Bill Gates es una de las mayores fortunas del mundo y, de hecho, lleva casi cuatro décadas siéndolo en mayor o menor medida. Se puede decir que, a sus 68 años, Bill Gates lleva más tiempo de vida perteneciendo al 1% de la población más rica, que al otro 99%.
El fundador de Microsoft entró en la lista de millonarios de Forbes en 1987. En 1995 se convirtió en la persona más rica del mundo, y mantuvo esa condición durante las siguientes dos décadas, excepto en 2008 y de 2010 a 2013, donde el empuje del e-commerce y las redes sociales le hicieron perder ese estatus.
Es más o menos rico, según quien lo cuente
Medios especializados como Forbes o Bloomberg investigan los orígenes de la fortuna de los milmillonarios, y hacen una estimación bastante aproximada del importe total de su patrimonio. En esa estimación se incluye una valoración del precio y cantidad de las acciones de las empresas e inversiones, sus propiedades inmobiliarias, y sus bienes (coches, arte, yates, etc.).
Las estimaciones de Forbes otorgan a Bill Gates una fortuna aproximada en 2024 de 105.700 millones de dólares. Situándolo como la décimotercera persona más rica del mundo según la lista de Forbes. No obstante, si se atiende a las valoraciones de Bloomberg, esa estimación se incrementa hasta los 162.000 millones de dólares, situándose en la sexta posición de su lista de las personas más ricas. Dólar arriba, dólar abajo.
No obstante, pese a mantenerse como una de las principales fortunas del planeta, Bill Gates ha protagonizado un hito que hacía más de tres décadas que no se veía: el fundador de Microsoft ya no se encuentra entre las 10 mayores fortunas del mundo. Su costoso divorcio de Melinda French Gates y sus aportaciones filantrópicas comienzan a dejarse notar en las finanzas del magnate. Algo que, por otro lado, Bill Gates ya esperaba.
Microsoft sigue siendo su principal fuente de riqueza
Cuando Bill Gates abandonó definitivamente la junta directiva de Microsoft en 2020 para dedicarse al 100% a la dirección de la Fundación Bill y Melinda Gates, su participación en la compañía que fundó era del 1,4%, según publicó Forbes. Puede parecer poco, pero si tenemos en cuenta que se trata de una de las “Siete magníficas” y que tiene una valoración de casi 3 billones de dólares, ese pequeño porcentaje se convierte en toda una fortuna en sí misma.
Se estima que en torno al 31% de su fortuna actual proviene de las más de 38 millones de acciones de Microsoft que tiene en su poder, superando un valor de 34.000 millones de dólares.
La cartera de inversiones de Bill Gates
Gates utiliza la sociedad Cascade Investment para gestionar su enorme fortuna. A s u vez, esta sociedad gestiona el patrimonio de Bill & Melinda Gates Trust, que sirve de vehículo de financiación para la Fundación Gates.
Bajo la supervisión de Cascade Investment, el cofundador de Microsoft cuenta con inversiones importantes en no menos de una treintena de compañías. Entre ellas destaca el 2,2% de Berkshire Hathaway de su amigo Warren Buffett.
Sin embargo, su músculo inversor se concentra en lo relacionado con el cultivo de alimentos, maquinaria agrícola y la industria alimentaria. En este sentido, el instrumento de inversiones de Gates tiene participaciones en fabricante de tractores y maquinaria agrícola Deere & Co, la embotelladora de Coca-Cola en México o Heineken, entre otros.
Además, Gates también es un importante accionista de la cadena de hoteles Four Seasons; la empresa química Ecolab, la compañía ferroviaria Canadian National Railway; la empresa de reciclajes y procesado de residuos Republic Services; la cadena de concesionarios AutoNation o una buena participación en el accionariado de Signature Aviation, uno de los mayores operadores de jets privados del mundo.
En total, se estima que las inversiones que se gestionan a través de Cascade Investment representa algo más del 45% de la fortuna de Bill Gates.
Antes, tener tierras era de ricos. Ahora también
Antes de la industrialización, la riqueza venía determinada por la cantidad de tierras productivas que se tenían. En la actualidad, el exceso de demanda de los mercados de la alimentación ha hecho que las tierras vuelvan a cotizarse al alza, consiguiendo rentabilidades por encima del índice S&P500. De ahí que incluso millennials millonarios como Amouranth hayan puesto el ojo en las tierras de cultivo como inversión.
Con más de 111.000 hectáreas de terreno agrícola repartidas en 17 estados, Bill Gates ocupa el puesto número 41 de los mayores terratenientes de EEUU, según LandReport, una especie de lista Forbes para terratenientes. Jeff Bezos, con casi 170.000 hectáreas de terreno, ocupa el puesto 25 de esta lista.
A esta enorme propiedad agraria, cabría sumarle el valor de sus propiedades inmobiliarias y bienes materiales. Entre ellas, destacan varias mansiones. Su residencia habitual, Xanadu 2.0 en Medina (Washington), se construyó en una propiedad de 42,5 hectáreas y está valorada en unos 150 millones.
Según publicaba Business Insider, esta vivienda consta de siete dormitorios, 18 baños y una biblioteca de 195 metros cuadrados en los que el millonario guarda algunos ejemplares únicos, incluido uno de los cuadernos de Leonardo da Vinci. En su garaje, duerme una colección de Porsche y varios superdeportivos, entre los que se incluyen modelos clásicos del Porsche 911, 930 y un exclusivo 959 del que solo se construyeron 337 unidades.
Gates también es propietario de una casa en Palm Springs (California), un complejo de 10 viviendas en Hood Canal (Washington). El Chicago Tribune le atribuyó la compra de una mansión de 280 m² en los alrededores de la Universidad de Chicago, que uso su hijo Rory mientras estudiaba.
La joya más preciada de Bill Gates: su jet privado
A estos bienes inmobiliarios, habría que sumarle una de sus posesiones más preciadas: un jet privado Bombardier BD-700 Global Express valorado en unos 40 millones de dólares. El total de estos bienes representaría, aproximadamente, el 26% del total de su fortuna.
Bill Gates ha declarado en numerosas ocasiones que su intención es donar el 99% de su fortuna a la Fundación Bill y Melinda Gates. Sin embargo, todavía no se ha completado esa transferencia de riqueza y, gracias al buen rendimiento de sus inversiones, el millonario tiene ahora incluso más dinero que cuando comenzó a donar su fortuna a la fundación que lleva su nombre. Sus hijos parecen haber perdido toda esperanza de heredar la fortuna de su padre.
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Imagen | Wikimedia Commons (Gvantsa Kilasonia)
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