Un verdadero amante del minimalismo necesita en su casa o lugar de trabajo este tipo de interruptores que literalmente ni se ven ni se tocan. Eso sí, la luz la encienden.
Lo ha logrado la gente de Anigmo, que dispone de un interruptor que puede ocultarse bajo apliques de madera, cristal o incluso mármol por ejemplo. El truco está en que el interruptor es capaz de detectar que tu mano está frente a él aun cubierto por estos materiales.
Y el colmo ya es cuando para encender o apagar la luz sólamente necesitas colocar la mano delante del mismo.
Eso sí, si los usas, procura aprenderte donde los colocaste ocultos o tendrás que hacer de mimo frente a toda la pared para encender la luz al llegar a casa.
Vía | I4U.
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