Vivimos en un mundo donde los productos que nos rodean suelen ir cambiado con el paso del tiempo. La evolución tecnológica, los cambios de tendencia o las necesidades del marketing impulsan esta dinámica. Algunos productos, sin embargo, se han mantenido inmutables desde su creación. Uno de los ejemplos más claros para ejemplificar esta realidad es el bolígrafo Bic Cristal creado por Marcel Bich en 1950, una herramienta de escritura tan perfecta que aún conserva su diseño original.
Bich nació en Italia en 1914, pero a los pocos años su familia se mudó primero a España y después a Francia. En este último país sirvió en la Segunda Guerra Mundial y a la edad de 30 años se asoció con Édouard Buffard para fabricar piezas de repuesto para plumas estilográficas. Bich estaba convencido de que la escritura de aquel entonces carecía de “perfección” y quiso hacer su propio producto inspirado en el bolígrafo fabricado en Argentina por el inventor Lazlo Biro.
El nacimiento de Bic Cristal
La búsqueda de la perfección llevó a este empresario a comprar la patente del bolígrafo de Biro. Acto seguido se puso en marcha para crear una alternativa mejorada capaz de combinar varios factores: debía ofrecer una experiencia de escritura práctica y fluida sin que su precio se disparara. Para conseguirlo, utilizó herramientas de relojería suiza en el diseño de su bolígrafo y y también creó una tinta cuya viscosidad evitaba problemas varios comunes como filtraciones y obstrucciones.
En 1950 nació Bic Cristal, un bolígrafo plástico de forma hexagonal que imitaba el diseño de un lápiz estándar. La punta del mismo, uno de sus aspectos más destacados, era de acero inoxidable y permitía la experiencia de escritura que Bich había imaginado. El producto resultó ser un éxito y en 1953 la compañía se convirtió en Société BIC. La firma comenzó a expandirse rápidamente por el mundo gracias a su exitoso producto. En 1955 aterrizó en España, Países Bajos, Austria y Suiza.
A principios de 1960, Bic estaba presente en Norteamérica, Latinoamérica, Oriente Medio y África. Un poco más tarde, a mediados de la década, también llegó a Japón. La esencia del bolígrafo Bic Cristal se mantuvo intacta, pero la compañía introdujo con el paso del tiempo variantes con distintos colores de tinta, punta y diseño. En la actualidad se vende en seis tipos de punta y 18 colores en casi todo el planeta. Además, presume el título del bolígrafo más vendido del mundo.
Como podemos ver en las imágenes, el bolígrafo Bic Cristal no solo lleva décadas siendo un clásico de la oficina o la escuela, sino que también ha sido utilizado para dar vista a algunas obras de arte contemporáneo. La compañía ha documentado una colección de más de 250 piezas de artistas que han utilizado su bolígrafo más famoso, y también otros de sus productos, para dar vida a sus ideas de una manera muy particular.
Imágenes | Bic
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