Basta escribir “regla de los cinco minutos” en el buscador de Google para que aparezcan unos 21,5 millones de resultados. La mayoría de estos resultados relacionan el uso de esta técnica con Elon Musk, de sobra conocido por tener unos hábitos de trabajo extremos que implican jornadas de más de 100 horas semanales e incluso pasaba la noche en las oficinas de SpaceX, X o en la fábrica de Tesla en Fremont, tal y como relata Walter Isaacson en su biografía.
Lamentamos decirte que el millonario nunca ha utilizado esta técnica porque, sencillamente, es del todo imposible que funcione.
Regla de los cinco minutos: el origen del bulo. La arqueología de Internet apunta a que el bulo se originó a raíz de un vídeo publicado por Marshable (que ya no está disponible) en el que, supuestamente, Elon Musk hablaba de esta técnica como uno de los sistemas que usaba para organizar su agenda.
Como dijo Joseph Goebbels, “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”, por lo que el se creó un mito que el propio Elon Musk tuvo que desmentir desde su cuenta en X en 2018, respondiendo a un usuario que le atribuía usar ese sistema. “Definitivamente no hago esto de 5 minutos. Necesita tener tiempos largos e ininterrumpidos para pensar. De otra manera no puedo ser creativo”, afirmaba Elon Musk en su mensaje.
La vida en cinco minutos. La supuesta técnica de Elon Musk propone dividir tu agenda en bloques de cinco minutos, y hacer cualquier cosa en ese lapso de tiempo. En teoría, ese sentido de la urgencia te haría ser más productivo al tener un tiempo muy limitado para hacer cada tarea. Es posible que este sistema pueda tener sentido para ordenar tu casa o atender tareas menores, pero en ningún caso supone un herramienta eficiente y realista para organizar tu lista de tareas.
Una teoría mal interpretada. Es más que probable que el bulo se iniciara a raíz de una mala interpretación de un método para luchar contra la procrastinación que utilizaba Kevin Systrom, cofundador y exCEO de Instagram conocido como ‘Regla de los cinco minutos’. Este método afirma que, si te comprometes durante cinco minutos con una tarea que ya has aplazado en varias ocasiones, finalmente terminarás por completarla.
Esos cinco minutos de compromiso serían el “empujoncito” que necesitabas para completar la tarea, pero no implica que tengas que terminarla en esos cinco minutos, pero a partir de ese tiempo, ya no te dará pereza terminar lo que has empezado.
El Time Blocking funciona, pero hay que ser realistas. En cambio, lo que propone el falso mito del sistema de productividad de Elon Musk, es organizar toda tu agenda en bloques de cinco minutos, lo que supone un farragoso caos a la hora de organizar tu agenda que implicará hacerte trampas al solitario.
Uso un sistema de ‘Time Blocking’ para organizar mi jornada laboral, por lo que puedo asegurar que los sistemas de Time Blocking funcionan. Pero estos deben ser realistas y no añadir un esfuerzo extra para organizarlos por parálisis de análisis. Si una tarea me va a ocupar 40 minutos, es absurdo tener que reservar ocho bloques de cinco minutos en mi agenda. Reservaré uno de 40 minutos. Si a continuación tengo asignadas tareas menores, como revisar el correo, o hacer una llamada, pues le asignare un bloque de cinco o diez minutos, procurando tener siempre en mente la Ley de Parkinson y sus consecuencias, algo que, por cierto, sí utiliza y domina con maestría Elon Musk.
La “Regla de los cinco minutos” se convierte en la Regla 1-3-5. Por mucho que queramos burlar las leyes de la productividad, terminaremos por chocar contra el muro de las leyes de la física: cada tarea requiere un determinado tiempo para completarlas y eso es inamovible. Es por eso que, por mucho que nos empeñemos en segmentar el tiempo en bloques de cinco minutos, lo que realmente tendremos son una serie de tareas que deberemos organizar en un tiempo determinado. No hay más.
La única ventaja que podría aportar este método sería intercalar durante la jornada pequeñas tareas que, efectivamente, no tardarás en hacer más de cinco minutos. Sin embargo, para eso existen otros sistemas mucho más realistas y flexibles como el de la Regla 1-3-5. Este sistema te permite establecer una tarea principal exigente, tres tareas medianas y cinco tareas más pequeñas y ligeras (que probablemente no te llevarán más de cinco minutos), que puedes intercalar entre otras a lo largo del día.
Imagen | Dvids (Trevor Cokley)
Ver 2 comentarios