Con la extensión del teletrabajo y del trabajo híbrido las aplicaciones de videollamadas y chats profesionales se están transformando en plataformas con múltiples funciones orientadas a mejorar la productividad y el bienestar de los empleados que trabajan completa o parcialmente en remoto.
La última en apuntarse a esta tendencia ha sido Zoom, que acaba de anunciar el lanzamiento de un fondo de 100 millones de dólares para invertir en startups que integren su software de vídeo en otras aplicaciones de trabajo o que creen herramientas de utilidad para incluirlas en su plataforma de videollamadas. El objetivo de los estadounidenses es configurar todo un ecosistema de apps, integraciones, plataformas de desarrollo y hardware orientado al teletrabajo en torno a su popular chat de vídeo.
Pero Zoom no es la única. En febrero Microsoft anunció el lanzamiento de Viva, una plataforma con la que los de Redmond (Washington) quieren ir mucho más allá del simple aprovisionamiento de herramientas de trabajo a distancia que ya tenían con Teams o Microsoft 365. Este nuevo producto de los desarrolladores de Windows incluye una serie de funciones enfocadas a mejorar el bienestar y la productividad de los empleados.
Así, por ejemplo, Microsoft Viva pregunta al usuario cómo se siente a lo largo de su jornada laboral, le sugiere que se tome unos minutos para relajarse y meditar cuando lleva mucho tiempo activo y le permite enviar y recibir reconocimientos por sus labores, entre otros. También le permite acceder a los recursos formativos o a la ventana de beneficios de la empresa desde la misma plataforma.
En cuanto a la productividad, informa a los jefes de equipo sobre el desempeño de sus subalternos gracias a los datos agregados que obtiene de la interacción de los empleados con la plataforma. De esta forma, Microsoft aseguraba que Viva permitirá a los responsables de la empresa detectar los problemas o medir el impacto de los cambios al tiempo que se respeta la privacidad de los empleados.
Webex quiere monitorizar el teletrabajo
Otra de las aplicaciones de videollamadas que ha apostado recientemente por transformar su oferta de chat de vídeo en una plataforma de trabajo híbrido completa es Webex, que anunció a finales de marzo el lanzamiento de People Insight, un conjunto de servicios para monitorizar la actividad de los empleados de toda la organización, tanto en remoto como en las oficinas.
Al igual que Microsoft Viva, Cisco aseguraba que Webex People Insight recabaría datos relacionados con la actividad laboral de la empresa a distintos niveles -individual, equipo y organización al completo- para crear informes sobre las tendencias del grupo y la forma en la que trabaja la organización. El objetivo, explicaban, es que tanto los empleados como los jefes puedan detectar fallos de gestión, saber qué personas trabajan mejor juntas o las preferencias de todos en distintos asuntos, como la hora a la que les viene mejor concertar una reunión, de forma anonimizada.
De las redes sociales a las plataformas de trabajo
Menos orientada a la productividad, y más a reproducir en la distancia las dinámicas de la oficina, son las actualizaciones que está estudiando introducir Slack en su plataforma de chat profesional. Como ya contamos en Xataka, la herramienta de comunicación empresarial está pensando en integrar funciones de audio para enviar notas de voz y de vídeo para mandar cortes similares a las stories de redes sociales a los demás miembros de la organización.
Otra de las incorporaciones que quiere realizar son salas de conversación virtuales en las que los usuarios podrán entrar y salir sin necesidad de programar una reunión o realizar una llamada, muy similares a las de Clubhouse. Con todas estas novedades, el CEO de Slack explicaba que pretenden brindar una comunicación más espontánea a sus usuarios para, en cierta manera, poder reproducir las conversaciones improvisadas en los pasillos que, a veces, ayudan a desbloquear una idea.
Google, por su parte, no ha creado una plataforma específica para el teletrabajo pero sí ha lanzado algunas herramientas que las organizaciones pueden integrar en su día a día para, explican, mejorar la cohesión de los equipos que trabajan a distancia. Una de ellas es Threadit, una aplicación por la que los empleados de una empresa se pueden enviar vídeos cortos entre ellos para explicar alguna cuestión o resolver dudas sin necesidad de hacer una videollamada. Un formato muy similar, como en el caso de Slack, a las stories de redes sociales.
Google aseguraba en la presentación de esta herramienta que combina las ventajas comunicativas de las videollamadas con la flexibilidad de los correos electrónicos, ya que permite que los distintos miembros de una organización se vean e interactúen cara a cara aunque estén a trabajando en zonas horarias diferentes, y sin romper la jornada laboral de ninguno de ellos.
Zoom se une a la pugna
Con su reciente anuncio, Zoom presenta su intención de competir con todas estas empresas en un mercado en rápido crecimiento, el de las herramientas de productividad y bienestar para teletrabajadores y trabajadores híbridos. Hasta ahora, la popular plataforma de videollamadas se había limitado a llegar a acuerdos con otras aplicaciones de optimización de flujos de trabajo a distancia, como Asana, Trello o la propia Slack, pero con la creación del fondo para startups da un paso importante hacia la configuración de todo un ecosistema de teletrabajo propio en torno al buque insignia de la empresa.
Los estadounidenses explican en el comunicado que las startups seleccionadas para participar del fondo de 100 millones de dólares recibirán entre 250.000 y 2,5 millones para crear herramientas “que se convertirán en el núcleo de la forma en la que los clientes de Zoom se reúnen, se comunican y colaboran”.
Zoom también informa de que en la actualidad ya está desarrollando un número importante de aplicaciones que ampliarán los servicios que ofrece la plataforma en los próximos meses o años. Aunque, por el momento, no han revelado mucho más.
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