Una empresa alemana ha creado un pendrive que dura 200 años. El único pero es que solo podrás guardar cuatro páginas de texto

¿Cómo almacenar datos y saber que dentro de 200 años estarán disponibles? La empresa alemana Machdyne UG ya tiene la respuesta: un pequeño pendrive llamado Blaustahl Storage Device ("Blaustahl" es "acero azulado" en alemán, por eso ese acabado de la imagen) que brilla por esa longevidad, pero que tiene un lado mucho menos brillante.

Un pendrive para toda la vida. Esta memoria USB es capaz de conservar datos durante más de 200 años, aseguran sus repsonsables. Aquí la temperatura es importante para esa longevidad: si no se superan temperaturas de 35 ºC se alcanza esa longevidad, pero si la temperatura sube hasta los 55 ºC la durabilidad se reduce hasta los 95 años.

Más que los SSD o los USB convencionales. Se estima que las unidades SSD y los pendrive USB tradicionales tienen una vida útil que oscila entre los 16 y los 20 años de media. La construcción del Blaustahl Storage Device está basada en una memoria de acceso aleatorio ferroeléctrica (FeRAM), lo que permite extender esa vida útil mucho más.

Que vivan los ciclos de lectura. La tecnología utilizada en esta memoria USB permite acceder a ventajas como una alta velocidad de escritura, además de un alto número de ciclos de lectura/escritura (hasta 10^12 ciclos a 85 ºC) y un bajo consumo energético.

Pero no cabe casi nada. La gran limitación del dispositivo es que su capacidad es de apenas 8 KB, lo que lo convierte en una solución demasiado especial y que está destinada a ser usada para datos muy ligeros que requieren poder ser guardados durante ese larguísimo periodo.

Cápsula de tiempo digital. Así pues, nos encontramos ante un producto que por sus características es perfecto para por ejemplo el almacenamiento seguro de contraseñas importantes, claves de criptomonedas, o notas personales. Es posible comprarlo por 29,95 euros.

Un editor de texto integrado. Otra de las curiosidades del Blaustahl Storage Device es que cuenta con un editor de texto nativo e integrado al que podemos acceder con herramientas como Putty y Tera Term.

Una sorpresa más en su interior. Además del uso de memorias ferroeléctricas, este dispositivo cuenta en su interior con un microcontrolador Raspberry Pi RP2040, en el que se incluye una CPU de doble núcleo Cortex-M0+ que funciona a 133 MHz e incluye 264 KB de memoria SRAM. Es casi irónico que este chip integre una memoria flash NOR de 4 MB para el firmware, con mucha más capacidad que el propio pendrive aunque esa memoria no esté disponible para almacenar datos normales.

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