Hace unos días se presentaba la nueva Raspberry Pi 2, y además de sus novedades hardware destacaba una de sus características software: las RPi2 son compatibles con Windows 10. El problema es que en ese soporte hay letra pequeña, y de hecho no será posible -al menos, de momento- usar una Raspberry Pi 2 con Windows 10 como si se tratase de un pequeño ordenador de sobremesa.
El soporte de Windows 10 en las RPi2 está por el momento limitado al llamado Windows Developer Program for IoT, una iniciativa de Microsoft para tratar de impulsar ideas y desarrollos en el ámbito de la Internet de las Cosas. ¿Importa esa limitación? Creemos que no demasiado.
Ante todo, calma
Cuando tuvimos la oportunidad de entrevistar a Eben Upton hace unos días éste nos explicó cuál habían sido las claves de esta nueva versión de la Raspberry Pi, pero también aclaró que el anuncio conjunto de Microsoft y Raspberry Pi tenía que ser tomado con calma por parte de los usuarios:
Microsoft se encargó de la mayoría de la ingeniería al respecto, pero aquí tengo que ser claro: no os emocionéis demasiado, no estamos hablando de una experiencia Windows en un equipo de sobremesa de momento. Estamos hablando del soporte de Windows en la IoT. No es que sepa que no va a pasar que se soporten sesiones de escritorio, pero no se ha dicho nada al respecto aún.
La propia Microsoft no ha dado más datos sobre cuáles serán las posibilidades de la Raspberry Pi a la hora de funcionar con Windows 10, y aunque hemos tratado de obtener más información de los responsables de Microsoft en España, éstos no han podido concretar de momento más sobre el tema. ¿Qué podemos esperar del soporte de Windows 10 en las RPi 2?
¿Resucita Windows RT?
Los nuevos procesadores de las Raspberry Pi 2 tienen la particularidad de dar el salto al juego de instrucciones ARMv7. Esta novedad es fundamental para el soporte de nuevos sistemas operativos, y de hecho fue el juego de instrucciones utilizado por Microsoft para desarrollar Windows RT.
Esta versión de Windows orientada a tabletas basadas en procesadores ARM hizo su debut con las primeras Surface, pero las limitaciones de la plataforma hicieron que quedara relegada a un claro segundo plano tras el anuncio de Windows 10.
Sin embargo, el nuevo sistema operativo de Microsoft funcionará tanto en plataformas x86/x86-64 (normalmente en PCs de sobremesa y portátiles) como en plataformas ARM (smartphones y tablets), y es probable que Microsoft haya retomado parte de las ideas de Windows RT para poder crear ese "One Windows" convergente y unificado en el que el núcleo del sistema operativo es el mismo y simplemente hay distintos módulos y componentes alrededor de ese núcleo según el tipo de hardware.
La idea, suponemos, es la de ofrecer una experiencia similar a la que ofrecía Windows RT en dispositivos ARM: nada de aplicaciones de escritorio. La diferencia en este caso es que en Windows 10 tendremos a las aplicaciones universales como uno de los pilares del sistema operativo, y éstas podrán ser ejecutadas sin importar la plataforma. Eso indica que también deberían poder funcionar en las RPi 2 sin problemas.
Windows 10 en versión IoT
Durante el pasado TechEd Europe, Microsoft dedicó varias charlas a su apuesta por la Internet de las Cosas, y en una de ellas hubo mención directa a Windows 10 en ese tipo de dispositivos. De hecho, los responsables de estos desarrollos quisieron dejar claro que habría distintos rangos de dispositivos con distintos tipos de soporte y prestaciones bajo Windows 10.
Windows 10 "Industry": englobaría a dispositivos IoT con todas las capacidades. Entre ellos estarían puentos de venta, quioscos, clientes ligeros y cajeros automáticos, que además estarían gobernados por procesadores x86. Sus prestaciones serían "prácticamente las mismas" que la versión de escritorio de Windows 10
Windows 10 "Mobile": sería "una versión de Windows for Industry Devices que necesitan movilidad". El soporte de aplicaciones universales se uniría a unos tiempos de arranque instantáneos y a una "autonomía de batería excelente". En este caso los dispositivos ya pueden estar basados tanto en ARM como en x86. En Microsoft indican que las funcionalidades de esta edición serían "prácticamente las msmas que las de tu versión de Windows 10 para Windows Phone".
Windows 10 "Athens": el tercero de estos grupos estaría orientado a cubrir dispositivos limitados por sus recursos o por su coste, y que permitirían ejecutar también aplicaciones universales. Esta versión optimizada de Windows 10 correría también sobre ARM y x86. Esta versión es la soportada por ejemplo en las placas Intel Galileo, y por tanto parece ser también la ideal para las RPi2.
.NET Micro Framework: este entorno de trabajo para dispositivos embebidos (por ejemplo, sensores "inteligentes" también formarán parte de esta estructura, pero tendrán aún más limitaciones.
Todas estas subdivisiones de "Windows 10 for IoT" comparten como era de esperar el mismo núcleo -y también el mismo núcleo que la versión de Windows 10 para PCs, portátiles, smartphones o tablets-, y de hecho ya en el blog de MSDN pudimos comprobar cómo las intenciones de Microsoft en este sentido son las de explorar este ámbito de forma muy amplia.
Según Mary Jo Foley, será precisamente Windows 10 Athens la edición que estaría disponible para las Raspberry Pi, lo que situaría a estos dispositivos lógicamente un paso por debajo de los smartphones con Windows 10 -son dos tipos de producto distintos- pero capaces de ejecutar, entre otras cosas, aplicaciones universales. Es algo en lo que también coincidían -me sumo a esas expectativas- en AnandTech, donde explicaban lo que podemos esperar de Windows 10 en las RPi2:
Aunque la capacidad de ejecutar Windows 10 es genial, también es importante mantener las expectativas de rendimiento a raya. En el análisis original de Surface, destacamos que el dispositivo parecía lento y los benchmarks de rendimiento dieron resultados bajos -y eso ocurrió con CPUs mucho más rápidos, los ARM Cortex-A9 a 1,3 GHz. El software de Windows ha mejorado enormemente desde entonces, pero no nos puede escapar que un micro quad-core Cortex-A7 a 900 MHz será un nuevo mínimo para Windows. Aún así, en Windows Phone se han utilizado esos proceadores antes, de modo que quizás Windows 10 ofrezca suficientes optimizaciones para sorprendernos. Además, me imagino que un montón de dispositivos Raspberry Pi 2 con Windows 10 ejecutarán aplicaciones específicas de makers, ocultando la gestión de tareas o el rendimiento del uso del sistema operativo general.
Las negritas son mías, y denotan la importancia de esa diferenciación con una versión de escritorio convencional de Windows 10 que no parece que vaya a estar disponible para las RPi a corto o medio plazo. Y quizás no lo esté nunca. Así, no es probable que al instalar Windows 10 en una Raspberry Pi 2 obtengamos un escritorio al uso. Y tampoco creo que se obtenga un escritorio "Metro" tipo tablet: más bien diría que de momento nos encontraremos con un shell que, eso sí, permitirá lanzar aplicaciones universales diseñadas para sacar provecho de la Raspberry Pi: tanto de las que incluye de serie, como de las que es posible añadir gracias a sus puertos de expansión y al puerto GPIO.
No necesitas Windows, tienes Linux
Aunque sería especialmente interesante poder trabajar con una sesión convencional de Windows 10 en las Raspberry Pi 2, en realidad no todo está perdido. Ni mucho menos. Hace años que los desarrolladores de distribuciones GNU/Linux específicas para estos dispositivos proporcionan todo lo necesario para poder contar con una sesión de trabajo en las Raspberry Pi, y ahora las posibilidades se multiplican.
Lo demuestran vídeos como el que os presentamos aquí, grabado por un usuario español que hace unos días ya puso en marcha todo lo necesario para ejecutar una Raspbian basada en Debian Jessie y "sazonarla" con el entorno de escritorio MATE. El resultado visual y funcional es fantástico, y el rendimiento mostrado por las distintas aplicaciones es sorprendente.
De hecho, este tipo de vídeos muestran cómo será posible sacar partido a las RPi como ordenadores de escritorio modestos pero solventes. Tareas básicas de navegación, consulta del correo o trabajo con procesadores de textos no tienen por qué necesitar un portátil o un sobremesa de bajo coste: las Raspberry Pi 2 se postulan aquí como rivales potenciales de máquinas educativas muy populares últimamente como los Chromebooks. Pocas cosas habrá que no podamos hacer en una RPi2 que sí se puedan en un Chromebook, y lo cierto es que de nuevo contar con esas opciones por 35 dólares parece casi algo irreal.
Evidentemente utilizar estas distribuciones GNU/Linux hace que uno tenga que prescindir del catálogo software de Windows que resulta importante para muchos usuarios, pero la fluidez con la que aparentemente se ejecuta todo el sistema ya me ha hecho plantearme nuevos usos para este prodigio.
Imágen | Adafruit
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