A Apple no le gustaban mucho los puertos de conexión, y aprovechó el tirón de sus MacBook y la aparición del conector USB-C para reducirlos a la mínima expresión. En sus MacBook Air llegó a incluir un único puerto de este tipo, algo que muchos criticaron por la necesidad de acudir al #donglelife. Luego, afortunadamente, se ha ido redimiendo en algunos portátiles y PCs de sobremesa de su catálogo.
Otros le siguieron la estela en una tendencia que iba precisamente en contra de lo que había sido una máxima para fabricantes de portátiles a principios de los 2000: había que incluir muchos puertos para evitarle molestias al usuario, y había aquí verdaderos monstruos de la conectividad.
Es el caso de una 'retrobattlesttion' que apareció alrededor de 2006. Ni quien publicó las imágenes en Twitter —me sigue costando usar lo de X— lo deja claro: lo hizo la cuenta PC Philanthropy, que mostraba un pequeño pero espectacular vídeo en el que se veía girando el portátil con conectores y elementos extra absolutamente por todos lados.
En ese mismo hilo el usuario acabó compartiendo algunas imágenes más de un equipo que estaba montado por la empresa Falcon Northwest, aunque no hemos podido identificar el modelo concreto. En su configuración destaca la presencia del procesador AMD Ahtlon 64 FX-60 con 2 GB de RAM, además de una tarjeta gráfica NVIDIA 7900 GTX que se lanzó en marzo de 2006 y que teóricamente estaba diseñada para PCs de escritorio, no para portátiles.
Pero claro, este portátil no era un portátil al uso. Se trataba de un equipo especial destinado a gamers y que trataba de reemplazar a los PCs más potentes de la época, no solo en potencia sino también en conectividad.
En ese recorrido visual podemos comprobar cómo el equipo contaba con puerto serie y paralelo, DVI, ¡triple! PS/2, doble puerto Ethernet, vídeo compuesto, cuatro puertos USB-A, dos puertos FireWire 1394, salidas de audio varias, ranura para MicroDrive, Smart Media, Compact Flash, PCMCIA, infrarojos, controles de reproducción en el frontal y dos regrabadoras de DVD.
Llama la atención también el diminuto tamaño del touchpad, que casi parece que incluyeron de forma testimonial, porque había espacio para un touchpad bastante más grande. Era evidente que sus creadores apostaban por usuarios que acabarían utilizando un ratón junto a este equipo.
El portátil era desde luego un prodigio de la conectividad para la época —luego aparecerían versiones mucho más refinadas de ese concepto, como el Sony VAIO SX12—, pero tenía un problema: esos componentes, orientados a PCs de sobremesa, hacían que la autonomía de la batería fuese muy limitada. Utilizarlo sin estar conectado a la corriente, sobre todo si se aprovechaba para jugar, era prácticamente inútil.
También tenía un problema de sobrecalentamiento: los sistemas de refrigeración no eran tan avanzados como en la actualidad, pero además tanto al CPU como la GPU tenían que lidiar con un espacio bastante reducido a pesar del grosor del equipo.
Así pues, a pesar de lo espectacular del despliegue de puertos, este portátil acababa siendo poco práctico para la mayoría de escenarios. Eso sí: si querías una (pesada) alternativa que poder llevarte a cualquier sitio, la opción estaba ahí.
Imagen | PC Philanthropy (extendida con Adobe Firefly)
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