Una aplicación que no arranca. Otra que no acaba de conectarse a la nube y no es capaz de recuperar la última versión del documento sobre el que se está trabajando. Problemas para oír y ser escuchado en una videoconferencia, teniendo que salir de la reunión, reiniciar la aplicación o el equipo y volver a conectarse.
Estas situaciones cotidianas a las que se enfrentan, en mayor o menor medida, todos los trabajadores tienen un precio, tanto en horas perdidas como en dinero.
Horas dedicadas a la semana
Según un estudio realizado por Intel en el Reino Unido, más del 40 por ciento de los empleados reconocen que, cada semana, dedican entre dos y tres horas a tratar de solucionar estos problemas relacionados con las aplicaciones de productividad. Además, uno de cada tres asegura que dedica la misma cantidad de tiempo pero solucionando problemas relacionados con las videoconferencias.
El estudio encontró que casi la mitad de todos los empleados encuestados dijeron que un dispositivo más potente o mejorado les permitiría ser más productivos en sus funciones, y el 37 por ciento dijo que podrían recuperar más de seis horas por semana de tiempo perdido o improductivo.
Teniendo en cuenta que el salario anual medio del Reino Unido en 2020 fue de 31,461 libras, ese tiempo equivale a perder más de 190 libras al mes (unos 223 euros) en productividad, o 2.292 libras al año (2.700 euros) por cada empleado.
Un PC anticuado
Los empleados tienen, además, muy claro cómo podrían solucionar parte de este problema: teniendo equipos más modernos y potentes.
De hecho, casi la mitad de todos los empleados encuestados aseguran que un dispositivo más potente o actualizado les permitiría ser más productivos en su trabajo. Es más, el 37% de ellos considera que podrían recuperar más de seis horas a la semana de tiempo perdido o improductivo si su empresa les equipara con ordenadores más capaces de lo que tienen en estos momentos.
Qué valoran los empleados
Intel ha realizado este estudio con el fin de conocer las necesidades de los trabajadores en situaciones de trabajo remoto o híbrido. El reto es que los responsables de tecnología de las empresas puedan entender mejor estas situaciones de cara a responder a las incidencias y tomar decisiones de compra.
Según el estudio, el 76% de los empleados y el 88% de los administradores de sistemas creen que la conectividad del dispositivo que utilicen es de gran importancia, por lo que tener una Wi-Fi de alta velocidad se considera fundamental.
Además, teniendo en cuenta que cada vez es más frecuente el trabajo híbrido y las videoconferencias, dos de cada tres empleados y el 81% de los administradores de sistemas priorizan una mejor calidad de video en los dispositivos que vayan a utilizarse en estas condiciones de trabajo híbridos.
Del mimos modo, el 60% de los empleados y el 63% de los responsables de sistemas creen que es importante tener un dispositivo delgado y liviano / ultraportátil.
Mantener alto el bienestar
Más allá del impacto que pueda tener en la productividad el que los trabajadores tengan que arreglar estos problemas, el informe asegura que también está en juego el bienestar de los empleados. Algo en lo que se han mostrado preocupadas muchas compañías, como Microsoft.
De hecho, según este estudio la mitad de los administradores de sistemas encuestados reconocen que una mayor inversión en ordenadores portátiles de alta gama demostraría que su organización está comprometida con el bienestar de los empleados.
Como datos curiosos, cabe señalar que el 39% de los responsables de sistemas encuestados dijeron que era importante para ellos que su dispositivo fuera estéticamente agradable.
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