Cuando Apple presentó sus nuevos MacBook lo hizo con ese protagonista especial: el trackpad Force Touch que también le hizo un guiño a otros portátiles de la compañía. Apareció simultáneamente en los MacBook Pro de 13 pulgadas, y ahora lo hace en los nuevos MacBook Pro de 15 pulgadas que dispondrán de esta opción.
El anuncio de la renovación del catálogo se completa con la llegada de una nueva versión de los iMac con pantalla Retina 5K por un precio de 2.329 euros (IVA incluido), lo que supone una reducción en el precio para poder acceder a este modelo con una configuración también inferior en que eso sí, Apple cree que lo hará atractivo para más usuarios. A nosotros esa decisión nos parece algo peligrosa para un equipo de estas características.
Force Touch se sigue extendiendo, iMacs más asequibles y modestos
Los responsables de Apple han indicado que los nuevos MacBook Pro de 15 pulgadas no solo integran la novedad del trackpad con Force Touch, sino que también cuentan con unidades SSD 2,5 veces más rápidas que la generación anterior (hasta 2 GB/s según el fabricante) y que también se beneficia de las gráficas AMD Radeon R9 M370X que en ciertos escenarios puede llegar a ofrecer un 80% más de rendimiento. Los nuevos modelos sustituyen a sus predecesores, que ya no están disponibles, y lo hacen a precios que oscilan entre los 2.249 y 2.799 euros según la configuración.
En el caso del iMac con pantalla Retina 5K, los cambios afectan a su procesador, un Intel Core i5 quad-core a 3,3 GHz, un disco duro SATA de 1 TB a 7.200 RPM y una AMD Radeon R9 M290 como tarjeta de vídeo. El modelo original que sigue a la venta dispone de un Core i5 a 3,5 GHz, Fusion Drive de 1 TB y una Radeon R9 M290X, pero su precio es 300 euros superior.
Seguimos disponiendo de un iMac de 27 pulgadas con pantalla no Retina a 2.129 euros, pero esta opción permite ofrecer una alternativa que completa el catálogo y rellena ese hueco de los modelos con esa diagonal. Será interesante comprobar si esta nueva versión soluciona algunos problemas con los que nos encontramos en nuestro análisis -como el calor generado, aunque era en el modelo con un potente Core i7- pero desde luego si alguien se decide por estos nuevos iMacs, recomendamos que lo haga mejorando la propuesta base con alguna unidad SSD.
Puedes añadirla luego por tu cuenta -explican el procedimiento de forma detallada en iFixit- pero solo ese cambio hará que el comportamiento mejore ya de partida de forma notable. No obstante una pantalla con esa resolución es precisamente una glotona de recursos, y reducir rendimiento de CPU y GPU nos parece una apuesta algo arriesgada si queréis sacarle todo el partido a un equipo que cuesta demasiado dinero como para experimentar y salir defraudados. Apple ya hizo un movimiento similar el año pasado con los iMac de 21,5 pulgadas a 1.099 dólares, y los analistas lo dejaron claro: perdías el 50% de la potencia del equipo ahorrándote un 18% de su precio original. Aquello no compensaba entonces -salvo en escenarios muy puntuales- y no estamos seguros de que lo haga ahora.
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