La Unión Europea se prepara para utilizar el reconocimiento facial a gran escala. La actual base de datos que ahora utiliza la policía y contiene huellas dactilares y ADN, tiene previsto incorporar millones de rostros de ciudadanos europeos. Un enorme conjunto de datos para perseguir criminales que quiere renovarse añadiendo un dato todavía más comprometedor: nuestros rostros.
La iniciativa fue anunciada por la Comisión Europea a finales de año bajo el sobrenombre de Prüm II. El plan es modernizar el sistema policial de los distintos países miembros, que ya colaboran desde hace tiempo en la información que comparten para perseguir criminales. Según describe Wired, varios países han solicitado añadir el reconocimiento facial a estos sistemas para supuestamente mejorar la detección de criminales.
Un reconocimiento facial que choca con la postura hasta la fecha de la Unión Europea
El pasado octubre, el Parlamento Europeo pidió que se prohibiera el reconocimiento facial en espacios públicos. Hasta ahora, la posición de la Unión Europea ha sido bastante contraria al uso masivo de esta tecnología. Sin embargo, una cosa es su utilización por parte de empresas y otra el uso de las fuerzas de la ley. Con la nueva propuesta, no queda claro que la Unión Europea sea tan contraria a su uso. Siempre bajo un precepto bastante claro, pero el problema de esta tecnología deriva de su potencial mal uso.
"Lo que están creando es la infraestructura de vigilancia biométrica más grande que creo que jamás hayamos visto en el mundo", explica Ella Jakubowska, abogada de la organización European Digital Rights (EDRi).
Este sistema de reconocimiento facial estaría disponible para la Europol y los distintos cuerpos de policía nacionales. Según describe la propuesta, Prüm II autorizaría el uso de reconocimiento facial retrospectivo, basado en imágenes de cámaras de videovigilancia, redes sociales y fotografías policiales.
Según un informe de EDRi, las coincidencias faciales para una búsqueda determinada pueden ser de entre 10 y 100. Es decir, por cada búsqueda de la policía sobre un rostro, la base de datos podría proporcionar varias decenas de resultados posibles. La cantidad de rostros que tienen disponibles los distintos países es enorme. Documentos de abril de 2021 indican que Hungría tiene una base de datos con 30 millones de fotos, Italia con 17 millones, Francia con 6 millones y Alemania con 5,5 millones.
La justificación de la Unión Europea es que solo se pueden intercambiar imágenes faciales de sospechosos o delincuentes condenados. Sin embargo, el concepto de "sospechoso" es muy interpretable y fácil que acabe derivando en abusos.
Por el momento se trata de un proyecto. La Unión Europea deberá votar esta propuesta. Aunque Prüm II está bien definido, está previsto que entre en funcionamiento en 2024 y tiene un presupuesto estimado de 93 millones de euros. En caso de salir adelante, seremos los propios ciudadanos quienes paguemos la creación de estas nuevas bases de datos nacionales con millones de rostros. Una actualización de la base de datos de la policía que tiene una finalidad concreta, pero cuya creación genera enormes riesgos asociados.
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