El lanzamiento más esperado en años por parte de Apple se nos desinfla. Las Vision Pro, las gafas de realidad mixta de 3.500 dólares, no generan ni de lejos la expectación y —sobre todo— la demanda de anteriores productos de su catálogo.
Esa decepcionante puesta de largo de las Vision Pro se une a una situación comprometida para Apple en varios frentes. El más importante, el desencanto de muchos desarrolladores, que critican decisiones como la de la App Store. Las ventas de los nuevos Apple Watch también se han visto comprometidas tras la demanda de Masimo, pero es que además la situación no es especialmente halagüeña ni en la división de los Mac ni tampoco en la de los Ipad. ¿Qué te está pasando, Apple?
"¿No sería genial que las Vision Pro fracasasen?"
Empecemos con las Vision Pro, que planteaban darle un giro importante al mercado de la realidad aumentada. A priori parecía que se podía repetir la historia: Apple es especialista en lanzar productos que no son nuevos en sus categorías, pero que son mejores que todo lo que había antes.
Pasó con el iPod, con el iPhone y con el Apple Watch. Las Vision Pro tenían la capacidad de conseguir lo mismo, y desde luego parte de la ecuación se cumple. La tecnología y prestaciones de las gafas supera a todo lo que hemos visto desde que Oculus nos asombró con sus Rift en 2013. Y a pesar de eso, la demanda está siendo limitada.
Una de las razones es sin duda al precio de las gafas: 3.500 dólares son muchos dólares incluso en EEUU, donde el poder adquisitivo es mayor que en España. El PIB per cápita aquí es 29.674 dólares según el Banco Mundial, mientras que en Estados Unidos es de 76.329 dólares. Y aún así, insistimos, la crítica sobre el alto precio de las gafas es frecuente a pesar de que este dispositivo cuenta con muchísima tecnología puntera en su interior.
Ming-Chi Kuo, el conocido analista, estimaba recientemente que en este primer fin de semana de disponibilidad Apple ha vendido entre 160.000 y 180.000 unidades. No está mal teniendo en cuenta que la firma no va a fabricar muchas más este año (unas 400.000, según diversas fuentes).
El problema no es tanto ese como el hecho de que los plazos de entrega no han variado tras esas reservas iniciales, y eso solo puede significar según Kuo que "la demanda puede disminuir rápidamente después de que los grandes aficionados y los grandes usuarios hagan sus pedidos". O lo que es lo mismo: tras el esperado interés de los entusiastas, el resto del público parece preferir esperar y ver si el producto realmente compensa.
Hay otro importante problema para las Vision Pro: el apoyo de los desarrolladores está siendo muy limitado. En los últimos días hemos visto como varias de las grandes apps no estarán de forma nativa en las gafas de realidad mixta. Ni Netflix, ni YouTube ni Spotify —entre otras muchas— estarán en la tienda de aplicaciones de Apple inicialmente, aunque sí se podrá acceder a ellas a través del navegador Safari, pero esa interacción tan especial de las Vision Pro no se aprovechará tanto si las apps no funcionan de forma nativa.
Como dice Mark Gurman en Bloomberg, desarrollar apps es caro, y los desarrolladores necesitan tener ciertas certezas sobre el retorno de la inversión. Con tan pocas unidades disponibles y un futuro incierto, muchos prefieren no invertir tiempo en este producto de momento.
Apple está además provocando bastante enfado por sus últimas decisiones con su App Store. La Justicia estadounidense obligó a Apple a permitir pagos de terceros, así que la empresa ya los permite, pero añadiendo una nueva comisión del 27% que algunos desarrolladores —con Epic Games a la cabeza— consideran abusiva.
Los desarrolladores no parecen estar contentos con la actitud de Apple. Lo demuestra un post reciente de Aaron Vegh, un desarrollador que lleva creando software para los productos de Apple durante más de 15 años. Según él, "las Apple Vision Pro son básicamente un iPad de lujo atado a tu cara. Tiene el mismo software, hace las mismas cosas y tiene las mismas limitaciones que iOS". De hecho, Vegh hacía una pregunta singular:
¿Cómo de genial sería que las Apple Vision Pro fracasasen?
Hay otros desarrolladores que muestran su desencanto con la empresa, y personalidades del mundo Apple como John Gruber explicaba cómo esa actitud de la empresa de Cupertino está haciendo que más gente proteste al entender que "este es mi dispositivo, debería ser yo quien decida y controle qué software se ejecuta en él".
A Apple le crecen los enanos, y solo el iPhone resiste
Mientras las críticas sobre la App Store y el escepticismo sobre las Vision Pro se acumulan, hay otras divisiones en problemas en Apple. En la de wearables los Airpods parecen seguir yendo bien, pero las cosas se complican para los Apple Watch.
Lo hacen a raíz de la demanda de Masimo, que acusó a Apple de violar sus patentes sobre el sensor de oxígeno en sangre. La batalla legal ya ha provocado un pequeño desastre para Apple, que podrá seguir vendiendo sus últimos relojes inteligentes, pero con el sensor SpO2 desactivado.
Eso podría provocar pérdidas millonarias en Apple, y comprometer aún más la situación a corto plazo de esta rentable división para Tim Cook y su equipo.
Las cosas tampoco van especialmente bien en el segmento de los iPad. En 2023 no hubo ni una sola renovación de las tabletas de Apple, algo especialmente llamativo y que parece apoyar el hecho de que ese mercado está en problemas. Apple domina las ventas, sin duda, pero el camino que han tomado estos dispositivos, cada vez más parecidos a un portátil, se confunde con los propios portátiles de la compañía.
Este 2024, eso sí, se esperan actualizaciones del iPad Pro y del iPad Air. Este último llegaría por primera vez en dos tamaños, mientras que el modelo más ambicioso estrenará pantallas OLED y procesadores M3, lo que probablemente disparará de forma sensible su precio.
Los Mac también parecen estar esperando que se despeje el panorama: las ventas cayeron un 34% en el tercer trimestre de 2023 respecto al mismo periodo de 2022, probablemente porque los Apple M1 eran demasiado buenos.
La llegada de los procesadores Apple M3 podría aliviar las cosas en 2024, pero lo cierto es que el mercado de los PC ha vuelto a una caída sostenida tras aquel trágico lapso que nos hizo comprar equipos como si no hubiera mañana. Y si hay un fabricante que se hunde más que nadie, ese es Apple.
Hay no obstante dos motivos para no estar especialmente preocupados con estos problemas. El primero y más importante es el iPhone. Los móviles de Apple son más líderes que nunca en el mercado, y la tendencia en países desarrollados favorece a la empresa de Cupertino: la gente cada vez gasta más dinero en sus smartphones.
El segundo es el de los servicios. En Apple presumían en verano de 2023 de haber alcanzado los 1.000 millones de suscriptores a alguno de sus servicios, una cifra sencillamente espectacular que representa algo importantísimo: ingresos recurrentes y predecibles. Aun así, cuidado: los servicios se enfrentan a un 2024 complicado, sobre todo por la entrada en vigor de regulaciones que podrían comprometer los ingresos en su App Store y quizás en alguna otra plataforma.
Mientras tanto, la industria ha puesto todas sus esperanzas en que la inteligencia artificial se convierta en la excusa para que renovemos móviles, tabletas, portátiles y PCs. O que, ya puestos, compremos nuevos cacharros. Fabricantes como HP creen que el Personal Computer se convertirá en Personal Companion gracias a esa integración, y el despegue de la IA en móviles también genera cierta expectación.
Lo curioso es que Apple sigue prácticamente desaparecida en este terreno. La firma de Tim Cook asegura que está invirtiendo en este ámbito y hay rumores de un AppleGPT a la vista, pero de momento todo son cábalas y no hay certezas sobre la rapidez con la que llegará la IA de Apple ni las prestaciones que ofrecerá.
Demasiadas incertidumbres.
Imagen | Igor Omilaev
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