Una startup londinense llamada Pavegen ha completado su primer gran proyecto: instalar una serie de baldosas bajo un nuevo campo de fútbol en Morro da Mineira, un barrio pobre de Rio de Janeiro. La peculiaridad de este sistema es que las pisadas de los jugadores logran proporcionar entre el 20 y el 40% de la energía necesaria para iluminar el campo.
El resto de la energía utilizada se recolecta de los paneles solares que están situados cerca del campo, algo que permite que todos los usuarios de ese campo puedan usarlo por la noche con iluminación generada por sus propios movimientos en el campo. El proyecto, patrocinado por Royal Dutch Shell, es aplicable a todo tipo de escenarios.
El fundador de la empresa Pavegen, Laurence Kemball-Cook, prefiere no dar demasiados detalles sobre el funcionamiento de esta tecnología, aunque sí indica que la presión de las pisadas genera una carga eléctrica que se almacena en baterías situadas en el campo.
Los paneles utilizados para este proyecto son aún muy caros: cada uno de ellos sale por 500 dólares -eso sí, se colocaron solo en las zonas más pisadas habitualmente por los jugadores-, pero en Pavegen creen que ese precio bajará de forma notable a medida que el negocio crezca. Ya instalaron este tipo de sistemas en una estación de tren durante las Olimpiadas de Londres en 2012, y de hecho se han completado proyectos en 15 países en los que se espera que este tipo de sistema de recolección de energía acaben convenciendo a usuarios y a industria.
Vía | Washington Post
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