Ya comentamos hace un tiempo la posibilidad de controlar dispositivos inalámbricos, lo que puede permitir a un atacante introducir comandos en nuestro ordenador. Por ello, muchos dispositivos, hoy en día, incluyen códigos de seguridad para cifrar y autenticar los datos que viajan de forma inalámbrica.
Pero no siempre este cifrado es suficiente. En el caso del Microsoft Wireless Optical Desktop 1000 y 2000 la señal que se emite por radiofrecuencia está cifrada con un byte, por lo que solo hay 256 claves posibles, lo que hace fácil averiguar cual es la que se está utilizando.
Esto permite descifrar todo lo que se envía, pudiendo recoger todas nuestras pulsaciones en el teclado y, por tanto, averiguando lo que estamos escribiendo, nuestras contraseñas,... Probablemente, otros teclados inalámbricos sufran del mismo problema, así que si necesitamos un entorno seguro queda claro que lo inalámbrico no es lo más adecuado.
Vía | Net Security. Más información | Dreamlab (PDF).
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