Tíos tirándose en paracaídas y retransmitiéndolo todo con un invento raro en sus ojos. Aquello era Google Glass, un producto que nos mostraba el potencial de la realidad aumentada y que produjo repugnancia y fascinación. Luego llegaría también Daydream (en la imagen), su apuesta en el ámbito de la realidad virtual.
El proyecto acabó casi en el olvido, restringido al mundo empresarial, pero hace semanas llegaban los rumores de una vuelta al ruedo de Google. Ahora hay más indicios: Google tiene en marcha Project Iris, que tiene como objetivo desarrollar unas nuevas gafas de realidad aumentada que teóricamente competirán con los esfuerzos de Apple y Meta en este ámbito.
Las grandes quieren que todos usemos gafas
Meta, antes conocida como Facebook, quiere apostarlo (casi) todo al metaverso. Apple no lo dice, pero están también en ello. Microsoft parece un poco más tímida aquí pero tiene sus (carísimas) HoloLens y margen de maniobra. ¿Dónde está Google?
Pues preparando la jugada. Lo demuestra el descubrimiento de Project Iris, una iniciativa ultrasecreta y no confirmada oficialmente que tiene como objetivo el desarrollo de unas gafas de realidad aumentada y mixta que vaya más allá de lo que ofrecen por ejemplo dispositivos como los de Snap o Magic Leap.
Fuentes cercanas al proyecto han revelado en The Verge cómo esas gafas tienen actualmente el aspecto de unas gafas de esquí, y cuentan con una serie de cámaras que permiten superponer gráficos generados por ordenador a esa captura del mundo real.
Las gafas no necesitan estar conectadas a un PC o a una fuente de alimentación externa, y en ese sentido parecen tener un formato similar al que por ejemplo tienen las Oculus Quest 2.
Como en ese caso, el modelo de Google contará con su propio procesador —veremos si los Google Tensor llegan a estos dispositivos—, así como una batería y otros elementos que no obstante podrían no trabajar solos: se habla de que las limitaciones de potencia podrían hacer necesario que parte del trabajo gráfico lo realicen servidores que "emitan" esos gráficos superpuestos a través de una conexión de internet.
Parece poco probable que la empresa use como nombre 'Google Glass' para este producto, ya que sus dispositivos con este nombre siguen en activo como producto empresarial. Lo curioso es que Google vuelva a la batalla tras abandonar por ejemplo sus ambiciones en el mundo de la realidad virtual con Daydream.
Al frente de dicha iniciativa está Clay Bavor, amigo personal de Sundar Pichai —al que reporta directamente— y que lleva años trabajando en este ámbito: fue uno de los líderes del desarrollo de Google CardBoard y de Daydream.
No solo eso: Bavor es también responsable del prometedor proyecto Starline, de una nueva división que trabaja en la tecnología de cadena de bloques y en una incubadora de proyectos interna llamada Area 120.
Lo que parece claro es que Google lleva tiempo reforzando su apuesta en este ámbito. En verano de 2021 se hizo con North, una empresa canadiense especializada en gafas conectadas. El propio Pichai indicó a sus inversores en octubre que la realidad aumentada era "una área importante de inversión para nosotros".
Se espera que Project Iris cristalice en unas gafas de realidad aumentada en 2024, pero puede que esa fecha acabe siendo demasiado optimista. Lo que parece claro es que todas las grandes quieren que en unos años usemos gafas, las necesitemos o no.
Vía | The Verge
Ver 8 comentarios