La noticia tecnológica de la semana la ha protagonizado Apple con su Apple Watch, el lanzamiento de su propio reloj inteligente que quiere rivalizar con las principales apuestas de otros fabricantes que ya están en el mercado. Pero ¿deben parecerse los smartwaches a los relojes mecánicos tradicionales para conseguir triunfar, al menos en esta primera hornada? ¿Tienen sitio en el mundo del diseño y de la moda? Hemos hablado con diversos expertos del sector, que nos comentan sus impresiones al respecto.
¿El reloj redondo tradicional como referencia?
Yen Rodeiro, experto en relojes y editor y cofundador de Tiempo de Lujo, considera que los relojes inteligentes "son una nueva variable necesaria en el mercado" y que, tras el fracaso de las gafas inteligentes, han optado por "un elemento al que ya estamos acostumbrados". ¿Es necesario que se parezcan a un reloj convencional?
Aquí ya nos explica que depende del tipo de cliente, y es que hay muchos distintos: "Los que quieren que parezca un reloj al uso, porque será su único reloj, o incluso su primer reloj. Los amantes de los relojes mecánicos seguirán siendo devotos de siglos de artesanía y destreza mecánica y lo vemos como un nuevo producto tecnológico que no sustituirá la relojería que nos gusta. Por tanto, estaremos más abiertos a diseños más rompedores seguramente."
Ante la pregunta de si redondo o cuadrado, Rodeiro lo tiene claro: "A lo largo de la historia se ha comprobado que el reloj redondo se ha llevado la palma en cuanto a ventas. Hay casos de éxito en relojes rectangulares (por ejemplo el ya clásico Jaeger- Le Coultre Reverso) pero no son muchos. Creo, personalmente que la cuestión radica en lo que se quiere hacer. La idea es transportar una pantalla de ordenador a la muñeca, y para eso la forma circular no es lo más optimizable".
Andrés Cohen es codirector de Ibernegocios, empresa que se dedica a la distribución de relojería desde 25 años, y coincide con lo que comenta Yen Rodeiro: depende del cliente, aunque cree que los relojes inteligentes se dirigen más a amantes de la tecnología que a amantes de la relojería y que por tanto no es necesario que ambos relojes se parezcan.
"Cuanto más se acerque al reloj convencional más se alejará del diseño requerido por la generación tecnológica. Son productos muy distintos e incluso mercados distintos. Ninguno es competencia del otro. El reloj convencional es un complemento de moda o una pieza artesanal; el smartwatch es un gadget tecnológico. Por lo tanto no creo que sea clave para el smartwatch parecer convencional", explica Andrés.
Respecto al diseño, Andrés destaca que pese a que "más del 80% de los relojes vendidos son redondos, no tiene por qué repetirse la estadística en los smartwatch". Esto se debe, en su opinión, a que "el consumidor que busca un reloj de diseño o un clásico nunca se dirigirá al smartwatch" y reconoce que por ahora todavía "queda por saber qué tipo de diseño buscará el consumidor de smartwatches".
Jordi Colomé, experto en relojes y confundador de la publicación Watch Test, cree que los smartwatches no son rivales de los relojes mecánicos y mucho menos de la alta relojería: "En mi opinión son mercados completamente distintos con un público claramente diferenciado. Probablemente, el factor que más diferencia a ambos productos sea el factor humano y el valor añadido de trabajo manual que implican los guardatiempos mecánicos."
¿Redondo o cuadrado? "En cuanto al diseño, no creo que este deba regirse por los estandares de la relojería mecánica. Aquí tienen completa libertad aunque posiblemente, y por el mayor aprovechamiento que implicaría por una mayor superficie de pantalla, considero más adecuada una forma cuadrada".
"De hecho", añade Jordi, "la forma redonda de las cajas de los relojes mecánicos vino, inicialmente, impuesta de alguna manera por el hecho de que las manecillas de horas, minutos y segundos describían un círculo en su recorrido y era, por tanto, más lógico adoptar la misma morfología en las cajas. De todos modos, no tardaron en aparecer otras formas como cuadradas y rectangulares muy apreciadas en Alta Relojería por el hecho de albergar movimientos mecánicos “de forma” en su interior."
Jordi cree que los smwartwatches, aunque sean para un público en concreto, "han llegado para quedarse" y advierte que las compañías tecnológicas pronto tendrán una competencia importante en los propios fabricantes de relojes: "con toda seguridad (Montblanc presentó su e-Strap en el SIHH de este 2015 y en la próxima edición de Baselworld que empieza la próxima semana se presentarán ya modelos de Alpina y Frederique Constant) las manufacturas de relojes tradicionalmente mecánicos harán sus pinitos en este nuevo nicho de mercado y presentarán digna competencia".
Sobre si es clave que un smartwatch se parezca a un reloj convencional hemos preguntado a María Llanos, directora editorial del Canal Femenino y Estilo de Vida de Weblogs SL: "No sabemos cuáles son las claves. O mejor dicho: no hay claves. Es un producto nuevo y tiene que conquistar. Crear un efecto de deseo y necesidad. Ha de ser bonito, comprensible y fácil de usar".
¿Cuadrado o redondo? María señala que hay gustos para todo y que "cada uno buscará el que vaya más con su estilo". Ella prefiere los de aspecto clásico y explica que "los que son rectangulares no encajan en los looks de forma natural. Y apostaría que Apple está trabajando en otras estéticas más clásicas para un futuro. Lo clásico es clásico por algo. Siempre tiene seguidores. Siempre gusta."
La atemporalidad de los relojes mecánicos
Para Daniel Jiménez, de la marca de diseño de relojes artesanales Pita Barcelona, existe una diferencia fundamental entre un reloj mecánico y un smartwatch: "Los relojes mecánicos son atemporales porque hay un trabajo artesano, se crean pieza a pieza a medida del cliente y por tanto se pueden crear mil formas no solo redondo/cuadrado, se pueden reparar aunque pasen 100 años y su valor es estable o aumenta con el tiempo. Por eso un reloj de oro mecánico tiene un valor elevado, porque dentro de 100 años seguirá funcionando y su valor se mantendrá o aumentará".
Según nos explica, en su opinión los relojes digitales o smartwatches "tienen una razón funcional y no tan emocional (no creo que mucha gente por ahora lo lleve diciendo, que bonito me queda en la muñeca!)", lo que a su vez también hace que tengan una fecha de caducidad: "como estan basados en tecnología, ésta es a su vez la razón de su popularidad y de su abandono en pocos años. ¿Quién llevará el smartwatch de hace 4 años, si todas las funcionalidades están obsoletas? ¿Cada cuánto nos cambiamos de móvil o ordenador?".
Por este motivo no le ve sentido a los smartwatches de oro: "básicamente estamos aceptando que pagaremos una barbaridad por algo que será completamente inútil en pocos años (debido a la obsolescencia programada), y que luego tendremos que tirar (o abandonar en un cajón). Esto contrasta con 'el reloj del abuelo', que es, y seguirá siendo en 100 años un objeto útil, de colección y inversión."
Jordi Colomé hace una lectura similar y, para él, la necesidad de actualización de software o del equipo completo es, junto a la estanqueidad y la autonomía, tres asuntos pendientes de los smartwatches actuales: "No es concebible que una pieza con un precio que ronde los 10.000 € tenga fecha de caducidad. Adicionalmente, el único valor añadido que aportan es el material empleado en la caja del reloj. Nada más."
¿Pueden triunfar los smartwatches en el mundo del diseño? ¿Y de la moda?
Aquí, para Yen Rodeiro, la clave está en las funcionalidades tanto para el comprador de tecnología como para el comprador de relojería: "El comprador de relojería tradicional no le pedirá lo que ya tienen sus relojes, sino que será más exigente en otros aspectos (autonomía, conectividad, interface). Le pediremos lo mismo que a un elemento tecnológico".
¿Y en la moda? María Llanos nos explica que "al contrario de lo que se piensa, la estética futurista no siempre ayuda a que guste en la vanguardia". Para ella, "si el smartwatch es más futurista, adquiere demasiada importancia y la gente, por lo general, no quiere llamar la atención. Creo que los comienzos serán más fáciles para las estéticas clásicas, aunque el mercado que tiene Apple/IOS conquistado hará que triunfe haga lo que haga."
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 64 Comentarios