píxeles, ratio 16:9, densidad de 166 ppp |
Tamaño | 307,6 x 216 x 15,9 mm |
Peso | 1,33 kg |
Procesador | Intel Core i5-8250U (4 núcleos, 1,6 GHz, hasta 3,4 GHz con Turbo) |
Gráficos | Intel HD Graphics 620 |
RAM | 8 GB DDR3 |
Disco | 256 GB |
Versión S.O. | Windows 10 Pro |
Conectividad | Wi-Fi 802.11ac, Bluetooth 5.0 |
Cámaras | Cámara frontal 720p |
Puertos | 2 x USB-A (USB 3.1 Gen 1), 1 x USB-C (USB 3.1 Gen 2), HDMI, alimentación, puerto de auriculares, lector de huella dactilar |
Precio | 885,42 euros en Amazon |
Diseño: esto parece (mucho) más un IdeaPad que un ThinkPad
Lo cierto es que el diseño del ThinkBook no hace que recuerde demasiado a los ThinkPad, y probablemente esa es la intención de Lenovo. La carcasa es de un color gris oscuro, mientras que en el interior ese color se mantiene en la parte del teclado y el touchpad, aunque cambia para los marcos de pantalla.
Esos marcos son muy amplios: los laterales son algo más discretos, pero el marco superior es notable y el inferior es sorprendentemente amplio aun cuando en ese espacio no hay nada, ni siquiera algún logo de la compañía o del producto.
Es algo decepcionante que el diseño se vea comprometido en este apartado, aunque eso ciertamente da margen de maniobra a Lenovo para no tener que "apretujar" más los componentes en un diseño que es desde luego cuidado y robusto -el aluminio y el magnesio se combinan aquí-, pero no busca aprovechar al máximo ese chasis y ese frontal de pantalla.
En ese diseño aparecen los primeros sacrificios de un equipo que no cuenta con la certificación MIL-STD-810G de los ThinkPad, aunque sí hay resistencia a salpicaduras a y a temperaturas y vibraciones intensas.
La bisagra está muy bien construida: tanto que en realidad no es fácil abrir el portátil con una sola mano. Permite, eso sí, que podamos tener el portátil abierto hasta 180°, aunque dado que la pantalla no es táctil no tenemos muy claro que esa opción sea del todo relevante.
Ni las dimensiones ni el peso (1,33 kg) son exagerados, pero es cierto que el equipo, aun estando bien construido, no transmite sensación de ligereza, sino más bien, como decíamos, de robustez. Su grosor de 15,9 mm es contenido, y permite contar con una opción de puertos de conectividad con luces y con sombras.
Tenemos a nuestra disposición dos puertos USB-A tradicionales con interfaz USB 3.1 Gen 1 (5 Gbps), y un USB-C con interfaz USB 3.1 Gen 2 (10 Gbps), pero lamentablemente este último no soporta conexiones Thunderbolt 3. Además contamos con un puerto HDMI 1.4b, pero no con un lector de tarjetas SD o MicroSD. La conectividad inalámbrica está servida con soporte 802.11ac y Bluetooth 5.0, aunque no contamos con conectividad WiFi6 ni tampoco con puerto Ethernet.
El otro gran problema de esos puertos de conexión es que Lenovo nos obliga a cargar el portátil con su adaptador y conector propietario -que se parece mucho a USB-A, por cierto), algo que parece una oportunidad perdida teniendo en cuenta que el puerto USB-C podría haber sido ofrecido como alternativa. Una lástima.
Bien por la privacidad y la biometría, pero... ¿dónde está el trackpoint?
Desde hace un tiempo ciertos fabricantes han comenzado a tener muy en cuenta esas opciones de privacidad que permiten a los usuarios estar protegidos frente ataques que toman control de sus webcams.
Aquí Lenovo ha hecho un trabajo desacable con su cámara frontal, porque en el borde de la pantalla tenemos una pequeña pestaña-interruptor que podremos deslizar de un lado a otro y que tapa físicamente la webcam. Al taparla aparece un punto rojo en el objetivo, una señal evidente de que esta ya no podrá ser usada para espiarnos. Aún así en algunos ángulos no se aprecia bin ese punto rojo, pero más allá de eso es muy de agradecer contar con estas medidas.
Esa cámara no cuenta con soporte para tecnologías de reconocimiento facial, pero la biometría está presente gracias al lector de huella dactilar que encontramos en el popio botón de inicio, una opción de diseño que ya hemos visto en otros equipos y que está muy bien resuelta en este ThinkBook 13s: el lector funciona estupendamente y supone una interesante opción para autenticarnos en el sistema operativo y en ciertas aplicaciones que lo permiten.
El teclado de este ThinkBook 13s es muy correcto, con una buena distribución de las teclas, y un tacto y recorrido muy agradables. Es un teclado retroiluminado, silencioso y efectivo, aunque en nuestras pruebas tuvimos que lidiar con el modelo con distribución en inglés y sin nuestra eñe. No somos muy partidarios de esas teclas de cursor arriba y abajo partidas por la mitad, pero es una decisión de diseño ya conocida en muchos portátiles. Aún así la respuesta y las sensaciones que transmite ese teclado son notables.
Lo mismo podríamos decir del touchpad, bastante amplio (105 x 65 mm) y con soporte de la tecnología Precission Touchpad de Microsoft que permite que tengamos la garantía de que los gestos táctiles con varios dedos funcionan sin problemas. El tacto y respuesta de este touchpad es de nuevo muy bueno, y aquí podemos estar tranquilos en cuanto a estos mecanismos clásicos de entrada para cualquier portátil.
Lo que no tenemos, y aquí está una de las grandes diferencias obvias con los ThinkPad, es el TrackPoint, el célebre periférico de entrada que permite acceder a otra forma de controlar el puntero del ratón. Es una ausencia esperada dada la orientación más informal del equipo, pero quienes den relevancia a este sistema tan conocido en los ThinkPad deben tener en cuenta esa ausencia en su decisión de compra.
Pantalla, altavoces y batería que cumplen sin brillar demasiado
En este ThinkBook 13s-IWL contamso con un panel IPS de 13,3 pulgadas y una resolución de 1.920 x 1.080. No contamos con soporte táctil, así que el equipo de Lenovo es un portátil tradicional en este sentido.
El acabado de la pantalla es mate y tiene un brillo adecuado, aunque es cierto que en exteriores sufre según el ángulo de visión porque el panel no es extraordinariamente brillante. Es una buena noticia que sí se soporten contenidos HDR: hay una opción en Windows 10 para activar ese soporte y para poder disfrutarlo por ejemplo con servicios como Netflix.
El sonido lo proporcionan dos altavoces cuyas rejillas de salida están situadas en la parte inferior del equipo, algo que dificulta tener una experiencia óptima en este sentido. Aquí la colaboración con Harman Kardon sin duda ayuda, pero la potencia y calidad del sonido no es especialmente llamativa: cumple, pero como suele suceder con estos equipos -y se hace más verdad aquí- lo ideal es conectarlo a unos altavoces o auriculares -hay conector en el lateral del equipo- de buena calidad para poder disfrutar mejor de este apartado.
Esas pequeñas concesiones no son especialmente relevantes para un equipo en este rango de precio, pero su comportamiento también sigue siendo modesto cuando hablamos de su autonomía.
El ThinkBook 13s cuenta con una batería de 45 Wh que proporciona unas 7 horas en un uso convencional con brillo alto y varias aplicaciones funcionando en una sesión de trabajo habitual. No es mala cifra, desde luego, pero una vez más nos encontramos con un dato que tampoco brilla especialmente en un equipo que ni decepciona ni sorprende.
Hay que destacar el buen comportamiento de la refrigeración, que solo se activó en momentos puntuales en cargas de trabajo intensivas y sostenidas como las de los benchmarks. Incluso en esos momentos el sonido emitido por los ventiladores es discreto.
El apartado software está cubierto de sobre: el portátil está gobernado por Windows 10 Pro, la versión que aprovecha algunas opciones avanzadas como Bitlocker, gestión de políticas de grupo o trabajo en dominios de Microsoft. Lamentablemente también contamos con algo de bloatware, como una versión de la suite antivirus de McAfee y algún que otro juego básico que no tiene demasiado sentido en un equipo con esta orientación profesional.
Rendimiento del Lenovo ThinkBook 13s
Las pruebas de rendimiento de este portátil no revelan tampoco sorpresas en cuanto a la potencia de un equipo que cuenta con una configuración muy extendida entre equipos en este rango de precios y con esta orientación.
Surface Book 2 (Core i7-8650U, GTX 1050) | Acer Swift 5 (Core i5-8250U, Intel HD Graphics 620) | Surface Laptop 2 (Core i5-8250U, Intel HD Graphics 620) | ThinkBook 13s (Core i5-8256U, Intel HD Graphics 620) | |
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PCmark 8 Home | 3.463 | 3.400 | 2.706 | 2.984 |
PCmark 8 Creative | 5.015 | 4.553 | 2.980 | 3.406 |
3DMark Cloud Gate | 17.710 | 5.381 | 9.033 | 7.847 |
3DMark Ice Storm | 157.248 | 54.057 | 51.593 | 56.502 |
Cinebench R15 | 95,12 fps / 673 cb | 41,89 fps / 405 cb | 43,96 fps / 487 cb | 45,11 fps / 619 cb |
No contar con una gráfica integrada plantea lógicamente limitaciones importantes en cuanto a la potencia del equipo en escenarios en los que estas tareas están presentes. Las pruebas con 3DMark muestran esas diferencias con un Surface Book 2 que de hecho cuenta con una relativamente modesta GTX 1050 que le da mucho margen de ventaja.
En el resto de las pruebas vemos cómo el procesador de la familia Intel Core de 8ª generación tiene un buen comportamiento y está en línea con procesadores muy similares de equipos que hemos analizado en el pasado.
Pudimos confirmarlo al ejecutar otras pruebas como PCMark 10, donde la puntuación fue de 3.673 puntos, por encima de los 3.440 y 3.225 puntos del Surface Pro 6 o del Surface Laptop 2 -ambos integran el Core i5-8250U-.
La unidad SSD, de Western Digital, ofrece velocidades muy notables: 1.701 MB/s en lectura y 1.293 MB/s en escritura según CrystalDiskMark. Por su parte, GeekBench 4 arrojó cifras de 4.387 y 12.678 puntos en single y multi-core, mientras que GeekBench 5 daba como resultado 1.027 y 3.234 puntos respectivamente en esas pruebas que se restringen a la CPU.
Podemos estar tranquilos con sesiones de trabajo convencionales e incluso podremos afrontar algo más exigentes si tenemos en cuenta las limitaciones de memoria, procesador y gráfica con las que cuenta este equipo (que son también las de sus rivales). No es un equipo para jugar, desde luego, y aquí la gráfica integrada de Intel vuelve a quedarse corta salvo para títulos poco exigentes.
Ese escollo se hubiera podido aliviar con un puerto USB-C con interfaz Thunderbolt 3, lo que abre la posibilidad de conectar una tarjeta gráfica externa, pero desde luego la orientación del equipo no es esta, y Lenovo es clara al orientar el ThinkBook 13s a entornos como la pequeña y mediana empresa.
Lenovo ThinkBook 13s, la opinión y nota de Xataka
La nueva familia de Lenovo plantea desde luego una alternativa intermedia para quienes quieren algunas de las prestaciones de los ThinkPad pero no aprecian tanto ese diseño y prefieren líneas distintas a las tradicionales de esos equipos.
Desde luego en diseño esa ambición se cumple, y aunque no son equipos destacables en ningún apartado en particular -de hecho, esos marcos de pantalla son exagerados, sobre todo en el caso del inferior- sí que son portátiles muy distintos a los ThinkPad en ese sentido y en otros como esa ausencia de un trackpoint que sigue siendo señal distintiva de los ThinkPad.
Esa ambición de ser distintos no es tanto problema como sus limitaciones en ámbitos como la conectividad. La falta de soporte para Thunderbolt 3 es común en muchos equipos similares de modo que es casi esperable, pero no poder cargarlo a través del puerto USB-C o no contar con conectividad Ethernet -para un equipo orientado a pequeña y mediana empresa- es extraño.
La potencia es adecuada y no hay tampoco sombras en cuanto a autonomía o construcción: quizás lo que no hay en este equipo son tampoco luces que ayuden a recomendarlo. De hecho cumple en todos los apartados, pero no parece sobresalir en ninguno. El precio, desde luego, es una de las notas destacadas de unos portátiles puros que son claramente más económicos que los ThinkPad aunque con ello también sacrifiquemos buena parte de las virtudes de esos equipos clásicos de Lenovo y antes de IBM.
Así pues, estamos ante un equipo equilibrado y con un precio atractivo, que sin duda puede ser un buen aliado en el puesto de trabajo pero que quizás ha nacido con poca ambición. Hay aquí algunas oportunidades perdidas que esperamos que Lenovo corrija en futuras revisiones de una familia que sí puede tener recorrido con algunos de los ajustes comentados.
7,5
A favor
- Diseño más moderno con respecto a los ThinkPad
- Buen teclado y touchpad
- Buenas opciones de privacidad
En contra
- Marcos de pantalla demasiado grandes, sobre todo el inferior
- Las opciones de conectividad son limitadas
- No poder cargar con USB-C es una oportunidad perdida
El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de Lenovo. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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