La idea de tener una casa de fácil construcción y que sea beneficioso de algún modo a nivel energético es bastante seductora, tanto para nuestra imaginación como para los arquitectos e ingenieros detrás de productos como los hogares prefabricados. Y eso justo son las Kiss House, unas casas prefabricadas que permiten cierto ahorro energético y pueden montarse en cuatro días.
Se trata de otro concepto similar al de otras "mini casas", aunque en esta ocasión no tiene nada de "mini" dado que pueden tener hasta cuatro dormitorios. La particularidad es que se construye con materiales que cumplen ciertos estándares de reducción de la demanda energética, y que al contrario que la edificación tradicional con cimiento, ladrillo, etc. su tiempo de construcción es bastante menor.
Aislar para ahorrar y ventanas
El principal material de construcción (que no el único) es la madera laminada o CLT, un elemento de elección que también vimos no hace mucho en las cúpulas modulares Smartdome. La idea de hecho recuerda un poco a aquel concepto, dado que se basa en la elección de materiales para el ahorro energético, aunque en este caso no se busca economizar tanto en el coste como veremos y hay opciones para todos los gustos (incluso para el ladrillo).
Según explica a NewAtlas Mike Jacob, especialista en el estándar Passivhaus (basado en el aprovechamiento de la energía solar y reducción del consumo energético por aislamiento y otros aspectos) y miembro del equipo de Kiss House, las edificaciones cumplen con dicha certificación al tener un alto nivel de aislamiento, aprovechar la energía solar y tener circulación de aire natural.
Como decíamos en la introducción, las casas pueden tener de dos (Kiss 2.1) a cuatro habitaciones (Kiss 4.1), yendo desde los 80 metros cuadrados hasta los 140. En los diseños que proponen las ventanas son cristales que van del suelo al techo, y para el exterior puede escogerse entre cuatro opciones distintas de revestimiento: madera (de cedro, de lárice, de castaño entre otras), metal (zinc, cobre o acero inoxidable), enlucido clásico o ladrillo.
Un plus en cuanto a su estructura es que debido a la misma las reformas son algo más sencillas que en el caso de las edificaciones tradicionales, y si en un momento dado cambian las necesidades se pueden reconfigurar (por ejemplo, añadir más habitaciones).
Que la eficiencia empiece en el transporte
En este caso no hablamos de hogares que de una manera relativamente sencilla se monten y se desmonten como las Smartdome, dado que las Kiss Home necesitan una base de hormigón para asentar la estructura (con lo que hay un mayor impacto que en otro tipo de casas prefabricadas). Eso sí, una vez hecha ésta y recibido el material, la casa puede montarse en tres o cuatro días.
Jacobs añade que el transporte ya forma parte de la eficiencia, al tratarse de paneles, de modo que en menos espacio se transporta material para más casas. Una idea que también vimos en Blokable, otro concepto de casa prefabricada que sí que estaba enfocada sobre todo al bajo coste.
¿Y el precio de las Kiss House? Depende de qué modelo se elija, los materiales y la superficie, pero el coste por metro cuadrado está rondando los 2.284 euros (unos 2.555 dólares) para Reino Unido, aunque los precios de exportación a otros países empezarán a verse el mes que viene. Teniendo en cuenta que la de dos habitaciones tiene unos 80 metros cuadrados, estaríamos hablando de algo más de 182.000 euros en el caso de la Kiss 2.1, que no es ni mucho menos un precio excesivo para una casa, pero supone una inversión mayor que la de otros proyectos como las Smartdome.
Imágenes y toda la información | Kiss House
En Xataka | Wikkelhouse es una casa modular que está hecha de cartón
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