Los PCs de sobremesa no estaban muertos, estaban de parranda. Es al menos lo que demuestra MSI con un renovado catálogo de equipos que llegan con mejores especificaciones y una singular apuesta por las unidades de memoria y almacenamiento Intel Optane.
Ese protagonismo de estos sistemas de almacenamiento es compartido con los nuevos procesadores Intel de 8ª generación: desde los modestos Core i3-8100 hasta los potentes Core i7-8700K perfectos para gamers e incluso modelos de la familia Core X, la oferta es de lo más completa.
PCs de sobremesa compactos hasta cuando no lo son
En MSI han renovado aquella línea de PCs de sobremesa compactos orientados al gaming que iniciaron en 2014 con sus Nightblade y que prolongaron con la familia Aegis o la ultracompacta Trident.
Precisamente las novedades atacan todas esas gamas de producto, desde los compactos NightBlade MIB, NightBlade MI3 y NightBlade 3 a los ultracompactos Trident 3.
Sin embargo los más llamativos son probablemente los Aegis X3 y Aegis TI3, con unos diseños de caja de 19 y 39 litros de volumen que son comparativamente mucho más compactos que las torres de tamaño medio estándar (unos 40 litros) y las ATX completas (60 litros aproximadamente).
El gaming, cómo no, protagonista
Las especificaciones de estos equipos varían según cada familia, pero en todos ellos hay dos claras apuestas universales: la primera, la de los procesadores Intel Core de 8ª generación; la segunda, la de las unidades Intel Optane.
En esa segunda apuesta nos encontramos a dos vertientes distintas. Una es la de la memoria Optane con capacidades algo más limitada, esas primeras soluciones de la familia Optane que trabajan en colaboración con un disco duro tradicional y que se centran en acelerar el funcionamiento de estos PCs haciendo que esas pequeñas unidades sirvan casi como una "caché" para los datos a los que se accede más frecuentemente.
La otra vertiente es mucho más ambiciosa, ya que se trata de las nuevas unidades Intel SSD 900P reservadas en este caso al gaming y con rendimientos realmente prometedores si hacemos caso de los datos de Intel y de la propia MSI: hasta 2.500 MB/s en lectura secuencial, algo que desde luego da mucho margen de maniobra para los usuarios de estos equipos.
Diseños con decisiones curiosas
Los equipos cuentan además con distintas versiones de gráficas MSI basadas en GPUs de la familia NVIDIA GTX que además tienen un sistema de colocación vertical en lugar de la tradicional colocación horizontal, algo que en MSI indican que mejora el control de la temperatura de estos componentes.
En varios de los modelos tenemos un sistema especial de overclocking que hace que con la pulsación del botón frontal presente en estas torres el rendimiento llegue a ser un 15% al normal según MSI.
Para refrigerar el calor generado por las soluciones más ambiciosas, en MSI cuentan con la refrigeración SilenStorm, que divide el PC en tres cámaras: una para la fuente de alimentación (situada en la parte baja), otra para la CPU y otra para la GPU.
Eso no solo permite una ventilación notable para todos los componentes y las distintas secciones en las que MSI divide estos PCs, sino también un sencillo acceso a los componentes. La aplicación MSI Gaming Center permite además personalizar la iluminación LED de estas cajas de MSI.
Compactos y ultracompactos: Trident y NightBlade
Si nuestras necesidades en materia de gaming son algo más modestas o valoramos el espacio por encima de todo lo demás, en MSI cuentan con dos familias distintas de producto.
La primera y más destacable por sus diseños ultracompactos es la familia Trident, que nos permite acceder a configuraciones con hasta el Core i7-8700 y hasta una GTX 1070. Los precios aquí van desde los 1.299 a los 2.299 euros según configuración.
La segunda alternativa, menos compacta, es la que ofrecen los NightBlade Mi3, que cuentan con una CPU Intel Core i5-8400 y una GPU que puede ser la GTX 1050 Ti o una GTX 1060. Los precios van desde los 1.099 hasta los 1.499 euros.
La familia Aegis, tope de gama para gamers MSI
En MSI una de las familias protagonistas es la Aegis, orientada a 'LAN parties'. Los Aegis Ti3 son los equipos más ambiciosos y cuentan con una CPU Intel Core i7-8700K y gráficas que van desde las GTX 1070 hasta las GTX 1080 Ti.
El sistema de almacenamiento logra según MSI rendimientos de hasta 7.200 MB/s gracias a las configuraciones RAID utilizadas en algunos modelos de esta serie, pero eso, claro, tiene un precio: estos equipos tienen precios que van desde los 2.299 hasta los 4.999 euros.
Los Aegis 3, algo más modestos, cuentan con CPUs Core i5-8400 o Core i7-8700, gráficas NVIDIA GeForce GTX 1060 o 1070 y precios que van desde los 1.199 hasta los 1.899 euros según configuración.
Los eSports tienen protagonismo con la serie Infinite
Este año en MSI han querido crear otra familia con equipos algo menos ambiciosos a la familia Aegis. Son los que pertenecen a la serie Infinite y que están orientados a aquellos que se quieran meter de lleno en el terreno de los eSports.
En esta familia contamos con tres variantes con distintos chipsets. La Infinite X se basa en el Intel Z370 que se diferencia del resto en que da acceso al overclocking con el sistema Game Boost, además de contar con una solución de refrigeración líquida. Algo menos ambiciosos son los Infinite A (Intel B360) y los Infinite (H310), cuya fuente de alimentación es de 350W en lugar de la de 550W de los otros dos modelos.
Esas configuraciones varían por tanto también de forma sensible en el precio. Por 999 euros podremos acceder a los Infinite basados en los Core i5 y una GTX 1050, y si queremos más opciones tenemos los Infinite A con un Core i7-8700, una GTX 1070/Ti y precios que son de 1.899 o 1.999 euros.
Los más exigentes podrán optar por la familia Intel X, que permite acceder a CPUs Intel Core i7-8700 o i7-8700K, gráficas que van de las GTX 1060 a las GTX 1080 y precios que van desde los 1.599 a los 2.199 euros.
Más información | MSI
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