El movimiento por el derecho a reparar ha estado ganando adeptos en los últimos años. Además de cada vez más usuarios presionando por contar con dispositivos fáciles de reparar, también las regulaciones están enfocándose en obligarlo por ley. Ahora es el turno de las compañías en adoptarlo, y una de las primeras en hacerlo de pleno es Microsoft. En un nuevo acuerdo, la compañía se compromete a facilitar a los clientes la reparación por parte de terceros de sus dispositivos.
Este acuerdo se trata del primero en su categoría. En junio de este año una organización sin fines de lucro llamada As You Sow, presentó una resolución ante la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos. En ella pedía que Microsoft examinara los beneficios para el medio ambiente y para la sociedad que supone tener dispositivos más fácilmente reparables. La organización sugería el suministro público de herramientas, piezas y manuales de reparación.
Como resultado de esta presión, Microsoft ha llegado a un acuerdo para aumentar el acceso a las piezas necesarias y la información de reparación. Con el objetivo de reducir los residuos electrónicos y disminuir el impacto que tiene en el medio ambiente. Microsoft actualmente, como muchas otras empresas, pide que las reparaciones sean por tiendas autorizadas y no suministra piezas de hardware sueltas de sus productos a los consumidores finales.
Esta es la primera vez que un fabricante estadounidense acepta cambiar sus políticas de reparación después de la presión de los inversores. Sin embargo podría no ser el último, hay presiones similares hacia Apple y otras empresas de hardware del sector.
Reparación vs. seguridad e integridad
El problema de fondo aquí es cómo abrir a terceros esos productos in comprometer la seguridad e integridad de los mismos. Apple por ejemplo es una de las compañías que más ha defendido la reparación de forma exclusiva en sus tiendas o tiendas autorizadas. Alegan que deben ser expertos los que hacen las reparaciones para mantener la garantía del producto.
Por otro lado está el tema de la seguridad. Se sabe por ejemplo que en sus antiguos modelos de iPhone con Touch ID al tratar de cambiar la pantalla o tocar el módulo del lector de huellas, se desactivaba por software el uso del mismo. Indicaron que era una cuestión seguridad, para evitar que alguien colocara un lector de huellas con una puerta trasera. También desactivaron funciones por software al cambiar la batería por una no original.
Al final es cuestión de encontrar un punto medio, donde sea posible ofrecer facilidades de reparación y al mismo tiempo mantener la calidad e integridad del producto. Una regulación de ello e integración en la empresa va a ayudar, y el ejemplo de ello lo tenemos con la propuesta de Microsoft, facilitando desde dentro la reparación y con piezas y manuales originales.
Vía | Grist
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