La industria musical se está dando cuenta de algo evidente: no te puedes fiar de tus discos duros

  • Quienes comenzaron a utilizar discos duros en la década de 1990 han visto cómo esas unidades ya no son nada fiables

  • La estrategia se confirma: no pares de hacer backups, sobre todo si tus datos residen en unidades antiguas

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Sabemos que los discos duros acaban fallando, pero la industria de la música parecía no tenerlo tan claro. Lo demuestra el caso de una empresa especializada en el archivado de contenidos a gran escala, que se ha dado cuenta de que tiene un gran problema.

Como señalan en un reportaje en Mix, la empresa Iron Mountain Media and Archive Services, especializada en servicios de almacenamiento a largo plazo, hizo un análisis de sus unidades y descubrió algo terrible: de los miles y miles de discos de la década de 1990 que seguían usando para ciertos clientes de la industria musical, una quinta parte eran totalmente ilegibles.

Antes del cambio de milenio el proceso de archivar nuevos contenidos musicales siempre era el mismo: se convertía el master de dos pistas en un vinilo, cassette o CD. A partir del año 2000 comenzaron a llegar las pistas con sonido 5.1 envlovente, lo que complicó las cosas.

De hecho, cuando los propietarios de los derechos trataron de recuperar algunas de esas pistas antiguas para reconvertirlas a pistas 5.1, se dieron cuenta de que algunas se estaban deteriorando, mientras que otras eran directamente imposibles de reproducir.

Los sistemas de almacenamiento en cintas LTO tienen ventajas pero también desventajas, y los discos duros tienen las suyas propias. La mayoría no están diseñados para que los datos resistan largos periodos de tiempo, y aunque hay formas de intentar "revivir" discos que parecen haber muerto, pero hay también muchos casos en los que ni eso funciona.

Es lo que descubrieron por ejemplo en esa empresa que ofrece sus servicios a la industria musical, y que quiso poner sobre aviso al resto del segmento. La conclusión es la que ya sabíamos: los discos ópticos se degradan, pero las cintas y los discos magnéticos también, y lo mismo ocurre con los SSDs aunque su vida útil es (probablemente) más larga de lo que esperabas.

Es algo sobre lo que en Xataka incidimos con cierta regularidad, pero también lo hacen empresas como Backblaze, que lleva años proporcionando servicios de almacenamiento en la nube y que hace estudios muy instructivos sobre la tasa de fallos de los discos duros que utilizan en sus centros de datos.

Ante el problema, la solución casi perfecta (porque el desastre siempre puede ocurrir): una estrategia 3-2-1 de backups: mantener tres copias de cualquier fichero importante, en dos tipos de almacenamiento, y con una copia fuera de nuestra casa u oficina. La nube aquí es otro recurso interesante, y combinarla con la anterior estrategia no es tampoco mala idea.

Imagen | Xataka con Freepik Pikaso

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