Internet nunca fue una red de ordenadores, sino una red de personas. Una red de personas en sentido etimológico porque 'persona' (del griego prosopora) significa 'máscara'. Una de las cosas que hacen fascinante internet es que la fanfarria de twitter, los gatos de facebook y los selfies de instagram son, en cierta manera, el gran carnaval veneciano de nuestra época.
Una de las cosas que lo hacen terrible es que a menudo nos olvidamos de que, tras de esas máscaras, nos escondemos nosotros. Personas reales con nuestros problemas y nuestros sueños; con nuestros fallos y nuestros aciertos; con nuestras compañías y nuestras soledades. Precisamente, sobre la soledad en tiempos de internet queríamos pensar hoy. En Xataka, hemos hablado con cinco personas para saber qué pasa con la Reina del Carnaval cuando se baja la música y se apagan las luces.
Habitaciones vacías
Julia tiene un cuarto lleno de zapatos. Los tiene todos en el suelo, bien ordenados, unos junto a otros. No le gustan que estén en cajas: le tranquiliza mirarlos en sus filas y columnas mientras desayuna té y mordisquea una (solo una) galleta de dinosaurios. Detrás de la puerta, hay varias estanterías de Ikea desmontadas. Cuando las compró en la tienda, le dio vergüenza contratar el servicio de montaje y, pese a que lo intentó durante una semana, no consiguió montarlas ella sola.
A veces, me confiesa con mucho pudor, tiene pesadillas en las que entra a la habitación y está todo el calzado revuelto y desordenado. Muchas de esas noches se desvela y acaba por dormir acurrucada en una butaca que tiene en el cuarto de los zapatos.
Julia tiene 1.566 seguidores en instagram, trabaja en redes sociales en una empresa del centro de Madrid y mantiene un 'egoblog' donde sube fotografías de sus looks diarios: ayer, aparecía con un vestido blanco suelto, un colgante dorado, un sombrero blanco y negro y unas sandalias. Hoy, lleva un top con "corte en capa y manga francesa" de un color, para mi, indescriptible y una gabardina verde.
Hablo con ella por facebook y le pregunto si es feliz. Voy fuerte. Julia (que en realidad no se llama Julia - de las cinco personas con las que he charlado algunas aparecen con su nombre real, pero otras me han pedido que respete su anonimato) me dice que no. Ya sabe que ser feliz es una cosa distinta de lo que ella esperaba y en los últimos años, a fuerza de palos, ha descubierto que no hay algo parecido a una felicidad pret-à-porter. Pero no se acostumbra, no se hace el cuerpo. "Estoy empezando a admitir que soy de ese tipo de personas que solo pueden ser felices en habitaciones vacías".
Roberto estudió historia, filosofía o algo así. Hablé con él por hangouts y se me pasó apuntarlo. Ahora trabaja en un restaurante de comida rápida cerca de Turnpike Lane en Londres. "Es curioso", me dice, "pese a que ideológicamente me jode que me haya tenido que exiliar por la clase política española, tengo que reconocer que ahora soy más feliz que antes". Yo conocí a Roberto en una sentada que hizo el CSE frente al rectorado de la Universidad de Granada, era un activista bastante radicalizado pero callado: un, si me permiten la expresión, 'ejecutor'. Durante el 15M, vivió una doble vida: el chico callado y duro de las acampadas convivía con alguien activo, sensible y verborréico en los foros y las listas de correo indignados. "Mi novia de aquella época que era teleco decía que era como el tipo de la viñeta esa de 'hay alguien equivocado en internet'".
"Tío, me pasó algo tela de raro. Conforme me iba metiendo en el mundillo de la web, iba encontrando las palabras que me habían faltado toda la vida. Pero a la vez, no sé, cada vez me apetecía menos ir a las asambleas. Es como si, antes, el bloqueo y la vergüenza los tuviera normalizados, pero ahora no podía aguantarlo".
La paradoja de internet
La primera gran investigación sobre la relación entre internet y la soledad la realizaron Kraut y su equipo) en 1998. Seleccionaron a 169 personas (de 73 familias) durante sus primeros dos años de conexión a internet. Los resultados fueron preocupantes porque los investigadores descubrieron que, aunque el uso de la red era fundamentalmente comunicativo, existía una disminución en la comunicación familiar, un empequeñicimiento de los círculos sociales y un incremento de la depresión y la soledad. También descubrieron que a mayor uso de internet, mayores eran sus efectos.
A esta idea que parece describir la experiencia de Roberto, se le llama la 'paradoja de internet': el hecho de que una tecnología eminentemente social pueda acabar reduciendo la implicación social y el bienestar psicológico de sus usuarios.
El trabajo de Kraut fue como un disparo en una carrera de caballos. Los medios (y, con ellos, la opinión pública) se lanzaron a prevenirnos de los males de internet. Por ejemplo, y aunque sabemos que la adicción a internet no existe, surgieron teóricos (como Brenner en el 1997) que la relacionaron con los comportamientos típicos de la adicción.
El diagnóstico era apresurado. Shapiro (1999) rápidamente explicó que, en realidad, el estudio tenía serios problemas metodológicos. Los investigadores habían escogido a un grupo de participantes (fundamentalmente, alumnos de los últimos años de instituto y sus padres) que hubieran visto reducir su 'vinculación social' de forma natural independientemente del uso de internet.
Además, Kraut (por hablar del estudio más conocido) no se percató de que los usuarios de internet son, como los miembros de cualquier sociedad, distintos entre sí. Hamburger and Ben-Artzi (2000) fueron muy contundentes: ni se puede hablar de internet en general porque no existe un sólo tipo de servicio en internet; ni se puede hablar de internauta en general porque las personalidades de los internautas son tan variadas o más que las del resto de la población.
La soledad es una respuesta natural de los individuos ante distintas situaciones y no una forma de debilidad (Weiss, 1973). De hecho, más de un 10% de los niños reportan - de manera natural - sentimientos de soledad y insatisfacción social (Asher, Hymel y Renshaw, 1984). Por eso, la pregunta clave es qué personas están más expuestas a este tipo de situaciones sociales.
Ansiedades, miedos y vergüenzas
Hay dos 'rasgos' de personalidad que se relacionan (o se han relacionado) con la soledad: la extraversión y la estabilidad emocional. Los extrovertidos se definen por tener una personalidad sociable, que disfruta de la compañía, espontánea, arriesgada; frente a ellos, los introvertidos son tranquilos, pensativos y contenidos. A veces, ese carácter introvertido puede parecer antipático o distante. Y de ahí, a cierta soledad deseada o no, hay solo un paso.
De las cinco entrevistas, sólo una podría entrar en el perfil de 'introvertida'. Maria José vive en un pueblo de Tarragona aunque ella es de Barcelona. Usa twitter con candado, facebook con pseudónimo y poco más. El correo, si acaso. No me lo dice (e igual estoy cruzando alguna línea periodística) pero está como asustada. No de mi, ni de nada en concreto. Asustada en general.
Eso lo he visto mucho estos días, pero mejor disimulado. Junto con Roberto es la única persona con la que no he hablado por facebook. Usamos DMs de twitter. Yo hablo, hablo mucho (soy muy malo entrevistando) pero ella me escribe como si no hubiera quitado el límite de 140 caracteres en los mensajes privados. Muy correcta, muy discreta.
Me dice que cuando leyó que buscaba a personas para charlar sobre soledad en internet, no iba a escribirme. En realidad, no sabe porque se decidió a hacerlo. "Porque eres psicólogo, quizá".
El infierno son los otros
Pero la soledad de internet no suele ser así. Ahora sabemos mucho más de los internautas y sabemos, por ello, que el problema más común viene por el lado de la estabilidad emocional. La estabilidad emocional suele asociarse a problemas de regulación que hacen difícil no el hecho de formar relaciones sociales en sí, sino mantenerlas por su incapacidad para ejercitar esa cierta 'hipocresía moral' que los victorianos creían la base de la sociedad (Stokes, 1985).
Mónica es de Huelva y ahora trabaja en ayuda domiciliaria. Cuida a una señora mayor a la que solo soporta cuando rezan el rosario. Su red social es facebook y mantiene un montón de grupos donde psicólogos hablan de cosas de psicólogos.
Pasamos mucho rato hablando de la logística de la moderación de foros, de los trolls, de los haters. Se jacta de que, quitando un psicoanalista sevillano, ella debe ser la psicóloga más odiada de facebook. Reconoce que no siempre es justa y que muchas veces no sabe poner las cosas en su contexto. "A veces", me cuenta ya casi acabando la entrevista, "siento que me vendría bien hablar con alguien. Hablar de verdad. De eso que de repente te das cuenta de que son las seis de la mañana".
Me explica la alegría de cada like (no dice 'me gustas' dice 'likes'). No le veo la cara, pero estoy seguro de que está sonriendo. Yo le digo que sé de lo que me habla: me dedico a escribir para internet. Pero le confieso que esa alegría, en mi caso, tiene un sabor agridulce."Sobre todo, durante el tiempo que estuve fuera del país, la verdad es que esas interacciones eran estimulantes, pero no dejaban de ser 'surimi', palitos de cangrejo, como un sustituto que no deja de ser muy inferior al original", le digo textualmente. Tarda mucho en contestarme y lo hace con un "No sé. El colacao también era un sustituto y hemos acabado por desayunar todo eso".
Soledad y compañía en tiempos de internet
"¿No te ha pasado nunca que eres jodidamente más ingenioso, más listo, más cool, más todo en twitter?", me dice Fede (2108 followers), "por eso evito las tweetquedadas. Todo el mundo espera que sea gracioso y simpático y yo, tío, me bloqueo".
Fede trabaja en un gran supermercado. "Cada vez estaba más claro que no soy un genio". Desde los quince años, había pensado que era un tipo con talento, pero pasaban los años y los demás no se daban por aludidos. "Solo en twitter (bueno, o en alguna red social) y solo a veces vuelvo a sentirme así. Como un genio. Puedo ser un yo mismo que me guste".
En internet, rige un doble filtro. Las características de la herramienta seleccionan a un determinado tipo de personas y ese determinado tipo de personas (por sus caracteres, personalidades y estilos) crean la cultura, los criterios si quieren, que decide qué es admisible y qué no en esas mismas herramientas sociales.
Es curioso que el resultado haya sido el que vemos. Los individuos solitarios se sienten cómodos en internet porque es un lugar hecho por personas extrovertidas y abiertas a la experiencia. En línea, se pueden regular mejor los niveles de intimidad personal y social; se pueden controlar el número y el momento de las interacciones; en algunas redes se puede incluso cambiar de opinión y borrarlas si se consideran oportuno. El anonimato puede disminuir la autoconciencia y la ansiedad social, lo que, como vemos, facilita el comportamiento pro-social y mejorar la formación de la amistad en línea, con igual o mayor intensidad que facilita el comportamiento anti-social y el gregarismo.
Frente a las hordas de trolls, haters y demás demonios virtuales, vemos también que surge 'un ejército de domingueros de buenas intenciones armados con cacharritos y libros de texto'. Hay decenas de estudios, de hecho, que examinan cómo internet puede ser positiva para el entorno de socialización (Shaw y Grant, 2004) y abren la puerta a nuevos tipos de compañía.
Esa es mi última pregunta a Maria José, si querría tener un círculo social más amplio y me dice que sí. Luego, cambia de idea y me dice que no. "Podría tenerlo, creo, pero, noi, siempre acabo arruinándolo todo". Me da la sensación de que no es tanto que ella se sienta sola, como que cree que está sola, como que cree que debería tener más vida social porque es como debería ser. Le pregunto si el problema es el 'estereotipo cultural', si es la idea de que esas relaciones son falsas, lo que la hace sentir mal. Me dice que no lo sabe, que nunca lo ha pensando. Deberíamos pensarlo.
Imagen | Public Places
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luis_yomismo
No se pueden tener muchos amigos porque no hay tiempo para muchos amigos.
PD: a menos que quieras amigos de mierda.
eufrasio
Yo no sufro esa paradoja, no tengo amigos, ni en la vida real, ni en internet
joseavdt4
Muy interesante. Recomiendo su lectura pausada.
umbium
Me parece bastante correcto el artículo. Yo la verdad sentí que el tema de las redes sociales hacía que las relaciones con mis amigos pasasen a ser mucho más frias o se perdiesen en el mar del olvido o las correctas formas de lo que llamas "hipocresía moral". Asi que un día dije, esto no me hace bien, adios Tuenti, adios Facebook, adios Twitter e Instagram ni Vine ni estas cosas modernas nunca tuve.
Diria que eso me sentó bien en cuanto a mi relación con internet, ya no era un personaje que se cree un "genio" por gustar a cierto target con comentarios ingeniosos propiciados por la anestesia del contacto indirecto con una masa no individualizada. Eso creaba cierta ansiedad, y mucha procrastinación, miles de conversaciones a ningún sitio cientos de minutos mirando fotos que ni me importaban.
Dejar las redes sociales fue una cura para una relación con internet no muy buena. Ahora prácticamente entro en 3 blogs de variedades, otros tantos de cosas técnicas que me ayudan a estar en contacto con el mundillo de lo que estudié y me gusta, y comentar a veces. Esto lo hago en una hora o dos por la noche o en algún rato muerto, nada más.
El problema es que ahora mismo dejar todo esto te acarrea cierta soledad física. Ya que la gente está muy metida en el facebook, twitter, youtube, instagram, siguiendo los mil cotilleos del nuevo mundo de la farándula de internet, o cualquier cosa banal que les resulta graciosa y se convirtió en viral. Eso coarta mucho a la hora de hablar de esas personas que te hablan de cosas que no te interesan de los mundos sociales, y que muchas veces su mente cambió para adaptarse y comprender esos gustos. He visto gente con la que antes podría discutir una película, lo que me gustó y lo que no, y ellos decir su punto de vista intercambiar impresiones nuestras y de nadie más, ahora muchas veces como difieras aunque sea un ápice de la corriente de opinión de las redes toman una actitud que antes solo se tomaba en los foros, la de hater. Ya no se puede hablar.
Con esto quiero decir que evitar una relación nociva con internet creo que me aportó mucho psicológicamente y en términos de eficacia de tiempo. Pero me hizo estar desconectado de un mundo en el que la gente cada día está más conectada. Me acuerdo cuando éramos más jóvenes y se llevaba el MSN, hablabas con la gente de manera más educada y menos tiempo, igual una hora después de comer y otra antes de dormir, y entrabas saludabas, te despedias, hacias planes y conocias a fondo a una persona. En dos horas al día. Ahora mismo tenemos whatsapp a todas horas, y la gente ya ni saluda, ni se despide, muchas veces habla por hablar de cosas que no tienen sentido y en conversaciones desestructuradas y bastante absurdas, creyendo que eso es un contacto necesario. Igual es solo algo que me pasa a mi, pero he estado toda una tarde intentando quedar con gente para esa noche. Toda una tarde, 5 horas hablando de nada hasta los 5 últimos minutos.
tigerhunt
Ciertamente, muy interesante tu articulo y reflexiones. Me ha alegrado ver esta clase de contenido en el blog. Muchas gracias
zibergazte
Bueno, supongo que siempre será mejor la soledad en la vida real si en la otra realidad al menos puedes relacionarte ¿No? Un poco como en Oasis de Ready Player One. Todo esto al menos si la soledad es elegida. Evidentemente si la soledad en el mundo real te hace ser infeliz, las redes sociales no van a ser más que un triste parche y puede que no ayuden sino todo lo contrario a la hora de relacionarte en el mundo real. Interesante articulo.
taiku
Cuanta razon... "Multiplayer killed social gaming" xD
Vamos, me quejo dia si y dia tb con mis amigos, desde que salio el multiplayer online... jodieron totalmente la diversion de sentarse con al consola y los colegas en el salon todos juntos...
zaxius
¿Aun hay quien considera a los contactos como amistades reales? La mayoria son como mucho conocidos. Una amistad de verdad es confianza, ayuda cuando es necesario, compañia, cariño.
Contactos en redes (Google+, Linkedin, los del movil, foros..) tengo cientos y me llevo bien con la gran mayoria, pero amigos de verdad, de los que puedes depender en caso de necesidad como mucho 10, y la verdad es me siento muy afortunado por tener tantos.
Si se quieren amigos de verdad, hay que buscarlos activamente ya que no van a irte a buscar a casa. Encontrar un buen amigo puede ser más dificil que encontrar un puesto con contrato fijo. ¿Tienes hobbies? Busca asociaciones que los practiquen e intégrate, con eso ya tienes por donde empezar. ¿Estas en paro? Haz cursos de formación, si es posible de los largos, ahí puedes crear amistades. Una vez que te hagas con un par de amigos intenta integrarte en su circulo y todo irá a más... eso si debes tener un caracter abierto y respetuoso, si no todo el mundo acabará pasando de ti.
Sporty
Ahora todo se mide por tu utilidad práctica. ¿amigos en el trabajo? para hacértelo más ameno. ¿amigos en los deportes? para hacer ejercicio. Le quitamos valor a actos tan sencillos como "quedar para hablar". Son las parejas y muchas ni hablan...
jalfred28
Buen articulo, de los cientos de contactos que tengo, solo 3 son amigos con los que realmente tengo una verdadera amistad
sugarterrorist
Seamos sinceros, internet gusta a mucha gente enamorada de si misma sencillamente porque es un canal prácticamente unidireccional desde el que compartir su magnificencia con el simple y común de los mortales. Es su plató de televisión personal desde el que difundir su ego.
No se trata de otra cosa que un gigantesco acto de egocentrismo. Hay quien de verdad cree que el mundo está de enhorabuena porque Twitter o FB permite a las masas el disfrutar de su divinidad, ya sea en sus "chispazos de originalidad" o en la suprema belleza de su cuerpo escultural.
Estamos en una época en la que una veinteañera con más tetas (comprimidas o no) que cerebro tiene como única superación posible lograr el vestido escotado o el top más ajustado para ganar más "likes" que en fotos anteriores.
Estamos en una época en la que personas con un inmensa necesidad de atención, basan su felicidad en la cantidad de "Amigos" de FB o Followers de Twitter y nunca tienen bastante.
Muchos les excusan: "pobres, en realidad tienen muy baja la autoestima". Pero en la mayoría de los casos no es cierto en absoluto. No digo que no existan, pero la mayoría de esos "pavos reales" de internet son gente bastante maleducada, exageradamente prepotente, ególatra y con una imagen de si mismos bastante distorsionada por una especie de síndrome del emperador y que tratan a los demás como simples herramientas de adoración a su persona.
Las estrellas de Youtube son un tema a parte. Gente como Elrubius (personalmente no me gusta nada), Auronplay, Loulogio, etc. Son personalidades magnéticas para mucha gente, pero ellos saben que hacen un papel, que es parte del show de su negocio, el cual admiro. Pero después hay otros que sí rozan la enfermedad, hablo de personas como JPelirrojo o el Willyrex quien el papel de Youtubers se les fue de las manos hace tiempo si es que alguna vez lo tuvieron bajo control.
En fin, el tema del "Súper-Yo" por internet es un tema que personalmente me da bastante asco-pena.
Joaquin Segura
¿Y qué problema hay con estar o querer estar solo? Menudo drama absurdo.
papi_richie
yo creo que falta mas redes sociales por que en los bares aun levantan la cabeza, hay que acabar con esta lacra
ae123
Prefiero mil veces los amigos reales que a los amigos vampiros con los que te encuentras en las redes sociales.
Antes era cool la amistad anónima, ahora es demasiado peligroso andar así.
burga
Qué joya de artículo, Javier. Sigue con ese nivel ;)
ibalamcerda
Conocidos en redes sociales. Amigos se cuentan con los dedos.
anderch
Me gusta!
ignostico
es cuestión de tiempo, en 10 o 15 años no existirá este tema ya que la única forma de "amistad" que se conocerá sera on-line como ya lo es el conseguir pareja,comprar zapatos o comida,ir al cine o ir a ver deporte cada día son menos, ya seremos "la gran comunidad de solitarios unidos en red" o algo asi
Adrián
Ja Ja Ja, yo tengo 30 seguidores en Face (90% familiares) y 70 en twitter, y estoy pensando cortar a varios.
Es que soy pocos amigos, eso sí, los cinco que tengo, son oro de ley, no paja de potrero.
sarlacc
Para eso esta 4chan, donde puedes expresar realmente lo que sientes sin replesalias ni hipocresias por tanto petalo de rosa que hay en internet hoy dia, y ni siquiera tienes porque saber quien rayos esta al otro lado, hasta podria ser un perro inteligente quien sabe.
rafagranadossancho
javier, si es posible y no violo ninguna regla , me gustaria que me dieras los datos de maria jose y monica, (si es que son sus nombres reales)
cesarfalcongomez
Muy bueno el articulo, al igual que todos los demás comentarios. Me gustaría compartir un vídeo que resume gran parte de este texto e incluso agrega cosas que aquí no se hacen mención. El vídeo se puede buscar en Youtube como: Look up. Les animo a verlo.
Un saludo.
kevincifu
Es la sociedad de hoy en día, es triste... pero es así. Os recomiendo ver "Desconexión", que es una película que trata de la relación de la tecnología y las personas, lo que puede ocurrir.
manoloperezglez
Me ha parecido bastante interesante el artículo, enhorabuena. Como ya ha comentado alguién anteriormente, se agradecen otro tipo de artículos de vez en cuando, más allá de pantallas qHD, lo nuevo de Apple y 1's y 0's.
Con respecto al artículo, tal vez vayamos en otra dirección con el paso del tiempo y, me vais a perdonar la mistiquez (ni si quiera se si se dice así), pero el ser humano es la especie que más y más rápido se adapta del planeta. Si con la llegada de las nuevas tecnologías los tiempos están cambiando, también lo hará el ser humano con ellas queramos o no (lo llevamos haciendo millones de años, no se va a frenar en cuestión de un puñado de décadas).
Desde hace miles de años el ser un "animal" social nos ha hecho aprender, nos ha dado un lenguaje y nos ha proporcionado lazos familiares y ventajas evolutivas. Tal vez seamos los pioneros en iniciar otras formas sociales. Es cuestión de pura adaptación (y de gustos).
La dominación del fuego nos hizo juntarnos. Internet, nos hace separarnos.
Tal vez sea temprano para saber que efecto conlleva estas nuevas formas, aunque no desmerecen el objeto de estudio para intentar comprenderlas un poco mejor.
En definitiva, vuelvo al principio. Genial artículo para hacerte reflexionar.
Enhorabuena.
uriel.01
Por artículos como este es que uno entra a Xataka.... Felicitaciones
victorpaternina
Me convence mucho lo de que algunos no aguantamos la hipocresía moral... O simplemente somos muy drasticos, o llamenme desadaptado, como gusten. Así son los "normis", todo tiene que regir como la sociedad lo quiere e impone.
velandia
Como se quejan ahora, tantas cosas por hacer y aprender, ahora se votan encima de la cama a llorar porque el novio las dejo en vista...
Que falta de hobbies tan preocupante.