Internet tiene sus inconvenientes, tanto en el aspecto de la comprometida privacidad que hemos redescubierto recientemente (caso PRISM) como en el caso del acceso limitado o nulo a esta red en diversos escenarios (guerras, catástrofes naturales, control gubernamental).
Es en estos casos donde el llamado Mesh Networking está comenzando a servir como una alternativa muy interesante que nos permite "construirnos" nuestra propia Internet a base de conectar, por ejemplo, nuestros dispositivos móviles.
Aplicaciones como Serval para Android permiten que cada uno de estos smartphones se convierta en un nodo de comunicación en sí mismo que permite que todos los teléfonos de esa red autónoma se comuniquen entre sí sin problemas.
Así, los dispositivos que participan en estas redes pueden realizar llamadas, enviarse mensajes de texto o realizar transferencias de archivos. Basta con que los dispositivos puedan "verse" a través de la conexión WiFi, algo más sencillo si además de esos smartphones contamos con routers y puntos de acceso inalámbrico que sirvan para incrementar el alcance de estas redes.
La aplicación Serval es un buen ejemplo, pero también lo es el proyecto Commotion Wireless, que está desarrollando diversos paquetes software que permiten a la gente crear "redes de malla" (en una traducción libre) usando hardware como routers WiFi. Algunas ciudades norteamericanas han puesto en marcha redes de este tipo con éxito, y en ellas los usuarios pueden acceder a Internet pero también a servicios web y aplicaciones que funcionan únicamente en la malla local.
Aplicaciones del Mesh Networking
Como mencionábamos inicialmente, los escenarios en los que este tipo de redes autónomas pueden ser útiles son muy claros. Teniendo en cuenta los riesgos contra la privacidad que se ha demostrado que los usuarios sufrimos en Internet con programas como PRISM, este tipo de alternativas podrían ser muy interesantes para aquellos especialmente interesados en mantener sus comunicaciones seguras y privadas.
De hecho, todas las comunicaciones de ejemplos como el de Commotion se cifran a través de un programa llamado Cryptocat, aunque las características de seguridad aún están en desarrollo tal y como indican en su sitio web oficial.
Por supuesto, estas redes también son especialmente útiles en situaciones de catástrofes naturales en las que las principales redes de comunicación se pueden venir abajo: las redes Mesh pueden ser mucho más versátiles, tal y como demostró el caso de un barrio de Brooklyn.
Tras la llegada del huracán Sandy, ese barrio se quedó sin enlace a Internet y sin poder pedir ayuda... salvo por la existencia de un enlace a Internet por satélite que se conectó a una de las partes de una red basada en dispositivos con software de Commotion. Se pudo crear un router WiFi en uno de los tejados de los edificios afectados, y eso posibilitó a muchos de los vecinos poder acceder a la lenta pero más que necesaria conexión por satélite que les dio comunicación con el resto del mundo.
Las situaciones en las que existen conflictos bélicos o políticos también son ejemplos perfectos de cómo los ciudadanos podrían seguir conectados al exterior a través de estas redes, que serían autónomas y no estarían controladas en modo alguno por los gobiernos, algo que también muestra la validez de una tecnología realmente notable y que seguramente vaya a más en el futuro.
Vía | MIT Technology Review Más información | Serval | Commotion Wireless
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