Ya lo habíamos analizado y hemos hablado largo y tendido de él, pero ahora tocaba realizar esa prueba que suele ser definitiva: la de evaluar el funcionamiento del Moto 360 tras un mes de uso. El reloj inteligente que marcó la pauta en 2014 ha mejorado gracias a diversas actualizaciones de su firmware y a la introducción de opciones de diseño como las correas de metal, pero... ¿merece realmente la pena?
Es lo que hemos tratado de averiguar tras estas semanas en las que hemos comprobado si las promesas del Moto 360 se cumplen. Una cosa es evidente: gracias a los relojes inteligentes es posible sacar menos el teléfono del bolsillo. En ciertos contextos resulta muy agresivo realizar el gesto de sacar el móvil, dejarte de prestar atención a nuestro interlocutor y centrarla en el teléfono. Y esa es una de las facetas que nos ha gustado de un reloj inteligente que nos ha hecho replantearnos lo de que con el móvil ya no hacía falta llevar reloj.
El diseño sigue siendo sobresaliente
En diseño volvemos a destacar ese gran acabado del Moto 360, que esta vez hemos probado con correa metálica, algo que le da un punto adicional en este apartado. Puede que la forma circular no sea la ideal a la hora de maximizar la información mostrada -venimos de un mundo de pantallas cuadradas y rectangulares, está claro- pero el resultado es excelente, aunque sigue siendo quizás algo voluminoso para el público femenino. Tras un mes de uso, eso sí, queda claro que el Moto 360 está, al menos en diseño, por encima de sus competidores.
Uno de los primeros ejemplos claros del buen funcionamiento del Moto 360 lo tenemos al utilizarlo como lo que es en base: un reloj. El giro de muñeca funciona muy bien, y la pantalla se activa inmediatamente al realizar ese gesto. Otros smartwatch son malos relojes en el sentido de que al girar la muñeca no muestran la hora: en ellos hay una tasa de fallos alta (les puede, suponemos, ahorrar toda la batería posible), pero en el Moto 360 ese gesto es detectado perfectamente.
Donde hemos encontrado algunos peros es en el reconocimiento de voz: aunque sí funcionó de forma adecuada al contestar mensajes, no acabamos de lograr que el famoso "Ok, Google" fuera reconocido de forma aceptable en nuestra experiencia estas semanas. Una lástima, porque precisamente tomar notas rápidas asociando esta función a aplicaciones como Google Keep en el smartphone es una de esas cosas que muchos usuarios seguramente verían con muy buenos ojos.
Android Wear sigue verde, pero el Moto 360 mejora cada día
Si hablamos de autonomía, hay que señalar que en nuestro análisis original ya comentamos que el Moto 360 sufría para llegar al final del día. Con las últimas versiones de Android Wear y del firmware del Moto 360 podremos aguantar un día y medio sin problemas. Nos crea otra necesidad más a la hora de cargar otro dispositivo, pero en ese apartado ha habido mejoras claras respecto a las ediciones iniciales del software.
La cuna de carga es elegante y está bien resuelta en su diseño, la carga es rápida -gracias en parte a que la batería de estos dispositivos no es muy grande- pero tendremos que acordarnos siempre de tenemos que contar con un cargador adicional en viajes y desplazamientos. Es una lástima porque el diseño del Moto 360 está muy bien resuelto, sin entradas MicroUSB que habilitarían la carga directa pero que sí permiten un diseño más estanco, pero como de costumbre, hay que hacer sacrificios en un sentido o el otro.
Android Wear va mejorando, sin duda: una de las últimas actualizaciones nos permite gestionar otros dispositivos Bluetooth desde el propio teléfono, y la posibilidad de usar Google Maps desde el propio reloj sin sacar el móvil también es un punto añadido muy importante en nuestra experiencia particular. Igual ocurre con otros temas como el control de la reproducción multimedia desde el reloj, que es otro de los ejemplos que muestran la utilidad práctica y esa ambición por no tener que sacar tanto el smartphone del bolsillo. También nos puede ayudar en apartados como la cuantificación -pulso, pasos-, pero aquí estos dispositivos palidecen ante especialistas en este ámbito como Jawbone o Fitbit.
Conclusiones
En un sentido puramente racional diríamos que tras un mes de uso Android Wear está verde, y el valor que aporta aún se queda corto. Debería mejorar en la interfaz por voz para ser más útil, por ejemplo, pero de momento no es algo que sea diferencial. El Moto 360, no obstante, es un producto especialmente redondo -como su esfera- en otras facetas como su diseño o esa mejora en la batería que ya es muy decente tras las últimas actualizaciones.
Incluso nos habíamos olvidado de esa pequeña franja de la parte inferior de la esfera que rompe con un diseño de pantalla que ocuparía toda esa superficie: no es un factor que sea realmente preocupante. Subjetivamente, no obstante, el Moto 360 es un producto con intangibles que gustan mucho, y estad atentos, porque a lo largo del año irá bajando de precio y se convertirá en un dispositivo aún más atractivo también en ese aspecto.
En Xataka | A la búsqueda de un smartwatch que merezca la pena: estos son los mejores del mercado
Ver 40 comentarios