El tímido éxito de dispositivos como el Pebble, el Sony Smartwatch 2 o el --para muchos, incluido nuestro Antonio Ortiz-- decepcionante Samsung Galaxy Gear no parece haber desanimado a que otros fabricantes e incluso emprendedores se lancen a apostar por el segmento de los relojes inteligentes.
Simon Tian es un joven de tan solo 19 años que está convencido del éxito de su producto. Ya tiene empresa propia, llamada Neptune, y ha creado su propio teléfono inteligente, al que ha bautizado como Pine. Este dispositivo es especialmente ambicioso, pero... ¿brillará allí donde otros no han conseguido hacerlo?
Más smartphone que reloj inteligente
El Pine es un "relojazo" en todos los aspectos. El primero, desde luego, su tamaño: mientras que otros desarrollos tratan de ser comedidos en sus dimensiones, al Pine lo delata su diagonal de 2,6 pulgadas (6,6 cm), que nos convertirá fácilmente en objetivo de muchas miradas.
Ese tamaño está justificado por la combinación de hardware que su creador ha querido ofrecer en este pequeño gran ingenio, y que son las de un smartphone de gama media. Contamos con un procesador dual-core Qualcomm Snapdragon S4 a 1,2 GHz, soporte para redes 2G y 3G (podemos hacer y recibir llamadas directamente desde el reloj), hasta 32 GB de capacidad de almacenamiento y conectividad WiFi 802.11 b/g/n o Bluetooth.
A ello hay que añadirle la ranura micro-SIM, receptor A-GPS, acelerómetro, giroscopio, brújula, altavoz, micrófono, cámara posterior de 5 Mpíxeles y cámara frontal VGA. Además contamos con una batería recargable de 810 mAh que según su responsable ofrece hasta 7 horas de navegación web y 6 horas de conversación 3G. La certificación IP67 de resistencia al agua está en curso, y el control de todas esas opciones se realiza vía Android 4.1.2 Jelly Bean.
El problema del Pine es claro: su pantalla, que aun teniendo una resolución de 320x240 píxeles --decente para esa diagonal-- hace prácticamente imposible manejar cosas como el teclado en pantalla --o la propia interfaz de Android-- con cierta soltura. Las apenas dos pulgadas y media obligan a que las teclas del teclado virtual sean diminutas, y que otros elementos de la interfaz también sean de muy difícil acceso.
La limitación no parece haber asustado a los inversores en la campaña de financiación colectiva que está en marcha en Kickstarter. En el momento de escribir este artículo y a falta de 26 días para seguir esa recaudación inicial, el proyecto lleva más de 334.000 dólares recaudados y triplica el objetivo inicial de 100.000 que se había propuesto conseguir Tian.
El reloj, que partirá de los 229 dólares para los primeros inversores, está batiendo récords, pero ya vimos un fenómeno similar cuando se lanzó Pebble, el reloj inteligente que renovó hace poco su software pero que a pesar de todo no parece haber cuajado como muchos pensaban.
Los reyes magos no traerán relojes inteligentes
Probablemente el joven Simon Tian no se haya leído el último informe de Gartner. O si lo ha hecho, no le ha importado demasiado, porque los datos de la consultora parecen revelar que por el momento el mercado de los relojes inteligentes seguirá siendo relativamente modesto.
De hecho, Gartner deja claro que estos dispositivos aún son caros y los consumidores no acaban de apreciar la propuesta de valor que ofrecen en comparación a otros dispositivos como los tablets o a otras soluciones pertenecientes a la categoría wearable computing como las pulseras que monitorizan nuestra actividad física. Annette Zimmermann, una analista de Gartner, lo dejaba claro:
Samsung y otros fabricantes muy conocidos han entrado recientemente en el segmento de los relojes inteligentes, pero los productos que hemos visto hasta el momento han sido poco inspiradores en términos de diseño, aplicaciones y características.
El informe de Gartner es especialmente curioso sobre todo teniendo en cuenta que algunas empresas quieren defender lo contrario. Es el caso de Samsung, que hace poco indicó que ya se habían distribuido (no confundir con "vendido") 800.000 unidades de sus Galaxy Gear en dos meses. También es curioso que uno de los directivos de esta empresa --David Eun, director del Open Innovation Center de Samsung-- comentara cómo incluso él probablemente no lo hubiera comprado inicialmente. Para luego, eso sí, completar su razonamiento: "sin embargo, ha ido convenciéndome... y puedo ver hacia dónde se dirige todo esto".
En Gartner creen que el diseño de estos dispositivos es un problema, y que los consumidores normales --no aquellos que adoptan de forma temprana este tipo de soluciones-- valoran especialmente el acabado de estos relojes inteligentes.
Los usuarios esperan más que solo la conveniencia de una nueva categoría de producto que pretende ser innovadora y tener precios de entre 200 y 300 dólares. Ese mismo precio sirve para comprar tablets con un buen conjunto de características.
No parece que las navidades de 2013 vayan a ser una época especialmente pródiga en relojes inteligentes como regalos de sus majestades los reyes magos (o Papá Noel / Santa Claus, que también tendrán mucho trabajo). Sin embargo, los fabricantes no se rinden. Pine es un ejemplo, y los insistentes rumores sobre los productos de Apple y Google en este mercado probablemente hagan que el segmento tenga mucho más interés en 2014.
Más información | Pine en Kickstarter
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