La fórmula TED ha funcionado. El formato de conferencia individual de hasta 18 minutos con un orador carismático, centrada en un concepto / historia con vídeo y subtítulos para acercar esas "ideas que merece la pena propagar" suele aparecer celebrado por doquier: por fin alguien parece haber dado la receta para hacer entretenido el compartir el conocimiento tecnológico, humanístico y científico. ¿Qué objeción podríamos poner a eso?
Parece difícil tener algo en contra de que personas inteligentes que hacen cosas dignas de ser contadas expliquen su trabajo y hallazgos a los demás de forma didáctica, amena y concisa. Si aceptamos que esa es una definición de las Ted Talks no cabe asombro ante el éxito y la popularidad del modelo de conferencias que, sin embargo, también ha suscitado críticas que en muchos casos llegan a ser muy contundentes: las charlas ted son más dañinas que beneficiosas.
Veamos una conferencia TED
TED es "tecnología + entretenimiento + diseño", también es una "comunidad global que cree en el poder de las ideas para cambiar el mundo". Atendiendo a las más populares podemos atisbar que en cuanto a audiencia y popularidad han llegado a donde muchos divulgadores llevan años intentando sin conseguirlo.

Aquí es donde empieza una de las objeciones recurrentes frente a TED: el problema de convertir el conocimiento en espectáculo deriva en ocasiones a que no se da mayor visibilidad al que alcanza mejores logros, sino al que consigue venderlos mejor. Se construye una versión de "Operación Triunfo" en la que se posterga al que ofrece verdadero valor, conocimiento y sustancia en favor de aquél que agrada más al público.
Una de las mayores enmiendas a la totalidad frente a TED la realizó Benjamin Bratton. Recogía no sólo esta "excesiva simplificación", también otros muchos lunares: la tendencia a recoger autores que vienen a hablar "de su libro", el rol de la plataforma como placebo y su papel como vocero de una fe ciega en la tecnología.
Como no podía ser de otra forma, TED actúa como cualquier otro sistema y tiende a integrar a las críticas dentro de él. Aquí el amigo Benjamin exponiendo su diatriba... en una charla TED
Chris Anderson - comisario de la plataforma - le dio respuesta, pero la de Bratton no ha sido ni mucho menos la única crítica.
No menos sugestiva fue la de Megan Garber: dar una conferencia TED es un instrumento para poner "tu marca a una idea". La idea de la larga cola, inseparable de Anderson; la idea de las tribus digitales de Seth Godin, la idea de la burbuja de los filtros de Praiser.... lo más parecido a una patente sobre un concepto que el "gurú descubridor" pasará a amortizar durante años en libros, más conferencias, clases y consultoría.
Sesgos, filtros y la idea principal
Hay otros dos ejes sobre los que pivota el debate sobre estas charlas. En varios artículos (1, 2, también alguno en español) se reflexiona sobre los sesgos en la elección de ponentes y temas. TED actúa como un escaparate y un exportador de una ideología capitalista, con una selección hecha por y para una cierta élite no ya intelectual sino empresarial.
Se suelen cumplir de forma implícita muchos de los preceptos mayoritarios en Sillicon Valley y, de hecho, en más de una ocasión ha habido controversia sobre la posible censura previa de algunos discursos. El ejemplo de Nick Hanauer y su mensaje en favor de subir los impuestos a los más ricos fue considerada demasiado "política y controvertido"... aunque finalmente integraran al crítico y su discurso.

Por último tenemos la enmienda a la totalidad: propagar ideas en formato TED no es lo que va a "cambiar el mundo". Eso es, en cierta forma, pensamiento mágico, pseudo religioso. Incluso se puede aducir que el formato recupera en parte el concepto de sermón, trocando la doctrina y la teología por la "inspiración y el diseño". De hecho en la lista de conferencias más habituales encontramos bastantes que rozan la autoayuda, llamadas vagas a la creatividad y la realización personal y los mantras actualmente en boga tipo "sigue tus sueños, haz lo que amas"....
La conjunción de ambos factores convertirían a TED en un instrumento de clases dirigentes para la propaganda de su visión del mundo, con una ausencia palmaria - exceptuando la estrictamente necesaria para acoger algo de autocrítica y cumplir ese expediente - de enmiendas a la ideología de la misma.
Una defensa tibia de las charlas TED
He intentado glosar muchas de las críticas que se han venido realizando estos años a TED. Creo que es un ejercicio necesario y, además, comparto muchos de los puntos que señalan. Sin embargo mentiría si dijese que mi visión de la plataforma es por completo negativa.
Por un lado, aunque elitista en lo presencial, la plataforma online y la difusión de muchas voces destacables tiene un valor per sé. Es más, en parte creo que Anderson tiene un punto, TED no aspira a ser todo el conocimiento ni es de esperar que recoja a todas las ideologías y visiones del mundo.
No puedo abominar de una conferencia que ha acogido a algunos de mis autores preferidos de los últimos años. Cierto que también hay muchas vacías, o, mejor dicho, llenas de autobombo, efectismo y pretensión de ser cool e interesante. Pero es que ahí están Kahneman, Pinker, Jared Diamond... mini conferencias con las que disfruto mucho, a las que vuelvo en ocasiones para refrescar conceptos clave y que, a pesar de ello, refuerzan mi punto de ruptura con TED.
Lo peor del fenómeno es la pretensión de completitud, de que has escuchado un cuarto de hora a Ken Robinson y ya sabes, tienes criterio sobre educación y su futuro. Lo peor es la creación de esa ilusión de conocimiento exenta del esfuerzo necesario para el mismo, de haber encontrado un atajo que es falso y dañino porque alimenta uno de los mayores problemas que tenemos con la información y el conocimiento: pretender que es inmediato, simple y siempre entretenido. Si lo que sacamos de una conferencia se puede resumir en una cita ingeniosa que encaja para compartirla con la foto del conferenciante en redes sociales, entonces estamos ante un fraude intelectual.
Quizás podríamos salvar parte de TED si conseguimos que de cada vídeo que veamos y nos cautive surja una lectura en profundidad de un autor sobre el tema, el cursar una asignatura, el seguir siquiera un blog o un podcast que amplíe la leve introducción que deberíamos considerar que es TED. Sólo entonces, y manteniendo alta la guardia ante los sesgos e ideología que subyacen en el proyecto, podríamos hacer un elogio decidido hacia la plataforma.
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17 comentarios
remiel
No entiendo la crítica del artículo. Los señores del TED no divulgan el conocimiento completo de las materias que exponen, malo. Los señores que dan su charla no hablan de todos los temas y puntos de vista posibles, malo. Pues el problema no está en los TED, que son una gran idea, sino en las pretensiones absurdas de quien se sienta a verlos.
Me parece un gran valor llevar a primera plana de divulgación temas de educación, salud, motivación, etc mediante profesionales contrastados y realizarlo a escala global, de manera que abren la veda a la propagación de ideas. Por citar un ejemplo que particularmente me interesa es la crítica a la excesiva prescripción de medicamentos relacionados con el TDAH, algo que aquí hasta hace unos años nos pillaba lejano y que hoy día crece como la espuma.
Evidentemente son opiniones y evidentemente no portan toda la verdad ni tratan de sustituir a la divulgación científica. Si dijeran que son los guardianes del saber sería el primero en criticarlo, pero estando el mundo lleno de Ronceros, Matamoros y otros grandes comunicadores bienvenidos los TED y toda iniciativa parecida que surja.
black_ikarus
Creo que el artículo habla sobre cómo ver siempre la botella medio vacía.
¿Que las charlas TED no tienen una gran profundidad? Evidentemente.
¿Que muchas están hechas también para construir marca personal, rentabilizable por otros medios? Obvio.
¿Que es peligroso tomarlas como dogma de fe? Como todo.
En fin, no vayamos a fusilarles por el hecho de que hayan polularizado un formato de divulgación de conocimiento más o menos serio sólo porque ello no te convierta automáticamente en un experto científico, porque haya alguien que gane dinero directa o indirectamente con ello, o porque algunas tesis sean discutibles. Yo me quedo con lo positivo que aportan, que es mucho y es gratis, y siempre, siempre te invita a pensar y a descubrir por tu cuenta.
ladyfitness
No suelo comentar en Xataka (pero sí os leo, eh?), pero con este post me animo, ya que las charlas de TED han sido fuente para algunos de mis posts en otros blogs como Vitónica. Como dice Antonio, lo esencial es no quedarse en lo que te dicen los oradores, sino en seguirles un poco la pista (descubrir quiénes son, de dónde han salido, qué hacen ahora), buscar más posturas sobre aquello de lo que nos hablan y, sobre todo, en cuestionarlo todo. Que lo haya dicho un señor en una charla de TED no significa que sea una verdad universal, pero puede ser un punto de partida genial para empezar a trabajar un tema.
Personalmente, a mí me gustan: me gusta el formato, me parece ameno e interesante, y debido a su corta duración es perfecto para introducirte en un tema nuevo pero sin contarte todo lo que hay.
¡Saludos!
royendershade
Gran articulo que da completamente con el problema del asunto. Yo no digo que los quiten obviamente, pero pueden resultar bastante dañinos frente a una poblacion sin criterio. Hay algunos que son desastrosos incluso (no demasiados) ya que muestran puntos de vista como absolutos, y los venden muy bien, que a veces ni siquiera son correctos cientificamente o a efectos practicos. Otros son para vender, como dice el autor. Hay que tener cuidado, simplemente, y la mayor parte de la gente no lo tiene.
alexsr
El eterno discurso sobre medio y contenido, culpar al formato es absurdo, yo personalmente me siento feliz de que por fín un formato haya conseguido cautivar el interés por el conocimiento de mucha gente que de otra manera no se habría interesado. Al fín y al cabo no deja de ser poner el micro delante de alguien que tiene algo que decir, no es peor ni mejor que la radio, la prensa, la televisión o incluso blogs como éste.
Por otro lado, lo de vender el producto, es OBVIO. Se llama estrategia de comunicación, lo que no puedes pretender es quejarte por no saber explicar las cosas de una manera que motiven a tus oyentes, soy docente y soy plenamente consciente de la importancia de "vender el producto" cuando se trata de hacer llegar un mensaje, es simplemente estimular las expectativas y los canales receptivos de las personas que tienes delante, si eres un genio pero no sabes hacer eso, en vez de quejarte busca a alguien que sea capaz de entenderte y envolver tu mensaje de forma que resulte atractivo.
allenzimmerman
Me parece un error criticar el formato de Ted, en mi opinión tiene mucho más puntos positivos que negativos. No voy a pasar a enumerar sus bondades ya que las describe muy bien el articulo. Evidentemente si se hace un mal uso de él el resultado va a ser negativo...como todo en esta vida: El Whatsapp es una herramienta de comunicación fabulosa, ahora si basas tus relaciones personales en esta aplicación tienes un problema, las alcachofas son muy sanas pero pero si solo comes alcachofas te van a sentar mal, Albert Camus escribió libros fantásticos pero si en vez de leerlos te los metes por el cul.... no te va a hacer mucho bien.
Cada cosa tiene su función y finalidad, por que ciertas personas hagan mal uso de ella no deja de ser buena, sería más interesante plantearse porque hacemos ese mal uso, ¿que educación hemos recibido para hacerlo? ¿Por que vemos una charla y en vez de tomarla como una introducción a un tema nuevo sobre el que investigar preferimos sentirnos saciados y difundirlo entre conocidos como si nuestro saber estuviese a la altura del ponente? ¿por que tenemos tan disminuida el ansia del conocimiento que con 18 minutos nos vale y no buscamos más?. Es cierto que es genial tener unas pinceladas de conocimiento sobre diferentes temas pero no nos engañemos, son pocos los que cogen lo pinceles e intentan pintar un "Guernica".
nemeus
Excelente artículo. Gracias por la necesaria reflexión.
oopere1
Pero es que pasa lo mismo en casi todos los ambitos y medios, incluso en la universidad, las ciencias que no son exactas, incluso estas, se ven influenciadas por el punto de vista del docente, que siempre influye. No hace mucho escuche una entrevista a Xavier Sala Marti en la que explicaba que el y Stiglitz daban una misma asignatura en la universidad. Asignatura compartida, pero con dos puntos de vista totalmente diferentes y que el mensaje que lanzan a sus alumnos es totalmente contrario. Hay muy pocos casos en que se den puntos de vista diferentes en un mismo auditorio o medio.
Ya es tarea de cada uno buscar mas información o no, pero es mucho mejor escuchar solo a Sala Marti o Stiglitz que a nadie.
TED comunica y algo se aprende, o no, pero aporta conocimiento en un formato ligero que hace que mucha gente lo consuma, y gente que no consumiría por otro medio.
hamta
Traté de ver 2 conferencias del TED, pero a los 20 minutos tenia que quitarlas. Aburridas, pesadas, tediosas y aveces con "opiniones personales" vertidas, fuera de contexto y sin apego a la exactitud científica requerida. Jamás los he vuelto a tocar y ahí hay como 8 en el Netflix... Me quedo con los documentales puros y duros.
sergio.vicentegomez
El único TED que me ha "entretenido" hasta ahora: youtube.com/watch?v=x1ShVyBm8GU
jordi.cerveragarcia
Pues para mi, TED se ha convertido en mi fuente primaria de cultura general. Sin lugar a dudas, puedo permitirme gastar 20-30 minutos en verme un par de Teds y adquirir un conocimiento general sobre un ámbito, que luego ya decidiré explorar o ampliar por mi cuenta, pero dando una base suficientemente decente, o para actualizarme sobre un ámbito, está muy bien ver como las prótesis van avanzando, como la IA de verdad empieza a nacer, cómo los problemas globales tienen muchas soluciones sencillas, o te enteras de forma más clara de los conflictos del mundo.
Ted es desde luego un gran avance, ted representa una grandísima cantidad de información que puede ser fácilmente digerida, y que eso, como punto de partida, me resulta brillante.
Si tenéis algo mejor ahora mismo en vídeo, con un contenido similar o una calidad similar, superior, compartidlo, porque yo, al descubrir TED, he descubierto una nueva forma de aprender sobre ramas de conocimiento que jamás había tratado.