Con el lanzamiento de los iPhone 15 y iPhone 15 Pro/Max hace unas semanas, Apple dio el salto definitivo al conector USB-C. Eso ha hecho que la compañía también lance algunos nuevos cables, y uno de ellos, el cable Thunderbolt 4 (con conector USB-C) de 1,8 metros, cuesta nada menos que 149 euros. Parece un precio exagerado, pero alguien se ha tomado la molestia de analizar este cable con una singular tomografía computerizada y eso explica muchas cosas.
Tomografías industriales. Lumafield es una empresa dedicada al desarrollo de escánares de tomografía computerizada para aplicaciones industriales. La tecnología usada es idéntica a la que se usa en aplicaciones médicas, pero los instrumentos de Lumafield ayudan a departamentos de desarrollo analizar sus diseños, mejorarlos y encontrar posibles defectos antes de que esos problemas vayan a más.
Así es un conector por dentro. Precisamente uno de sus responsables de producto, Jon Bruner, explicaba en un hilo en Twitter cómo habían analizado el cable Thunderbolt 4 con conector USB-C de Apple. En su análisis —que se puede explorar en detalle 3D en su herramienta web— revelaba cómo el conector es un PCBA (Printed Circuit Board Assembly) con nueve capas y un notable conjunto de componentes internos.
"Una obra de arte". La complejidad del diseño convierte a este cable en "una obra de arte" según este ingeniero, que mostraba cómo el cable tiene 20 hilos independientes, 10 de ellos apantallados coaxialmente. Además cada uno de los cables y sus apantallamientos están soldados al circuito impreso de forma separada, y para evitar problemas Apple integra un mecanismo de "alivio de la tensión que está engarzado en ocho direcciones" distintas. Los 24 pines del conector también complican el diseño interno.
Comparaciones. Para entender mejor esa complejidad, en Lumafield decidieron hacer el mismo análisis de otros tres cables mucho más baratos que usaban conector USB-C pero no con interfaz Thunderbolt 4, sino una (vetusta) interfaz USB 2. Es una comparación algo injusta, y quizás hubiera sido buena idea comparar ese cable también con una alternativa más barata pero que también ofreciera soporte Thunderbolt 4.
Más baratos, más simplones. Evidentemente esos diseños son mucho más simples, y por ejemplo en el caso del cable USB-C de Amazon se veía cómo solo usaban 12 pines en lugar de los 24 del conector TB4, pero además esos pines no estaban conectados independientemente al PCBA. En el conector de Amazon los pines se conectan directamente a los cables, y no hay apenas mecanismo de alivio de tensión. A pesar de ello, asegura Bruner, el cable es relativamente complejo: tiene cinco cables, dos de los cuales tienen núcleos huecos. Además están apantallados para protegerlos mejor.
Lo barato puede salir caro. Las cosas se complican con los cables baratos: el de NiceTQ no tenía apantallamiento de ningún tipo y los pins y el protector del conector estaban "flotando" en el plástico exterior. Había 8 pines, y solo cuatro estaban conectados a algo: aunque el cable se vendía como si soportara USB 3.1 Gen 2 y 10 Gbps, en realidad este análisis revela que solo admite USB 2.0 y 480 Mbps. El último cable de ATYFUER era un cable de carga, y a pesar de ser el más barato, es "mucho más sofisticado" que el de NiceQT.
Cuanta más tecnología, más coste. En las conclusiones de este singular estudio, los responsables de Lumafield revelaban que al final "compramos cables que se ajustan a nuestras necesidades de transmisión de datos y corriente", y eso hace que cada inversión sea un mundo. Aún así, las tomografías dejan claro que "hay mucho margen de maniobra para una ingeniería ocurrente y para una fabricación eficiente". El cable de Apple sigue pareciendo caro, pero ahora lo parece algo menos, ¿no creéis?
Imagen | Lumafield | Apple
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