"Listas de antiobjetivos": las listas de tareas son útiles, pero lo son mucho más las listas de cosas que no debes hacer

  • El logro por evitación consiste en proyectar en el futuro dónde no quieres estar para encontrar formas de evitarlo en el presente y conseguir tus objetivos

  • Charlie Munger, socio de Warren Buffett, dijo:"Todo lo que quiero saber es dónde voy a morir para nunca ir allí"

Antiobjetivos
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Aunque todavía no las hayas organizado por orden de prioridad o urgencia—para lo cual te recomendamos la regla 1-3-5 o aplicar el Principio de Pareto— es posible que ya te hagas una idea sobre qué tareas debes añadir a tu lista diaria. En realidad, saber qué debes hacer es sencillo (y probablemente tus jefes se encargarán de recordártelo a diario).

Sin embargo, y aunque a priori pueda parecer que es negativo, ser consciente de lo que no tienes que hacer, también te ayudará a delimitar mejor tus objetivos. Resulta paradójico, pero saber dónde no quieres estar o qué no quieres hacer es incluso más motivador para completar con éxito tus tareas. En el ámbito psicológico se conoce como logro por evitación.

El alter ego de la lista de tareas y objetivos

Imagina por un segundo el peor día posible en el trabajo. Te colapsan el calendario con un montón de reuniones juntas, tu bandeja de correo está desbordada de mensajes por responder, termina el plazo para entregar el informe que tu jefe te pidió hace una semana. ¡Un desastre!

Bien. Ahora piensa en qué pasos deberías dar para conseguir que ese escenario no se produzca en ningún caso, evitando a toda costa perder el control de tus objetivos. Esa capacidad de proyectar tus metas hacia el futuro y ayudarte a trazar una ruta para alcanzarlos es la mayor fortaleza de la lista de antiobjetivos.

Andrew Wilkinson, cofundador de la empresa Tiny, desarrolló en su blog la idea de las listas antiobjetivos, tras observar junto a su socio la vida que llevaban algunos de sus millonarios y exitosos amigos.

“Muchos de nuestros amigos, aunque eran más ricos y exitosos que nosotros, tenían vidas objetivamente peores. Calendarios llenos. En aviones todo el tiempo. Matrimonio en ruinas. No tienen suficiente tiempo para pasar con sus hijos, 4 horas de sueño por noche”. Eso les hizo plantearse tomar el camino opuesto: cómo no les gustaría que fueran sus vidas, y hacer lo posible por evitar caer en las trampas que habían llevado a sus amigos a la situación en la que se encontraban.

Siguiendo con el ejemplo del “Peor día de tu vida”, ese posicionamiento te descubre que, para evitar un calendario saturado debes planificar bien tus reuniones (si es posible), tomar medidas más eficientes para conseguir el “inbox zero” en tu bandeja de correo electrónico e incluso automatizarlo y, sobre todo, evitar caminar sobre el filo de navaja con las fechas de entrega planificando de la forma adecuada las tareas más exigentes.

Una buena herramienta para evitar malos hábitos

La visualización de un futuro en el que te encuentras en situaciones que no quieres estar, te permite tomar medidas para evitarlo. Lo cual resulta se convierte en una herramienta muy útil para encontrar la motivación que necesitas y adelantarte a tus propias debilidades a la hora de cambiar un mal hábito y adoptar los que sí te interesan, como señalan investigaciones de la Universidad de Leiden.

Es algo que Bill Gates ha aplicado con éxito en su vida: visualizar el peor escenario posible y tomar las medidas necesarias para que no suceda.

Charlie Munger, genio de las finanzas y socio del nonagenario millonario Warren Buffet, utilizaba una filosofía similar y en la reunión anual con los accionistas de Berkshire Hathaway en 1994 dijo: “Todo lo que quiero saber es dónde voy a morir para nunca ir allí”. Con esta frase, el inversor hacía referencia a la importancia de saber dónde no quieres estar para trazar un camino hacia tu meta real.

A la hora de establecer tu lista de antiobjetivos, sé claro con tu intención. Algunos ejemplos podrían ser:

  • "No dormir ni más ni menos de lo que debo". Eso implica que tu objetivo será tanto acostarte a una hora adecuada, como evitar aplazar las alarmas a la hora de levantarte. De un pensamiento sobre lo que no quieres hacer, han surgido dos acciones que debes implementar para adquirir tu nuevo hábito.
  • "No posponer la respuesta a los correos electrónicos". Lo cual implica filtrar los correos que realmente necesitan tu atención del spam, y establecer una tarea periódica centrada en responder los correos que sí requieran respuesta.
  • "No te saltarme los descansos ni la hora de comer". Lo cual requiere optimizar tu planificación diaria o y reforzar el hábito de regularizar la hora de comer para hacerlo siempre en la misma franja, sin saltarse ninguna comida.
  • "No aplazar todo el trabajo hasta la fecha límite". De nuevo, optimizar la programación de las tareas y planificar mejor las prioridades.

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Imagen | Pexels (Monstera Production)

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