Dura medida de Ámsterdam contra los alquileres vacacionales y las plataformas como AirBnB. Según han confirmado desde la capital de los Países Bajos, a partir del 1 de julio los residentes de los barrios Burgwallen-Oude Zijde, Burgwallen-Nieuwe Zijde y Grachtengordel-Zuid (los tres en el centro) ya no podrán alquilar sus casas a los turistas. En el resto de la ciudad sí será posible, pero será necesario obtener un permiso.
De acuerdo a la información oficial publicada en la web de la ciudad, Ámsterdam pidió la opinión de los residentes y el 75% de los 780 participantes se mostraron a favor. Alegan que en estos vecindarios "la calidad de vida de los residentes está tan presionada por el turismo que es necesario prohibir el alquiler vacacional". Algunos residentes se han mostrado a favor de prohibirlos en toda la ciudad, "pero eso no es factible bajo la legislación y las regulaciones actuales", ha asegurado Laurens Ivens, Concejal de Vivienda.
Una medida ampliable a otros barrios
Aunque esta medida se aplica a los tres barrios mencionados anteriormente, el ayuntamiento no descarta la posibilidad de ampliarla a otros lugares en caso de ser necesario. Un informe de OIS afirma que esos tres barrios son los más afectados y desde el ayuntamiento exponen que "investigaremos nuevamente en dos años" y "si resulta que otros barrios obtienen puntajes comparables, podemos prohibir otros barrios".
Desde el ayuntamiento de la capital afirman que el alquiler turístico ha crecido fuertemente en los últimos años y que "uno de cada 15 hogares en Ámsterdam se ofrecen en línea". Aseguran que la oferta en "diversas plataformas" como AirBnB ha aumentado cinco veces, hasta el punto de que se publican 25.000 anuncios por mes. "Este crecimiento tiene consecuencias cada vez más negativas para el disfrute de vivir en varios vecindarios", sentencian.
Ya en abril de este año Ivens dejó caer que iba a tomar esta medida en algún momento. Por aquellos entonces, AirBnB dijo que el 95% de los hogares listados en su plataforma están fuera de estos tres distritos y, además, señaló que un tercio de los propietarios necesitan las ganancias derivadas de los alquileres para llegar a final de mes. A tenor de la medida anunciada esta semana por el ayuntamiento de Ámsterdam, según recogen en el periódico nacional De Telegraaf, AirBnB ha expuesto lo siguiente:
"Estamos muy preocupados porque estas propuestas son ilegales y violan los derechos básicos de los habitantes de Ámsterdam, así como por la disminución de ingresos durante estos tiempos difíciles. Para combatir las molestias, hemos introducido una serie de medidas efectivas que fueron bien recibidas por el concejal Ivens. Además, la Cámara de Representantes pronto votará sobre una nueva legislación nacional sobre alquileres vacacionales con el apoyo de municipios y plataformas. Queremos trabajar con Ámsterdam en soluciones sostenibles y no en soluciones a corto plazo que sean caras".
Por otro lado, los alquileres vacacionales en el resto de la ciudad seguirán siendo viables, siempre y cuando los propietarios consigan una licencia. Esta medida entrará en vigor a partir del próximo 1 de julio y, en caso de que se detecte un alquiler sin licencia, el dueño se expondrá a una multa de 20.750 euros.
Estas casas, además, no se podrán alquilar más de 30 noches al año a un máximo de cuatro personas y la casa debe ser ocupada por el inquilino o propietario durante el resto del año. Estas reglas no se aplicarán a los conocidos como Bed & Breakfeast, en tanto que operar una de estas instalaciones ya requiere un permiso y se aplican cuotas según el distrito.
Esta medida llega poco después de que Brian Chesky, CEO de AirBnb, diese una entrevista a la CNBC en la que concluía que "los viajes como los conocíamos se han acabado". AirBnB ha sido fuertemente golpeada por la crisis del COVID-19, hasta el punto de que hace algunas semanas despidió a 2.000 empleados, un 25% de la plantilla.
Más información | Web oficial de Ámsterdam
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