Epson abandona definitivamente las impresoras láser. Su argumento: la factura de la luz

Ah, impresoras. Las odias o las odias. Estos periféricos invivibles pero insustituibles, que diría Sabina, se han convertido en una pesadilla para empresas y usuarios. Epson, uno de los principales fabricantes de impresoras, acaba de anunciar que abandona las impresoras láser.

Sostenibilidad al poder. La multinacional japonesa ha anunciado que "finalizará la venta y distribución de impresoras láser en todo el mundo para 2026". La razón fundamental es según sus responsables que "mientras que la impresión láser requiere de calor para fundir el tóner, la inyección de tinta es una tecnología fría que requiere menos energía para su funcionamiento". Con esta estrategia quieren "contribuir a la sostenibilidad con avances relevantes".

Inyección de tinta como única opción. La decisión "era inevitable" según Rob Clarck, vicepresidente de Epson EMEA, que explicaba que las láser "consumen más energía que las de inyección de tinta y utilizan más piezas y elementos sustituibles". Para este fabricante el foco de ahora en adelante será la tecnología de inyección de tinta "Sin Calor", con el uso de una tecnología piezoeléctrica que permite a estas impresoras ser más eficientes.

La tecnología láser pierde terreno. Un estudio reciente de IDC revela que en Europa se espera un crecimiento del 5,1% anual para el mercado de inyección de tinta para empresas. La demanda de impresión láser mientras tanto se estanca y de hecho se estima que sufrirá una ligerísima caída del 0,4%. Según esos datos, el 88% de decisiones de compra hardware tienen en cuenta el consumo energétivo de los dispositivos.

Las láser consumen (mucho) más. El consumo depende mucho del modelo, por supuesto, pero la realidad es que las impresoras láser consumen mucha más energía que las alternativas de inyección de tinta. En modelos domésticos el consumo de una impresora láser multiplica por 10 el de una de unyección según algunos análisis, mientras que en impresoras empresariales el consumo de las láser es al menos doble o triple que las de inyección equiparables.

Tipo de impresora

CONSUMO en Impresora Doméstica

CONSUMO en Impresora Empresarial

Inyección de tinta

De 30 a 50 W

De 300 a 500 W

Láser

De 300 a 550 W

Hasta 1.000 W

Ejemplos prácticos. Un ejemplo práctico: si nos vamos a modelos de Epson, un modelo láser como la WorkForce AL-M320DN tiene un consumo que llega a los 870 W. Si nos vamos a tecnología de inyección, la WorkForce Pro WF-C5390DW consume hasta 25 W durante la impresión.

Más ejemplos: una HP LaserJet M209dwe (hasta 29 ppm monocromo), una impresora láser modesta, tiene un consumo de 420 W. Un modelo de inyección de tinta como la HP ENVY Inspire 7221e (hasta 15 ppm monocromo) tiene un consumo de hasta 14 W. Si vamos a una algo más ambiciosa de inyección como la HP OfficeJet Pro 9022e (24 ppm en monocromo) llega a consumir hasta 30 W.

La luz está por las nubes, pero mejor no hablar de la tinta. Esos datos son desde luego contundentes y demuestran que las láser pueden llegar a salir muy caras, sobre todo ahora que la luz (como casi todo lo demás) está por las nubes. Aún así, hay una ventaja clara para las láser sobre las de inyección de tinta, cuyos cartuchos tienen precios elevados que hacen que tradicionalmente se hagan comparaciones llamativas: un litro de tinta de impresora cuesta más que un litro de perfume de lujo que el champán más caro o incluso, dicen, que la sangre humana.

Hablemos de coste por página. Aunque las láser consumen más, también hay que tener en cuenta el coste por página de ambas tecnologías. Se estima que en una impresora de inyección de tinta una página en monocromo sale por unos 10 o 12 céntimos, y en color por unos 20 o 30 céntimos. En una láser el coste en monocromo suele ser de entre 3 y 4 céntimos, y en láser color esas páginas a color rondan los 10-15 céntimos.

Lo barato acaba saliendo caro. Las impresoras láser son más caras al comprarlas, pero tratan de compensar ese sobrecoste con el bajo coste por página, mientras que las impresoras de inyección de tinta suelen ser tan baratas que cuesta más cambiar sus cartuchos que comprar una nueva. Ejemplo: la HP DeskJet 2720e está ahora mismo a 51,99 euros en Amazon. El pack que incluye un cartucho original HP305XL de alta capacidad negro y uno tricolor cuesta cuesta 44,99 euros. Da que pensar.

Es mi cartucho y me lo llevo. El coste de la tinta se une a conocida y trágica estrategia de muchos fabricantes de poner todo tipo de trabas para que los usuarios no puedan usar cartuchos compatibles de terceros en sus impresoras de tinta. Esa particular guerra de los fabricantes —HP, Canon y la propia Epson han protagonizado noticias variadas en este sentido— ha tenido episodios singulares, pero lo cierto es que no solo se da en impresoras de tinta: hay quien llega a hackear su impresora láser (ejem) por el mismo motivo.

Sostenibilidad y márgenes. Eso hace inevitable la pregunta de qué margen de beneficio le deja a Epson (y a otros fabricantes) una impresora láser, y qué margen le deja una de inyección láser, que sobre todo en empresas se convierte en un alternativa barata si atendemos al consumo energético pero potencialmente muy cara si los empleados no tienen cuidado y no paran de imprimir en color. Es cierto que la tecnología EcoTank de este fabricante se une a otras alternativas para reducir sensiblemente el coste por página, pero si uno quiere ahorrar con su impresora, sea particular o empresa, tendrá que hacer sus propias cuentas.

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