La procrastinación tiene una serie de detonantes que hace que, de forma irracional, pospongas al máximo tareas que, al final, vas a tener que hacer sí o sí, pero con más tensión y menos tiempo. El aburrimiento, la sobrecarga de trabajo o el estrés se encuentran entre esos factores psicológicos que te llevan a aplazar tareas.
Eliminar las distracciones digitales es una de las claves para evitar dejar el mínimo resquicio por el que la procrastinación deje escapar la voluntad de afrontar las tareas que debes completar. Eso es precisamente lo que propone el “modo monje”: acabar con las distracciones de la tecnología para que no interrumpan tu concentración mientras estudias, trabajas e incluso mientras pasas tiempo de ocio con tu familia o amigos si te cuesta desconectar.
Una madriguera de conejo infinita llena de distracciones
No es un secreto que, las apps de redes sociales y contenidos, como TikTok, Instagram, X o Facebook, han sido diseñadas con el “scroll infinito” para captar la atención del usuario mediante un proceso psicológico similar al que entra en acción con la adicción a las drogas, según publica Harvard Business Review. De hecho, la Unión Europea se plantea prohibir el uso del “Scroll infinito” por el efecto adictivo que provoca.
Ese efecto adictivo hace que, según las investigaciones de Pew Research Center, el 77% de los empleados usan sus redes sociales mientras trabajan. Los datos del estudio Digital 2023 October Global Statshot Report, elaborado por las consultoras We are social y Meltwater, revelan que empleamos una media de dos horas y 24 minutos solo a navegar por las redes sociales cada día.
Investigaciones de la Universidad de Kassel, en Alemania, revelan los efectos negativos que las notificaciones tienen en la productividad y el rendimiento en tareas que requieran concentración. De ahí nace la importancia y efectividad del aislamiento digital que propone el “modo monje”, a la hora de optimizar el tiempo que debes dedicar al trabajo o al estudio.
El modo monje: un modo avión para tu cerebro
Lo que propone el modo monje es eliminar todo el ruido digital que proporcionan tus dispositivos, para concentrarte únicamente en el trabajo que debas afrontar. En este sentido, esta técnica guarda muchas similitudes con la de “tragarse un sapo” que ya te hemos contado.
El objetivo de esta técnica no es la de organizar tu flujo de trabajo como la del Time Blocking o la Regla 1-3-5 de las que ya te hemos hablado en Xataka, sino, precisamente, servir como complemento a ellas para mejorar la concentración y asegurar que el tiempo que dedicas a esas actividades, sea realmente utilizado en completar esa tarea, y no interrumpido por las notificaciones.
Las notificaciones de las redes sociales, los correos electrónicos o los mensajes tienen en nuestro cerebro un efecto Pavlov condicionante que activa los estímulos cerebrales que provocan el Síndrome FOMO (por sus siglas en inglés de fear of missing out o temor a perderse algo).
Esto hace que, al recibir una notificación, tu cerebro abandone inmediatamente el estado de concentración en el que se encontraba y solo quiera su recompensa de dopamina que solo se libera al revisar la notificación. De media, se estima que se tarda entre 15 y 30 minutos en recuperar el nivel máximo de concentración.
Tecnología para controlar a la tecnología
El uso del modo monje no tiene por qué aplicarse a todas las tareas durante todo el día. Josh Wood, CEO de Bloc, explicaba en Business Insider que la mejor forma de comenzar a crear el hábito de implementar esta técnica de aislamiento, es hacerlo durante periodos cortos para lograr la máxima concentración.
Por ejemplo, al afrontar la tarea más exigente programada para la jornada. Poco a poco podrás ampliar los tiempos de “desconexión” de las notificaciones. Lo que sí es importante es que, una vez hayas elegido una tarea y asignado un tiempo de desconexión, seas inflexible con las distracciones y toda tu atención se dirija a terminarla.
En este sentido, existen algunas apps que te ayudan a silenciar las notificaciones de las apps e incluso a bloquearte el acceso a las apps y redes sociales que elijas durante un determinado tiempo, para evitar caer en la tentación de "echarle solo una miradita", que se convierte en una hora no aprovechada.
Freedom es una de las más versátiles, ya que está disponible para sistemas operativos móviles y de escritorio, por lo que la podrás instalar tanto en tu smartphone como en el ordenador para evitar las distracciones de las notificaciones de correo entrante. Cold Turkey o FocusMe también pueden resultarte útiles para frenar el acoso digital de tus dispositivos.
Las redes sociales son ocio, y el ocio es positivo
Las redes sociales son muy importantes para el ocio y las relaciones personales, por lo que no está de más destacar que el objetivo de este modo no es desconectar por completo de las redes sociales (si no quieres), sino limitar su uso durante el tiempo que deberías permanecer más concretado en otras tareas, evitando la multitarea de tu cerebro.
Priorizar la concentración en una sola tarea mejora la respuesta cognitiva del cerebro, reduciendo el número de errores que se cometen, rebajando los niveles de estrés y mejorando la memoria a largo plazo y el aprendizaje de procesos.
Dicho esto, es importante que, además de programar en tu lista de tareas periodos de descanso del trabajo, también le des un respiro a tu cerebro, dejando hueco para que se aburra y, simplemente, no tenga que hacer nada. Al final del día se lo agradecerás.
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Imagen | Pexels (cottonbro studio)
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