Se dice que bastan 21 días repitiendo cualquier actividad para crear un hábito, aunque los estudios realizados aseguran que 66 días es una cifra más certera. Mantener esa constancia es, precisamente, uno de los mayores retos a los que se enfrentan quienes quieren adoptar nuevos hábitos de salud o de productividad. El (mal llamado) Método Seinfeld, conocido popularmente como “No rompas la cadena” es una importante ayuda para alcanzar la constancia hasta convertirla en hábito.
El bulo de Jerry Seinfeld
A esta técnica de productividad se la conoce como Método Seinfeld, aunque en realidad, el popular humorista norteamericano no tuvo nada que ver con su formulación, tal y como él mismo ha reconocido en varias ocasiones. En realidad, la técnica la ideó el periodista Brad Isaac en un artículo para el medio digital Lifehacker. El periodista aseguró que el cómico le había dado ese consejo como sistema para escribir mejores chistes.
Por aquella época (a finales de los 90), Seinfeld era tremendamente popular porque protagonizaba una de las series de televisión más vistas de EEUU. Pero nunca le dio al periodista los consejos que más tarde se conocerían como Método Seinfeld. Dicho esto, eso no significa que estos consejos no funcionen.
Sobre todo, no rompas la cadena
Tal vez, parte del secreto del éxito de esta técnica es lo sencillo que resulta ponerla en práctica. La técnica consiste en apuntar en un calendario (físico a ser posible), cada día que cumplas con el reto que te has propuesto. ¿Te propones ir a caminar cada día? Pues cada día que lo hagas, tachas el día en el calendario. ¿Quieres conseguir completar toda tu lista de tareas diaria? Pues cada día que lo consigas, día tachado.
El objetivo es conseguir no romper la cadena que forma los días tachados. Por eso es importante, a nivel de recompensa cognitiva, que el calendario sea físico, para que la sensación de satisfacción sea la equivalente a tachar una tarea completada en la lista de tareas.
Visualmente, el hecho de formar esa cadena de días completados, da soporte motivacional poniendo en valor el esfuerzo realizado en los días posteriores y supone una importante recompensa que incentiva al cerebro a repetirlo de nuevo al día siguiente, tal y como revelan investigaciones de la Universidad de Pennsylvania
La gamificación de los smartwatches: Apple y sus anillos
Uno de los ejemplos de uso de esta técnica son los famosos anillos de actividad de los Apple Watch, que otras marcas también han adoptado. A medida que vas completando actividades físicas o descansando correctamente, los anillos se van completando. Las investigaciones de la psicóloga y profesora de la Universidad de Pennsylvania Katherine L. Milkman aseguran que esa gamificación de los hábitos es un potente incentivo para conseguir el objetivo.
El lema de "cierra tus anillos" de Apple se basa en el mismo concepto de "No rompas tu cadena", incentivando al usuario a completar los anillos. De ese modo, el usuario cumple con el objetivo de actividad física diaria, añadiendo el componente de motivación visual que supone cerrar el círculo de todas las actividades. Puede que estés agotado, pero según investigaciones de la Universidad de California, es probable que hagas un esfuerzo adicional solo por la recompensa visual de ver los anillos completos.
Objetivo: completar todos los anillos, todos los días
Del mismo modo, el sistema de anillos de actividad que han implementado distintos fabricantes de smartwatches, propone un doble reto con el que convertir la actividad física en un hábito: no romper la cadena de anillos completados a diario.
Al mostrar todos los anillos conseguidos durante la semana o el mes, se potencia la motivación para conseguir no ya un objetivo diario, sino uno semanal o mensual, dando una perspectiva a largo plazo que ayuda a afianzar el hábito.
Imagen | Flickr (Kent Phillips)
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