Los usuarios de Linux no suelen disfrutar de demasiadas opciones a la hora de buscar equipos con alguna de sus distribuciones preferidas preinstaladas. Pocos fabricantes prestan atención a este terreno, pero hemos tenido la oportunidad de contar con lo último de Slimbook, una empresa española que apuesta por este tipo de propuesta desde hace tiempo.
El nuevo Slimbook Katana es un Ultrabook que cuenta con buenas especificaciones hardware y que destaca por estar diseñado en nuestro país y estar disponible tanto con Windows como con Linux. Nosotros lo hemos probado con una Ubuntu 16.04 LTS, y si queréis saber qué nos ha parecido el resultado de esa combinación, atentos.
Un diseño familiar
Lo primero que destaca del equipo es, desde luego, su diseño. Lo hace porque recuerda inevitablemente a los MacBook Air de Apple, a los que imita ese característico formato cuña y también el sistema y la apariencia de la bisagra que permite desplegar la pantalla o mantenerla cerrada.
Esas similitudes son también patentes una vez abrimos el equipo: los marcos de pantalla son tan pronunciados en uno como en otro, aunque el touchpad del Slimbook Katana es algo más reducido.
De hecho esas similitudes en aspecto no terminan ahí, aunque los acabados son distintos en algunos apartados. No en la carcasa, que como en los equipos de Apple hace uso extensivo del aluminio para ofrecer un tacto "fresco", como indican en la web oficial, además de contribuir al peso de este portátil, que se sitúa en los 1,36 kg.
Nosotros contamos con la edición en color dorado, aunque también están disponibles los equipos en tonos gris plata y negro. En la parte posterior de la pantalla encontramos, eso sí, algunos elementos diferenciales.
En primer lugar, dos finas bandas que le dan a esa parte un aspecto distinto, pero también el logo de esta empresa, que en nuestra opinión no está del todo bien integrado con la carcasa aunque como en el caso de Apple (al menos, hasta no hace mucho) se ilumine una vez encendemos el equipo.
Especificaciones y rendimiento del Slimbook Katana
Este singular portátil llama también la atención por su propuesta hardware, realmente equilibrada y con opciones que hacen que usuarios más ambiciosos puedan contar con unas prestaciones aún mayores. He aquí esa hoja de características técnicas:
Slimbook Katana, características técnicas | |
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Dimensiones físicas | 330 x 220 x 18 mm 1,36 kg |
Pantalla | LED 13,3 pulgadas |
Resolución | FullHD 1.920x1.080 píxeles |
Procesador | Intel Core i5-6200U a 2,30 GHz Intel Core i7-6500U a 2,5 GHz |
Procesador gráfico | Intel HD Graphics 520 |
RAM | 4/8/16 GB |
Memoria | SSD de 120/250/500 GB |
Versión software | Windows 10 / Varias distros Linux |
Conectividad | Intel Dual Band 7265N o 7265AC |
Cámara | Frontal HD |
Batería | 4 celdas, 6.800 mAh / 50 Wh |
Puertos | 2 x USB 3.0, adaptador a RJ45, Mini HDMI, lector tarjetas SD |
Precio | A partir de 729 euros |
La elección de los procesadores es destacable: ambos modelos cuentan con dos cores, pero su potencia es más que suficiente para la mayoría de escenarios y la decisión de integrar los modelos de la familia Skylake permite garantizar además buenas eficiencias, aunque es una lástima que no podamos acceder a los nuevos micros de la familia Kaby Lake que son aún más llamativos en el ámbito del ahorro energético.
A esos procesadores les acompañan varias configuraciones tanto en memoria RAM disponible -afortunadamente este componente es ampliable por el usuario, fantástica decisión- como en la unidad SSD mSATA con precios que lógicamente se van incrementando a medida que elegimos mejores componentes. También podremos elegir el chip WiFi que puede ser una variante con soporte 802.11n o uno con soporte 802.11ac.
En cuestión de puertos los responsables de Slimbook han tomado algunas decisiones curiosas: además de los dos puertos USB tenemos a nuestra disposición un puerto de expansión adicional al que podremos conectar diversos adaptadores. El ensamblador incluye un adaptador para poder disfrutar de una toma de red RJ45, algo que desde luego es de agradecer, pero existen adaptadores/hub USB que solucionan este problema.
Más cuestionable es la inclusión de un puerto Mini HDMI que nos permite conectar el ordenador a un monitor o televisión HDMI si contamos con el cable adecuado -en su tienda online venden uno por 9 euros, o bien un pequeño adaptador de HDMI a Mini HDMI por 5 euros-. Es posible que un puerto de tamaño completo no fuese posible en este chasis, pero quizás sí hubiera tenido sentido un puerto Mini DisplayPort o incluso un puerto USB-C con soporte Thunderbolt 3, aunque en ambos casos es probable que el coste del equipo se hubiera disparado.
La pantalla LED tiene una diagonal de 13,3 pulgadas y una resolución FullHD de 1.920 x 1.080 píxeles. En el Slimbook Katana nos encontramos con un panel mate que permite evitar reflejos, mientras que el teclado tiene retroiluminación LED con tres niveles distintos que podremos configurar a través de una de las teclas de función que cuentan con esta opción adicional.
Lo cierto es que estas pequeñas pegas no son demasiado importantes si tenemos en cuenta que los equipos parten de los 729 euros, un precio realmente ajustado para estas configuraciones y estos diseños. Nosotros analizamos un modelo con un Core i5-6200U, 8 GB de RAM y 250 GB de capacidad en la unidad SSD que además llegó con Ubuntu 16.04 LTS preinstalado.
Aunque no contamos con una suite de pruebas específicas para este sistema operativo existen benchmarks como el conocido Phoronix Test Suite que pueden ofrecer muchos datos al respecto. Para establecer referencias básicas preferimos acudir a tests menos específicos, y por ejemplo es posible ejecutar Geekbench 4 en modo consola, algo que permite obtener resultados que luego comparar con otros equipos.
En este caso concreto obtuvimos 3.338 puntos en los tests Single-Core y 6.114 puntos en los Multi-Core, algo que demuestra que el equipo tiene una potencia de cálculo más que decente: mi Dell XPS 13 (9343) con un Intel Core i5-5200U alcanza 2.810 puntos en Single-core y 5.561 en Multi-core, por ejemplo. Las dudas en ese sentido están resueltas, pero, ¿cómo se comporta el Slimbook Katana en el día a día?
La experiencia Linux, perfecta
Para alguien que lleva usando Linux casi un par de décadas -ahora de forma más intermitente, cierto- lo de poder acceder a un equipo con alguna distribución instalada por defecto por parte del ensamblador es casi un pequeño milagro. El apoyo de los grandes fabricantes ha sido en su mayoría testimonial -Dell ha sido la excepción- y pocos son los que se arriesgan a cubrir un segmento de mercado que por mucho que nos pese es muy reducido.
Por esa razón quisimos contar con la posibilidad de probar este equipo con una Ubuntu 16.04 LTS preinstalada en lugar de optar por un Windows 10 tradicional, también disponibles aunque eso implique el lógico coste de la licencia (120 euros para la edición Home, 180 euros para la Pro).
En la tienda online de Slimbook no solo ofrecen esta distribución Linux, cuidado: también nos pueden preinstalar otras distribuciones como Kubuntu, Debian, Elementary OS, Linux Mint, Open Suse, Fedora o Antergos, aunque una vez en nuestras manos lógicamente podremos instalar nosotros mismos cualquiera de ellas u otras de las muchas que tenemos a nuestra disposición.
Lo cierto es que en el apartado software el Slimbook cumple con todo lo que uno podría esperar de un equipo con Ubuntu, y de hecho el ensamblador ofrece en este caso -no sabemos si con otras distribuciones también lo hace- su herramienta Slimbook Essentials, un pequeño panel de control que permite facilitar la activación y desactivación de características y la instalación de algunas aplicaciones software interesantes.
Entre esos ajustes está la posibilidad de añadir un repositorio exclusivo de Slimbook en el que se encuentran paquetes recomendados para actualizar utilidades y controladores del equipo, pero también la actualización del sistema (que esconde un "sudo apt-get update && apt-get upgrade") o la de la propia distribución. También podremos controlar la conectividad Bluetooth y WiFi desde ese panel, ver la información del sistema, monitorizar los sensores de temperatura o instalar aplicaciones directamente desde allí como Chromium, Unity Tweak Tool o VLC, entre otras.
La fluidez del sistema es absoluta en todo momento y aquí la experiencia que ofrece el Slimbook Katana con Linux es estupenda. La garantía de que no tendremos problemas con temas como la conectividad WiFi o Bluetooth y la atención a los detalles es notable, y por ejemplo contamos con utilidades específicas para monitorizar y gestionar el uso de la batería, del touchpad o de la retroiluminación de la pantalla que no hacen más que pulir aún más esa experiencia de usuario.
La autonomía de la batería es también notable: en nuestras pruebas con un uso "convencional" -navegación web, reproducción de algunos vídeos y música, uso de diversas aplicaciones de forma intermitente- superó las siete horas, lo que nos permite estar bastante tranquilos en el apartado de la autonomía del equipo. Lógicamente reducir el brillo de pantalla y limitar el uso de ciertas aplicaciones y opciones -como la conectividad- puede alargar ese parámetro, pero como decimos en un uso normal los datos son bastante decentes.
Un teclado y un touchpad peculiares
Los usuarios de Linux conocen bien las ventajas e inconvenientes de estas distribuciones, y lo cierto es que nosotros nos encontramos con una molestia llamativa nada más comenzar a usar el equipo: el touchpad no dispone de soporte para la característica 'Palm Rejection' que evita que al escribir el apoyo de la palma de la mano no se confunda con un toque voluntario en esa superficie.
Como nos comentaba Alejandro López de la empresa Slimbook, "Canonical ha quitado esta opción cuando el driver no es Synaptics. Esto es algo que no nos ha gustado y que ya hemos reportado, pero no parece que nos tengan muy en cuenta. De hecho se iba a hacer el touchpad más grande, pero dejamos esta opción en vista que incrementaría el problema".
López nos aseguraba que el problema deja de serlo tanto a los pocos días una vez te acostumbras a ello y evitas tocar con la palma de la mano el touchpad mientras escribes, pero afortunadamente la empresa ofrece una opción a través del citado panel de control Slimbook Essentials, donde podremos activar la utilización de un controlador alternativo que parece aliviar algo el problema.
Si aún así existen problemas hay una solución alternativa: es posible desactivar el touchpad con la combinación de teclas Fn+Z y luego activarlo (habría que pulsar tres veces esa combinación y luego pulsar sobre el botón izquierdo del touchpad, esto es, la esquina inferir izquierda), pero también es factible deshabilitarlo durante el arranque para trabajar directamente con un ratón inalámbrico o uno conectado al puerto USB.
Ese touchpad respondía bien en el movimiento de puntero y en la acción de hacer clic con un sencillo toque del dedo (o doble clic con dos), pero si uno quiere hacer clic con el botón izquierdo o el derecho lo tendrá algo más difícil, porque hay que hacer más fuerza de la esperada: la resistencia que impone ese mecanismo es la mayor que he visto en mucho tiempo, y eso invita a utilizar sobre todo ese doble clic manteniendo esa última pulsación para cosas como mover o redimensionar ventanas.
El teclado es también otro de los elementos que nos dio sorpresas: contamos con unas teclado de perfil bastante más alto de lo normal y con un acabado gomoso. El formato isla es de agradecer, como también la ligera concavidad que tiene cada tecla para adaptarse a la propia forma del dedo. La distribución es curiosa y sigue la filosofía de los equipos ThinkPad de Lenovo, con la tecla Fn a la izquierda de la Ctrl en la parte inferior, algo que no es la norma salvo en esos equipos y que por tanto puede despistar a algunos usuarios.
Más molesta es la situación y tamaño de la tecla Enter, que curiosamente es más pequeña que la tecla Shift y que se encuentra arrinconada en la parte superior por la tecla Ç que suele estar situada justo a la izquierda, y no encima. Todo ello hace que la tecla sea más pequeña de lo normal y que al principio cueste bastante acostumbrarse a ese formato y dimensiones.
Es posible que con el tiempo uno efectivamente se acostumbre, pero creemos que esa tecla merece más espacio. El problema, ojo, no es exclusivo de estos equipos, y marcas con teóricamente más recursos también aprovechan esa distribución de teclado en algunos de sus modelos. El Lenovo Miix 700 y el HP Envy 13 son dos buenos ejemplos relativamente recientes.
Slimbook Katana, la opinión y nota de Xataka
Aprovechar ideas que funcionan no tiene nada de malo, y eso lo demuestra claramente el diseño de un Slimbook que adopta un formato conocido y admirado en el segmento de los ultraportátiles. Ese primer buen contacto con el diseño del equipo luego se confirma con unas especificaciones notables en las que tendremos todo lo que necesitemos para trabajar y disfrutar del equipo sin problemas.
Es una lástima que no haya opción para contar con los nuevos Kaby Lake y nos hubiera gustado ver una alternativa distinta al puerto Mini HDMI, pero lo cierto es que la relación precio/prestaciones del Slimbook Katana es fantástica. Acostumbrarse a la distribución y construcción del teclado es solo cuestión de tiempo -teclear en él es cómodo y rápido, desde luego- y simplemente nos queda la duda de un touchpad que puede convertirse en una pequeña molestia si no nos acostumbramos a lidiar con el toque involuntario con la palma de la mano mientras tecleamos.
Lo que más nos ha gustado, por supuesto, es poder disfrutar de un equipo tan preparado para los usuarios de Linux. No hay demasiadas alternativas en este ámbito y desde luego en Slimbook demuestran haberle dado mucho cariño a Ubuntu 16.04 LTS y a otras distribuciones Linux que podremos preinstalar o instalar a posteriori.
La propuesta software de este equipo es todo lo completa que podríamos esperar, aunque evidentemente hay temas -como el soporte del touchpad- que demuestran que en ciertos pequeños apartados los usuarios pueden tener una experiencia algo peor, sobre todo si no conocen estos sistemas demasiado. Lo que está claro es que si sois linuxeros y estábais buscando opciones en este sentido, el Slimbook Katana debería estar muy arriba en vuestra lista.
Eso no quiere decir que no sea un equipo igualmente válido para Windows 10, y aunque el coste se incrementa de forma significativa por la licencia, el conjunto resulta igualmente interesante por esa buena combinación de diseño y prestaciones que hacen del Slimbook Katana un portátil que deja buenas sensaciones.
8,6
A favor
- Si quieres un equipo con Linux, esta es una fantástica opción
- Un diseño conocido pero que funciona
- Buena autonomía
En contra
- Hay que acostumbrarse a la distribución y tacto del teclado
- El touchpad deja algunas dudas
- Hubiéramos preferido otra opción para conectarnos a monitores externos
El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de Slimbook. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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