La International Telecommunication Union (ITU) ha desarrollado un nuevo estándar de comunicaciones llamado G.fast que permite aprovechar el par trenzado de cobre tradicional en las líneas telefónicas convencionales para que éste pueda transmitir a velocidades de hasta 1 Gbps... bajo ciertas condiciones.
Esas velocidades se alcanzan cuando estamos a unos 100 metros de la central de la operadora -o a su infraestructura de fibra óptica-, y a medida que la distancia se incrementa la velocidad desciende a unos 150 Mbps a 250 metros. Aún así es un avance interesante con respecto a las tasas que era posible obtener hasta ahora.
Operadoras como Telekom Austria han apoyado de forma importante el desarrollo de este estándar con el que creen que suplirán las necesidades de los usuarios más exigentes en los próximos 10 o 20 años. La operadora hace uso de una combinación en la cual aprovecha la fibra óptica para buena parte del tráfico, pero esos últimos metros se pueden cubrir con el par trenzado de toda la vida sin que la velocidad de la conexión se vea perjudicada.
El nuevo estándar G.fast incrementa el ancho de banda mediante la utilización de un espectro más amplio, pero eso implica que el equipamiento doméstico para gestionar esas conexiones también debe estar preparado para soportar esas conexiones. La ITU espera que las primeras implantaciones del sistema se pongan en marcha antes de que acabe el 2015.
Vía | ComputerWorld
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